Carta abierta al FIT y al conjunto de la izquierda argentina

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Por una movilización masiva contra la corrupción de la dirigencia política y el empresariado: Que se vayan todos.

Estamos ante una oportunidad histórica: la clase dominante en su conjunto ha salido a exhibir sus miserias. Se ha develado, por la vía de la corrupción, la sucia trama que reúne a toda la política burguesa con el empresariado y, lo que es más importante, el carácter parasitario de ambos. El kirchnerismo, sus diputados, senadores, gobernadores, intendentes, legisladores provinciales y toda esa fauna que pretendía suceder al macrismo está herido de muerte. También el peronismo “no K” (incluyendo a Massa), que gobernó con Néstor y Cristina. Obviamente, el macrismo, por la vía de Franco, Calcaterra y Nicky Caputo (el “hermano” del presidente). La Justicia, que va de Oyarbide al conjunto del sistema judicial, al que se le pasaron doce años de robos. El empresariado en su núcleo duro. No estamos hablando ya de la lumpenburguesía arribista de López, Ferreyra o Lázaro Baéz, sino de grandes capitales como Pescarmona, Techint o Roggio. Pero todo no termina ahí. El chofer era un ex militar, seguramente un servicio de inteligencia, tal vez colaborador de la CIA, con lo cual estamos ante la injerencia de lo que se puede llamar el “Estado negro”. Dicho de otra forma: la clase dominante, en todas sus expresiones, está siendo puesta en el banquillo.

Los hechos

El pasado 1º de agosto el juez Bonadío ordenó 17 detenciones entre las que se encontraban ex funcionarios y conspicuos empresarios, en una causa que investiga coimas millonarias vinculadas a empresas constructoras y energéticas que ascienden a 160 millones de dólares durante los gobiernos kirchneristas. Las más resonantes capturas fueron las de Roberto Baratta, Gerardo Ferreyra y Javier Sánchez Caballero.
Baratta había sido subsecretario de Coordinación del ministerio de Planificación durante el kirchnerismo. Hombre fuerte de De Vido, su tarea era gestionar las relaciones entre el Estado y las empresas. Fue la ex esposa de su chofer, Oscar Centeno, quien denunció que su antiguo marido era el repartidor de bolsos con dinero de coimas. Los famosos 8 cuadernos Gloria registraban escrupulosamente las entregas entre 2005 y 2015. El propio Baratta ya había estado preso el año pasado por irregularidades en la compra de gas licuado, siendo considerado uno de los armadores de una estructura para importar este producto sin licitaciones ni concursos de precios.

Por su parte, Gerardo Ferreyra es dueño de Electroingeniería, una empresa nacida a fines de los ’70 dedicada a la ingeniería, construcción y mantenimientos de grandes obras. La firma comenzó a crecer en 2001, al amparo del estado provincial. De La Sota le concedió una licitación por la construcción de 110 escuelas, hecho que fue severamente impugnado. La empresa de Ferreyra no tenía ningún antecedente en esa tarea y se registraron repetidas denuncias por la incapacidad de la firma para llevarla adelante. A pesar de todo, el gobierno cordobés se mantuvo firme. Ese no fue el único escándalo. Diversas pymes subcontratadas no recibieron su pago. Electroingeniería contaba con más de 1.200 cheques impagos y el presupuesto oficial para la obra terminó casi duplicándose al final de la misma. A pesar de todo, una licitación en 2002 le otorgó nuevamente la construcción de otras 100 escuelas. Con todo, el verdadero salto se produjo con la llegada de Néstor y Cristina al poder. A partir de allí la empresa se benefició con grandes contratos relativos a la construcción de centrales térmicas (Campana y Timbúes), tendidos eléctricos, represas en Santa Cruz, medios de comunicación y un largo etcétera. En el medio de todo esto, continuó con sus negociados en la provincia mediterránea (construcción del Centro Cívico, central eléctrica en Pilar y tramos de gasoductos).

El tercero de los implicados, Sánchez Caballero, es gerente general de IECSA, la empresa constructora del Grupo Macri, que Mauricio vendió a su primo Ángelo Calcaterra en 2007 al iniciar su carrera política. IECSA es una de las empresas que más dinero de obra pública recibió del kirchnerismo, en consonancia con la buena relación que Franco Macri tuvo con el gobierno. Estuvo asociada a Odebrecht, entre otras obras, para el soterramiento del Sarmiento. Al ponerse en evidencia la relación entre IECSA y Macri, Calcaterra tuvo que venderla. Sánchez Caballero era allí el responsable de lograr contratos y licitaciones.
Los allanamientos realizados muestran que la causa podría salpicar a otros importantes empresarios. Se allanaron, además de las oficinas de los empresarios presos o prófugos y de los funcionarios, oficinas de Supercemento, Techint, Roggio, Corporación Americana (Eurnekian), Grupo Taselli (transporte y generación de energía), etc. También hay empresarios llamados a indagatoria, que amplían el universo de sospechados a empresas más pequeñas, dedicadas al negocio de la energía (construcción de gasoductos y centrales térmicas), en negociados que podrían involucrar a distintas gobernaciones. Incluso están llamados a indagatoria importantes personajes que evidencian la magnitud de lo que se está cocinando aquí: Cristina Kirchner, Oscar Parrilli, Juan Manuel Abal Medina, Norberto Oyarbide, entre otros.

Si se destapa la olla…

A primera vista el affaire de los cuadernos puede parecer un hecho más de corrupción K. Pero bien mirado se calibra la magnitud de la crisis que puede desatarse. Hasta ahora, los acusados de meter la mano en la lata eran funcionarios y empresarios arribistas. Lázaro Báez y José López son un claro ejemplo. Sin embargo, hoy los acusados no son pelagatos de poca monta. En 2016, frente a la detención de Lázaro Báez, De Vido difundió un documento con el “ranking” de empresas adjudicatarias de obra pública nacional entre 2003-2015. El objetivo era demostrar que Baéz no era el principal empresario enriquecido con la plata de la obra pública (Báez estaba en el puesto 40). Según ese ranking, las principales tres empresas beneficiadas por la obra pública nacional fueron, en orden de importancia: Techint con 16.420 millones de pesos, Electroingeniería con 15.494 millones e IECSA con 14.050 millones. Estas dos últimas, como vimos, ya están sentadas en el banquillo y a Techint no le falta mucho. La lista de involucrados se engrosa con conspicuos representantes de la Cámara Argentina de la Construcción (COMARCO). En resumidas cuentas, quien tiene la cabeza en la picota es el empresariado de la gran obra pública y, por extensión, a toda la burguesía argentina.

A esto se suma el hecho evidente de que el torbellino puede llevarse puesto a los políticos de todo signo y color. Lo del kirchnerismo es alevoso, pero también lo es lo del macrismo por la vía de IECSA. Como se sabe, las coimas para acceder a obra pública (sobreprecio en las obras, que luego retornan a los funcionarios como coimas) son históricas. El mecanismo se replica a nivel provincial y municipal: cada provincia o municipio tiene sus empresas contratistas, que replican la misma mecánica a menor escala. Aunque por ahora la causa de Bonadío parece avanzar sobre la obra pública nacional, lo que involucra al sector de De Vido del gobierno K y las grandes constructoras que operan a nivel de la obra pública nacional, si se avanzara en una reconstrucción de esta mecánica a nivel local y provincial aparecerían manchados todos los que han tenido funciones de gobierno: Massa, los radicales y Macri (en la Ciudad uno de los principales contratistas de obra pública es Caputo). De hecho, algunos de los empresarios o funcionarios llamados a indagatoria y prófugos, tienen vínculos con la obra pública a nivel provincial, lo que podría involucrar a futuro a los gobernadores (o ex gobernadores) de Chubut, Córdoba, Salta, Buenos Aires, La Rioja y Misiones, entre las más comprometidas. Pero también está metido todo el cuerpo judicial. Oyarbide, sí. Pero también todos los que no investigaron en su momento. Incluyendo al entonces oficialista Bonadío y, claro está, la Corte Suprema, la máxima responsable de que estas cosas no sucedan.
Lo que muestran estos cuadernos no es solo el profundo vínculo entre el Estado y el empresariado, sin que se consulte a nadie, sino el carácter parasitario de todos ellos, la bancarrota histórica de toda una clase social.

¿Y la izquierda?

La fabulosa crisis política en potencia obliga a la izquierda a tomar cartas en el asunto, por dos vías. En primer lugar, tiene que tomar nota de las lecciones del escándalo e intervenir como un vector de la crisis, logrando que esta se desenvuelva por completo. Por el momento, no parece estar a la altura de la circunstancias. El PTS no solo no ha tomado nota de lo que los hechos enseñan respecto al kirchnerismo, sino que salió a defenderlo por la vía de poner en cuestión la autenticidad de los cuadernos. Una fotocopia es, estrictamente, la reproducción de un original. Pero no son solo los cuadernos, comenzaron a quebrarse ya varios empresarios. Por lo tanto, o no están bien informados o los compañeros quieren salvar al kirchnerismo. De allí que insistan con la tesis de la “cortina de humo” para hacer pasar el ajuste. Cristina, agradecida. Cuando hace unos meses atrás, en un debate sobre el encarcelamiento de Lula, le preguntamos a los compañeros del FIT que harían frente a un eventual encarcelamiento de Cristina, nos acusaron de hacer futurología. Ahora que los hechos aparecen en el horizonte cercano, sabemos cómo piensan actuar: defendiendo a la ahora “compañera”. ¿Qué intereses se mueven detrás de esta defensa de Cristina? ¿Es simplemente desorientación política? Queremos pensar esto último y por eso esta carta.

El PO, por su parte, no exhibe mejores reflejos. Es cierto que no ha caído en algo tan burdo como lo hecho por el partido de Del Caño. Sin embargo, no ha propuesto ninguna orientación para intervenir. Más allá de señalar el involucramiento evidente del kirchnerismo en todo esto, no ha atinado a constituirse como un elemento dinámico en la crisis. No hay ninguna consigna concreta para movilizarse. En lugar de exigir la cárcel para todos, empezando por Cristina, Altamira concluye su nota señalando que “Es necesaria una revolución social conducida por la clase obrera…” Es decir, no tiene nada para decir de lo que hay que hacer, no solo con Cristina, sino con el macrismo y el empresariado. O lo que es lo mismo, no puede vincular estos eventos políticos con ese objetivo proclamado.

Es que, en definitiva, tanto el PO como el PTS, en diferentes grados, se niegan a romper sus alianzas implícitas con el kirchnerismo. Si no tuvieran ningún prurito en deshacerlas, dirían las cosas sencillamente: Cristina debe ir presa, como hicieron siempre con cualquier político burgués que roba. Y, junto con ella, todos los políticos y empresarios involucrados. Los K, los del PRO, los de Massa, etc. Pueden caer todos. La izquierda podría pasar a disputar a los primeros planos con solo intervenir adecuadamente. Lo que se requiere es una movilización nacional contra la corrupción. Por un Lava Jato en Argentina. Que se investigue hasta el fondo, que toda la investigación sea pública, llevada adelante por organismos que no tengan que ver con el negociado. Es decir, ajenos a la política burguesa y a la Justicia que se ha mostrado cómplice. Una investigación a fondo expondrá todas las matufias y negociados entre quienes administran el gobierno y quienes son dueños de las empresas. Por sobre todo, dejará a expuesto a ojos vista la inutilidad histórica de una clase parasitaria que ya no tiene nada para dar y a la que, en todas sus variantes, le calza con justeza el traje a rayas. Los diputados obreros del FIT deberían proponerse para presidir esta comisión y exigir su implementación con la fuerza de las calles.

Hay que averiguar por qué no se hicieron las obras inconclusas y cuántos fueron los sobreprecios de las que sí. Hay que abrir los libros de las empresas. Toda empresa encontrada culpable debe ser expropiada. Hacen falta miles de obras públicas en todo el país. Los pueblos, los barrios se inundan. Poblaciones enteras no tienen gas. No hay rutas, faltan hospitales y estamos en una emergencia habitacional, con millones de argentinos viviendo en villas miserias o directamente en la calle. Esto pasa mientras las empresas amasan fortunas con la plata de todos estos perjudicados. Las tienen que administrar los trabajadores, para realizar un plan de obras públicas que realmente solucione los problemas de la población.

Los fueros deben acabar. Para todos. Y todos los políticos deben ser investigados. Hay que pedir que, hasta entonces, los sospechosos deben ser separados de sus cargos. Incluyendo, obviamente, a los miembros del Poder Ejecutivo. Si es necesario, el presidente (como pasó en Perú y España). Es la oportunidad de mostrar el verdadero funcionamiento del Estado argentino, de la democracia burguesa y de quienes nos gobiernan en realidad y son, por lo tanto, los responsables de llevar al país a dónde está.

Hay que hacerlo ya, porque la ebullición y el escándalo es ahora. No perdamos tiempo. Llamamos al FIT a pronunciarse y organizar ya una concentración multitudinaria en Plaza de Mayo, contra la corrupción y porque se vayan todos.

Gran movilización a Plaza de Mayo.
Revocación de todos los fueros parlamentarios.
Separación del cargo de los todos sospechosos.
Por una investigación independiente.
Que se vayan todos.

Razón y Revolución

1 Comentario

  1. es increible, hoy 7 de agosto hay sendas nuevas notas del po, mejor dicho de altamira que ya no se si es lo mismo, y del pts, altamira esclarece denuncia a la burguesia nacional y alerta que la conciencia de los oprimidos debe tomar nota que esto va mas alla de un gobierno, un regimen politico, que es el sistema, correcto,pero nada mas ni un cursoposible de accion. El pts por su dirigente rosso da una posicion peor, hay que denunciar a la politica entera, no habla de clases, inventa un bonapartismo judicial como si tuviera autonomia por encima dela burguesia y el sistema capitalista y recomienda denuncia sus metodos y sus intereses,parece mentira…. esto les respondi….no entiendo bien la nota,parece de cualquier diario y no de quien se dice partido revolucionario por el socialismo, se denuncia y se recomienda denunciar los metodos e intereses del proceder de la justicia, que, de paso, no es ningun bonapartismo, es el estado burgues como los tres sujetos de la trinidad son dios, tres en uno y uno para tres….eso es todo? que siempre hubo corrupcion? quienes en terminos políticos,hoy por hoy, son la trampa para encauzar a los oprimidos? el kirchnerismo, macri y el pj no kirchnerista,no? uno es golpeado por los otros, defenderlo? porque no decir claro que todos son delincuentes, ahora probados y ademas sus mandantes, la burguesia nacional, que estan todos probados, de los k ni hablar….que curso de accion hacia adelante, denunciar? propaganda?, porque nopedirlaapertura delas causas, de los libros del estado,convocar que se vayan todos de nuevo, decir de frente que el kirchnerismo es basura cipaya, entreguista, enemiga de los oprimidos igual que sus dos pares que le disputan, que como enemigos y opresores hay que destruirlos por el socialismo, lanzar pronunciamientos, actos, etc….o sigamos denunciando pero estando con ellos por razones tácticas, es decir lavandoles la cara y fortaleciendolos….los mecanismos culturales de enmascaramiento del capital, la fetichizacion, etc es tal que pocas veces se dan oportunidades a ojos vistas de atacar al sistema capitalista y burgues con evidencias e instalar laperspectiva socialista, solo hay que diferenciarse y actuar….esperemos que seles caiga la ficha, hay otros sectores luchadores y socialistas, no los trato porque hasta ahora son peores en la pusilaminidad

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