Hace ya varios días que se viene debatiendo en distintos medios si la Argentina tiene que dolarizar su economía o si la situación tiene que seguir tal cual está. Toda la puesta en escena que se está armando sobre el tema de la dolarización es un “jueguito para la tribuna”. Esto no tiene nada que ver con la vida real. Por eso, debemos preguntarnos para qué se está armando todo este escándalo.
Pareciera que lo que se intenta hacer es generar un escenario de barbarie que haga que cualquier cosa que venga después parezca progresista. La propuesta que desarrolló Melconian es una “convertibilidad viva”, no una donde se pone un precio fijo y se lo sostiene hasta donde se pueda. Se plantea hacer lo que siempre se hizo. Intentar mantener una paridad relativamente alta que permita, más o menos, organizar la macro y, en función de eso, proponer una serie de reformas cuya función es: aumentar la tasa de explotación.
Este economista, presenta un esquema bi-monetario, que es básicamente lo que en un nuestro país sucede. Los argentinos ya piensan en dólares, usan esta moneda. Ya existe este sistema que plantea Melconian, la moneda ya está desdoblada en el país. Sólo que lo que él quiere hacer es legalizar las cosas. Eso va a mover con mayor facilidad los dólares que están en el colchón. En este punto, la primera medida es muy elemental.
La segunda disposición, es lo que él denomina “el shock”. Es decir, realizar las tareas genéricas que tendría que haber hecho Macri de entrada. Básicamente, resolver el tema jubilatorio y del mercado laboral. Y es ahí donde entramos en “el sablazo” que se van a comer los obreros: jubilarse a los 70 años, la desregularización del mercado laboral en general, entre otras cosas.
Ese es el plan de entrada, lo demás es ordenar la macro con un muy fuerte aumento de tarifas y, sobre esa base, equilibrar las cuentas del Estado en un plazo razonable porque supone que estas medidas van a generar un shock de confianza y van a abrir el mercado de la deuda. Con lo cual, vamos a un nuevo ciclo similar al de la convertibilidad, probablemente con un tipo de cambio flexible. Melconian es partidario del: “lo vamos manejando en el día a día”. Lo que, de alguna manera, Macri deseaba hacer a largo plazo, él lo quiere hacer de un saque.
El problema es que la economía argentina se paraliza porque no hay con qué pagar las importaciones. Acá existen una serie de cosas urgentes. El tema es de dónde sacar dólares. Y eso que viene un escenario relativamente favorable porque a partir del conflicto entre Ucrania y Rusia, hay un ascenso muy fuerte de los commodities. Ahí lo que se va a tener que analizar es cómo manejar la inflación por los precios internacionales, es decir, cómo evitar que se dispare el trigo, la carne de cerdo, etc. Y resolver el problema con los combustibles. Pese a esto, se sabe que va a haber un aumento de retenciones con una soja a 600 dólares.
Ahora bien, toda la cuestión pendiente acá es cuánto se puede deteriorar la situación política. Porque hoy el problema sustantivo que tiene la Argentina no es la inflación, sino el conflicto político. No hay nadie que dirija la economía ni el país. Y, sobre todas las cosas, del otro lado no aparece un comando alternativo. Esa es la tarea que tenemos los trabajadores.
si siguen con esas ideas , vamos a terminar en una guerra civil, entre nosotros……yo te lo digo como jubilado ,total no me trae prerjuicio politico, del pami no me desplazan