Esta semana, por resolución del gobierno nacional, se eliminó la posibilidad de que los trabajadores de la administración pública nacional realicen horas extras. La realización de horas extra es un mecanismo que permite a muchos trabajadores estatales compensar salarios que se encuentran muy por debajo de la línea de pobreza, e incluso de la línea de indigencia. Por ejemplo, el salario de un trabajador SINEP de la categoría D0 fue en diciembre de $283.010. Ese salario está por debajo de la línea de pobreza en CABA, que es de $495.000 pero también de la línea de indigencia, que se encuentra en $290.000. Lejos de ser un ataque contra alguna casta, la medida de Milei pone contra las cuerdas a los estatales, a los que cada día les cuesta más llegar a fin de mes. Algo que también hay que agradecer a quienes gobernaron durante la última década (y a los sindicatos que los apoyaron), que mantuvieron los salarios estatales en niveles de indigencia compensando muy limitadamente eso con las horas extra, que implican una sobrecarga laboral sin la que es imposible llegar a fin de mes. Esos mismo sindicatos que nos trajeron hasta acá hoy tampoco dan una lucha decidida contra los despidos y la licuación salarial, que se termina de coronar con la prohibición de las horas extra. Por eso es imperioso avanzar en la construcción de un gran plenario de trabajadores estatales, que organice la lucha contra esta ofensiva antiobrera.
Estatales en la Corriente Sindical Clasista Goyo Flores – Vía Socialista
Docentes: rechacemos el DNU de Milei
Al DNU y la Ley Ómnibus hay que rechazarlos, pero a Milei también hay que enfrentarlo
