Algunos sindicatos y la izquierda trotskista proponen como consigna que el salario cubra la Canasta Básica. Parece razonable, pero no lo es tanto si nos tomamos el trabajo de ver qué incluye la Canasta Básica Total (CBT). De eso nos ocuparemos aquí.
El valor de una CBT se define a partir la Canasta Básica de Alimentos (CBA) y una serie de gastos más allá de los alimentos. La primera se calcula a partir del hábito de consumo calórico mínimo indispensable para sobrevivir de un hombre adulto de entre 30 y 59 años de edad, que realiza “actividades moderadas”. Para eso se tiene en cuenta el consumo de las fracciones más pobres de la clase obrera. O sea, la canasta de pobreza se mide con los “hábitos” de consumo de pobreza.
Así, la CBA –que marca la línea de la indigencia- incluye para el varón adulto un consumo mensual de poco menos de 7 kilos de pan, 630gr. de galletitas, 6,200 gramos de carne, 1,2 kilos de arroz, 1,7 kilos de fideos, 1,3 kilos de harinas, 7 kilos de papas y batatas, casi 1,5 kilos de azúcar, un poco más de cuarto kilo de dulces, un cuarto kilo de legumbres secas, 5,7 kilos de verduras, casi 5 kilos de frutas, 600 gramos de huevos, 9 litros de leche, poco más de un cuarto kilo de queso, 1,2 litros de aceite, 7 litros de gaseosas, 500 gramos de yerba, 30 gramos de café y condimentos como sal y vinagre.
¿Es mucho o poco? Vamos a verlo. Digamos de entrada que no da pie a una dieta variada. ¿Carne todos los días? Depende: 200 gramos al día. Dos hamburguesas chicas o un churrasco pequeño. Para acompañarlo, un huevo y cuarto o casi un tomate. Podría combinarlo con hortalizas, que ocupan más lugar en el plato, aunque no en el estómago. La cena: medio plato de fideos, la quinta parte de arroz, el cuarto de huevo restante o la casi otra papa que sobró del almuerzo. Un cuarto de legumbres para distribuir al mes y poco más de 200 gramos de polenta que, a razón de 80 gramos por porción, da para dos platos y medio distribuidos en treinta días. También hay un kilo de harina de trigo. ¿Pizza? Pero sin levadura, porque no está incluida, y con 270 gramos totales de queso. Mejor hacer tortas fritas, porque hay casi un litro y medio de aceite para usar en el mes.
A lo largo del día, hay que repartir las casi cinco flautitas que se pueden consumir o las diez galletitas de agua diarias. ¿Desayuno y merienda? Hay que pensarlo bien, porque hay para 30 vasos de café y 10 mateadas. Mejor ir secando la yerba al sol y el saquito en el tender, si queremos tomar un poco más. ¿Leche? Un vaso y un tercio diarios, así que consumirlo con sabiduría. Eso sí, hay mucha azúcar para rellenar: casi cinco cucharadas para cada día. A eso hay que sumarle 330 gramos de dulces al mes y siete litros de bebidas gaseosas y edulcoradas para tomar. Según los últimos datos del INDEC, todos esos bienes se pueden conseguir por $4.500 en septiembre de 2019. Si usted encuentra el lugar donde están esos precios, nos avisa porque vendría bien el dato…
Ahora, para ser pobre y no indigente, hay que acceder a otros bienes y servicios por fuera de los alimentos, o sea, acceder a la CBT. Qué bienes y servicios se incluyen fuera de los alimentos para el INDEC es un verdadero misterio. Según la canasta de CABA serían servicios de la vivienda como alquiler, expensas, luz, gas y agua; transporte y movilidad; comunicaciones; mantenimiento del hogar; servicios de esparcimiento y cultura (apenas un 5% del gasto familiar); bienes y servicios para la educación; higiene y cuidado personal, indumentaria; salud y equipo para el funcionamiento y equipamiento del hogar. A su vez, ese gran listado fue clasificado entre bienes básicos y no básicos, es decir, aquellos de los que se puede prescindir y se eliminaron bienes nocivos a la salud o de lujo como cigarrillos, vehículos propios o turismo (o sea, las vacaciones). ¿Cuánto es todo esto en números? Para el INDEC, la CBT individual está en $11.257. Ahora, esto vale si vivís solo. Si tenés pareja y dos hijos, el INDEC, te calcula una canasta alimentaria familiar que ronda los 14 mil pesos y una CBT familiar de $ 34.700 pesos. Se supone que con eso se puede cubrir la alimentación, el alquiler y los servicios, por nombrar los gastos más elementales, de una familia. ¿Cómo? Habría que preguntarle al INDEC… Así las cosas, pedir “salario mínimo igual a la canasta básica” es pedir un salario mínimo de subsistencia, una vida animal. No podemos conformarnos con eso.
son un izquierda muy criteriosa….. muy pragmatica….. os felicito