Mundo Obrero. Paritarias, sumas fijas y baja salarial

en La Hoja Socialista 18/Novedades

Alberto asumió prometiendo recomposición salarial: heladera llena y asados. La realidad fue otra. La recomposición se transformó en “solidaridad” entre los mismos trabajadores. La idea de fondo es que hay que distribuir. Pero los que se tienen que solidarizar no son las patronales, sino los obreros.

La primera medida sintomática de esta idea la podemos ver en el aumento por decreto de 4 mil pesos en dos tramos (3 mil y mil) y a cuenta de futuras paritarias. Se trata de sumas fijas que no se incorporan al básico y no está sujeto a bonificaciones. Para colmo, con descuentos, la cifra baja a $3.320. Una miseria.

Pero el asunto no se termina ahí. Hay que discutir paritarias. El gobierno tiene una meta: la baja salarial. De hecho, señala la necesidad de la “desindexación” de la economía. Es decir, que el salario no se encuentre atado a la inflación. O sea, combatir las cláusulas “gatillo”. Claro que en el discurso del gobierno hay una fantasía escondida.

En Argentina no hay salarios indexados de manera automática (lo que estrictamente es una “cláusula gatillo”). Eso está prohibido por ley. Lo que sí encontrábamos –al menos hasta ahora- eran las “cláusulas de revisión”. Es decir, el compromiso de volver a sentarse gremio y patronal si la inflación se disparaba más de lo supuesto, lo que dependía de la “buena voluntad” de las partes para sentarse a negociar, que sabemos que son pocas… Sin embargo, con revisión y todo, la gran mayoría de las paritarias fueron cerradas con salarios a la baja. A pesar de que por las paritarias a la baja, los salarios disminuyeron, la inflación no aflojó, lo cual demuestra que es falso que los aumentos salariales son culpables de la inflación como pretende hacernos creer el gobierno y más de un sindicalista, como Yaski.

Para cumplir con sus metas, Fernández pretende avanzar sobre las paritarias (donde se negocia un porcentaje) con la implementación de sumas fijas como las que otorgó con el decreto. El efecto de esa medida: se achata la pirámide salarial. Al no respetar ninguna diferencia de categorías, las sumas fijas impactan diferente en cada una. De ese modo, impone que lo trabajadores que ganan por encima de la mínima se solidaricen con sus pares que ganan menos. Lo que queda muy claro es que todos perdemos, porque la inflación nos sigue comiendo el sueldo. Las patronales, mientras tanto, son asistidas con beneficios de todo tipo (créditos baratos, subsidios, exenciones, etc.).

Así, el gobierno viene firmando revisiones de las paritarias con sumas fijas, absorbiendo la suma del decreto como parte del aumento. Fue el caso de bancarios, que arregló sumas fijas y retrasó el acuerdo porcentual a marzo. A estas paritarias se suman también las revisiones de Alimentación y Comercio. En otros casos, ni siquiera se reconoció la cláusula de revisión del año anterior (como ocurrió con docentes de Provincia de Buenos Aires y estatales).

Algunos otros casos, mostraron dilaciones y encontronazos. Fue el caso de Aceiteros, que llamó a una huelga nacional el pasado 26 de febrero ante las propuestas insuficientes de la patronal. O fue el caso de Camioneros, que logró conseguir aumento por porcentaje, después de un juego de presiones. Por último, siete ramas metalúrgicas, por su parte, recibieron un 11% como revisión 2019, lo que supone una pérdida del 7% al 15% con respecto a la inflación del año pasado.

Como se ve, las paritarias marcan el camino elegido del gobierno. Para eso, contaron con el favor de la burocracia sindical. Más allá de algún encontronazo (Camioneros), las CGT y CTA se encuentran adaptadas a los aumentos de miseria y la política “solidaria” de Alberto. Muestran su verdadera cara: la defensa de los intereses de la burguesía antes que la de los trabajadores, priorizando garantizar el ajuste del gobierno del que son parte.

Necesitamos impulsar herramientas independientes de lucha en cada lugar de trabajo para poder oponer un plan de acción en cada sector. Pero necesitamos derrotar esta política de conjunto con una gran Asamblea Nacional de Trabajadores ocupados y desocupados. Sólo a través de esa herramienta vamos a apuntalar la recomposición salarial y todos nuestros reclamos.

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1 Comentario

  1. Hola!
    Me gustaria saber cual es la norma o ley en este caso que, segun mencionas, prohibe las «clausulas gatillos»?
    Gracias.

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