Coronavirus. Las prioridades criminales de los patrones

en La Hoja Socialista 18/Novedades

Como explicamos anteriormente, los controles fronterizos, que pueden llegar al cierre de fronteras e intercambios, son efectivos si se realizan de manera eficiente y con seriedad. Pero fundamentalmente, a tiempo.

El primer caso de Coronavirus, fue detectado en la provincia china de Hubei, en la ciudad de Wuhan, a principios de diciembre del año pasado. El gobierno chino reaccionó ocultándolo y minimizándolo. ¿Motivos? Se imaginará, cuestiones de bolsillo: Wuhan es un centro industrial y comercial de 11 millones de habitantes. Y la vida como centro capitalista depende de abastecer a mercados lejanos. Sus trabajadores pueden alimentarse miserablemente de animales salvajes, pero sus burgueses alimentan sus ganancias con productos que viajan al resto del mundo. De manera que la salud fue colocada detrás del lucro.

El médico que denunció la aparición de un nuevo virus a finales de diciembre, Li Wenliang, fue notificado que de continuar haciendo “comentarios falsos que perturban severamente el orden público” sería llevado ante la justicia. El 10 de enero se contagió, el 6 de febrero murió en Wuhan. Y sólo cuando los contagios y las muertes fueron inocultables, se produjo el giro hacia la solución del problema.

Mientras China se detenía, los burgueses del resto del mundo trataban de patear al caído y aprovechar el momento. A fines de febrero las bolsas del mundo comenzaban a aceptar los efectos de la epidemia en China y el contagio en la economía mundial con la que tiene múltiples conexiones, con caídas preocupantes. Las reacciones al contagio del virus en sí mismo eran inexistentes. Los patrones del mundo tomaban sus recaudos económicos (vender antes del desplome) pero no los recaudos sanitarios. La tibieza de las medidas restrictivas, muestra la intención de la burguesía de negociar con la muerte misma un acuerdo, antes que permitir que caigan sus ganancias.

De las dos crisis que está desarrollándose y que requerían medidas contrapuestas, todos los gobiernos privilegiaron la crisis de las ganancias capitalistas, dejando la de la salud de los trabajadores en segundo plano. Trump retomó a su vez la misma actitud de su colega y rival, minimizar mientras se perdía tiempo precioso para no golpear más a la economía.

Italia es otro ejemplo de estrategia criminal. Ya tenía 400 casos cuando el líder del partido de gobierno se publicitó tomando un aperitivo en Milán y convocaba a “no cambiar nuestros hábitos”. En diez días los infectados llegaron a 6.000 y las muertes a casi 300. El 27 de febrero el ex Primer Ministro Matteo Salvini en FB pedía la “Reapertura de fábricas, tiendas, museos, galerías, gimnasios, discotecas, centros comerciales…”. Hoy, cuando le llueven las críticas, se limita a decir que “Fue una evaluación incorrecta” Más preocupado por las perspectivas de los negocios que por los casi 6 mil muertos que ya sumaban sus compatriotas. En España, entre la fecha en que se disparó el número de casos, 25 de febrero, y el establecimiento de la cuarentena, 15 de marzo, pasaron 20 preciosos días.

Los países asiáticos parecen haber respondido de manera más acelerada. En parte tenían el recuerdo reciente del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y sus consecuencias económicas, lo que repercutió en una serie de recursos jurídicos específicos y técnicos disponibles. A los burgueses no les interesa prever nada más que lo que les puede perjudicar las ganancias, y el brote del 2015 lo hizo. Como ya explicamos en varias notas previas, hoy la pandemia del Coronavirus nos muestra que es que cada día más urgente la lucha contra el capitalismo y por el socialismo: es la ganancia o la vida.

Etiquetas:

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

*

Últimas novedades de La Hoja Socialista 18

Ir a Arriba