La pandemia de coronavirus tiene como respuesta un sistema sanitario escasamente preparado en varios puntos del país. En Argentina, la salud pública se encuentra en condiciones deplorables, pero buena parte de los hospitales privados están en la misma sintonía. Por caso, una denuncia de trabajadores del Sanatorio Regional Avellaneda –del grupo BASA- da cuenta de la negligencia patronal con la que exponen a los trabajadores. Se trata de un hospital que tiene en este momento dos casos confirmados de coronavirus y otros seis casos posibles.
El hospital adolece de falta de insumos y los que compra el hospital son de mala calidad. No cuentan con los instrumentos más elementales para higiene y desinfección. Los trabajadores explican que apenas cuentan con papel para secarse las manos. No hay alcohol en gel ni jabón liquido. El personal de mantenimiento cuenta con nulas medidas de protección. Los enfermeros y doctores deberían contar con guantes reforzados, antiparras, y cubre-botas que debería ser de uso descartable. Sin embargo, el hospital entrega uno o dos equipos por enfermero, que no son perfectamente aislantes, y que para colmo debe ser reutilizado una y otra vez. En su lugar, los trabajadores hicieron circular una foto con un compañero que debió improvisar un nylon a modo de aislante. Un verdadero hecho de desidia patronal. Tampoco el hospital está equipado con suficiente maquinaria necesaria para los casos críticos.
Desde el aspecto laboral, buena parte de los trabajadores se encuentran precarizados bajo la forma de monotributistas. No rige ningún tipo de capacitación. Los sueldos de los enfermeros precarizados apenas llegan a los $30 mil pesos –sin descontar el pago del monotributo- cuando hoy la medición de la canasta básica familiar indica que se necesitan casi $41 mil pesos para no ser pobre. Asimismo, hay una gran sobrecarga de pacientes: cada enfermero debe atender en su turno a unos 10 a 15 pacientes. Como se ve, los trabajadores que deberán atender cada día los casos de coronavirus, están altamente expuestos al contagio, ganan una miseria y se encuentran desbordados.
Exigimos el pase a planta, bajo convenio, de todos los trabajadores del Hospital en funciones bajo la cuarentena. No alcanza con un bono. Cada hora trabajada debe ser abonada como hora extra. Asimismo, reclamamos que el grupo BASA equipe el hospital según las necesidades de la emergencia sanitaria. Llamamos a los trabajadores a controlar mediante comisiones, cada medida de seguridad e higiene y cada necesidad en todos los sectores. No puede primar la ganancia patronal por encima de las necesidades de la sociedad. Si el grupo BASA no puede cubrir estas medidas más elementales, exigimos como medida de urgencia su estatización y puesta bajo control de sus trabajadores.
Corriente Clasista Goyo Flores
