¿Alguien cree que elegimos el cansancio? Sobre el cansancio, Byung-Chul Han y la unanimidad

en El Aromo n° 119/Novedades

Ricardo Maldonado – GCP (Grupo de Cultura Proletaria)

Como hemos tratado de demostrar en todas las notas precedentes, el cansancio es una cuestión de la mayor importancia, pero no es una cuestión individual. El cansancio es desde el surgimiento de la clase trabajadora uno de los grandes problemas que ésta tiene que resolver. El cansancio es la percepción subjetiva de la explotación burguesa. No podemos percibirla más que de ese modo. El cansancio no tiene una solución -que no sea episódica- si no se remueven las condiciones estructurales de la sociedad que las provoca.

En las notas anteriores hemos expuesto que el capitalismo avanza proletarizando cada vez mayores capas de la población. Es decir, haciendo que profesiones o actividades que se desarrollaban con una relativa autonomía, se desarrollen ahora bajo la dirección y la organización del capital. Sometidas a ritmos vertiginosos y exigentes, denunciadas de diferentes maneras por quienes los sufren, incluso aquellos pocos cuyas particulares capacidades son compradas a precios que les permiten atravesar la barrera de clase.

Pero el capitalismo no solo cambia el paisaje social transformando la estructura y la relación entre las clases, sino que también modifica y adecúa las ideas necesarias para seguir cohesionando a la sociedad alrededor de sí, de la propiedad privada de los medios de producción, la anarquía del interés individual y la explotación. Y uno de los mecanismos que mejor le funciona es el de elevar cambios secundarios o aparentes a estructuras novedosas. Dicho de otra manera, sacar al capitalismo del foco de la crítica por la vía de asegurar su inexistencia y, por lo tanto, de la imposibilidad de combatirlo porque ha dejado de existir. Se trata de dar por acabado al capitalismo, o la posibilidad de luchar contra él, para centrar las tareas que una sociedad puede proponerse en el interior de las propias relaciones de propiedad burguesas, y en el territorio político del individuo.

Byung-Chul Han 1 es que vive en un mundo parecido al nuestro, pero que no es el nuestro. En su mundo hay computadoras, pantallas, cansancio y muchas cosas más con las que nuestra percepción tropieza a cada instante. Lo que no hay es diferencias. Pareciera habitar y hablarle, a un mundo y a un auditorio en el que todos somos iguales.

Alguien tan afecto a las precisiones lingüísticas no utiliza ese método con la palabra explotación, verbo transitivo. En la vida social el resultado de la explotación es que el explotado corre distinta suerte que el explotador. En general si el explotado no le va muy mal, es porque al explotador le va muy bien, y si al explotador no le va bien, al explotado le irá tremendamente mal. Si a los dos polos de la relación les va mal, inmediatamente el explotador cesa una relación que carece de sentido para él. La autoexplotación requeriría no solamente la auto exigencia, sino la acumulación, de parte de los autoexplotados, de la riqueza que producen con su esfuerzo desmesurado.

Pero la cuestión es mucho más compleja ya que en la economía real los distintos actores económicos y las distintas ramas de la producción realizan constantes compensaciones de acuerdo a la productividad de manera que no es posible pensar la explotación siquiera como un mecanismo de un individuo con su explotador, sino que solo es pensable como la relación de una clase poseedora y explotadora con otra clase expropiada, numerosa y explotada. ¿Ese mundo ha cesado de existir? No parece que así sea, para tomar un dato muy genérico “desde el año 2010, la riqueza de esta élite económica ha crecido en un promedio del 13% al año; seis veces más rápido que los salarios de las personas trabajadoras que apenas han aumentado un promedio anual del 2%. Entre marzo de 2016 y marzo de 2017 se produjo el mayor aumento de la historia en el número de personas cuyas fortunas superan los mil millones de dólares, con un nuevo milmillonario cada dos días” 2

Es evidente que, en términos del núcleo de la explotación, es decir de la relación económica entre clases en las que una se queda con riqueza producida por la otra, no parece haber cambiado nada. La explotación, en el capitalismo, es una relación entre la clase que posee los medios de producción y la clase numerosa que ha sido expropiada de ellos y solo puede vender su fuerza de trabajo. Se entiende entonces que esta clase numerosa se extenúa trabajando al ritmo que propone e impone la otra clase. La explotación no es lo que los trabajadores piensan de la relación con su patrón o con la burguesía en general, sino esa relación por la cual se le expropia parte de su producto. Si la clase trabajadora fuera consciente de su condición de explotada como punto de partida, el funcionamiento del capital sería imposible. Esta conciencia de clase se adquiere en un complejo proceso de luchas, propaganda y organización política. Es adónde apunta la lucha política socialista, y no su punto de partida. Se explica así que los partidos revolucionarios aspiran a una hegemonía sobre la clase trabajadora bajo el capitalismo que es estructuralmente episódica, no permanente y estable. Por la simple razón que la conclusión lógica de esa hegemonía no es convivir con el capital sino tener las mejores condiciones para enfrentarlo y derrotarlo. BCH parece descubrir los elementos más básicos de la conciencia de clase, el fetichismo de la mercancía y la ideología, como si se hubieran generado la última semana. Y descubre lo que ya era conocido 150 años atrás:

La dependencia universal y recíproca de individuos indiferentes constituye su lazo social. Este lazo social está expresado en el valor de cambio, en él la actividad o el producto propio de cada individuo llega a ser una actividad y un producto para él; cada individuo debe crear un producto universal: el valor de cambio o el dinero que es ese valor aislado, individualizado en sí mismo. Por otra parte, el poder ejercido por cada individuo sobre la actividad de los demás o sobre las riquezas sociales reside en él mismo, la medida en que posea valores de cambio, dinero. Su bolsillo es el receptáculo de su poder, es decir su lazo con la sociedad” (Los fundamentos de la crítica de la economía política. C. Marx, 1858)

Recorramos algunas afirmaciones importantes:

no es la multitude cooperante que Antonio negri eleva a sucesora post marxista del proletariado, sino la solitude del empresario aislado, enfrentado consigo mismo, explotador voluntario de sí mismo, el que constituye el modo de producción presente” (PS17) para BCH un modo de producción no se define por la relación de distintas clases a la propiedad de los medios para crear y distribuir la riqueza social, sí no por la actitud individual de cada sujeto.

esclavo absoluto, en la medida en que sin amor alguno se explota a sí mismo de forma voluntaria. no tiene frente a sí un amo que lo obligue a trabajar” (PS12) Si la auto explotación es una acción voluntaria no se explica la desocupación. No podría haber alguien que quiera auto explotarse y que no pueda auto explotarse. Pero “la presión sobre el mercado laboral, compuesta por el universo de desocupados, subocupados, ocupados demandantes y ocupados no demandantes disponibles, alcanzó el 32,4% de la PEA en el primer trimestre del año” o en EE.UU. “hay un pequeño grupo de personas [que] tiene buenos salarios y aumentos salariales, mientras que la gran mayoría de nuestro mercado laboral está luchando por lo menos en uno de esos dos frentes.” 3

de este modo el capitalismo industrial muta en neoliberalismo o capitalismo financiero con modos de producción post industriales, inmateriales, en lugar de trocarse en comunismo” (PS16) o “en el modo actual de producción inmaterial” (PS22) extrañamente para un mundo pos industrial e inmaterial “durante décadas, las compañías navieras han estado fabricando embarcaciones cada vez más grandes, impulsadas por un creciente apetito mundial por la electrónica, la ropa, los juguetes y otros bienes.(…) La capacidad de los buques portacontenedores creció un 36 por ciento adicional en la década de 1990. Luego, en 2006, Maersk presentó el Emma Maersk, un buque enorme que podía contener alrededor de 15.000 contenedores, casi un 70 por ciento más que cualquier otro buque. (…) hoy en día, los barcos más grandes pueden contener hasta 24,000 contenedores” 4

hoy todos estamos dominados por una dictadura del capital. El régimen neoliberal transforma la explotación ajena en la auto explotación que afecta a todas las clases. la auto explotación sin clases le es totalmente extraña a Marx. estas imposible la revolución social que descansa en la distinción entre explotadores y explotados.” (PS18) en esta afirmación se realiza una distinción entre “el capital” y “las clases” que, como bien dice, es totalmente extraña a Marx. En principio porque BCH considera la dictadura del capital algo instalado “ahora”. En contraposición Marx consideraba la dictadura del capital como el régimen social imperante en el capitalismo más allá del régimen político particular de cada momento. Mucho más significativo es que esta explotación descubierta por BCH afecta a todas las clases. Dicho de otra manera: a Ariel Burschtin, el CEO y creador de PedidosYa y al muchacho que quizás nos llevó un pedido a nuestro domicilio esta semana no los separa ninguna diferencia de clase en la percepción de BCH para quien “la lucha de clases se transforma en una lucha interna consigo mismo” (porque) “ya no es posible sostener la distinción entre proletariado y burguesía” (PS17)

Siguiendo con sus descubrimientos tardíos afirma que “ya no trabajamos para nuestras necesidades sino para el capital. el capital genera sus propias necesidades, que nosotros, de forma errónea, percibimos como propias.” (PS19) Siempre trabajamos para nuestras necesidades (vivimos de lo obtenido cómo salario o sus equivalentes) y nunca definimos nosotros la orientación general de la sociedad porque siempre lo ha hecho la clase que la domina. Lo de siempre presentado como novedad.

La sociedad disciplinaria (…) presupone la producción. Es la época de una activa creación industrial de valor. La época de la creación de valor real ha pasado. En el capitalismo financiero actual, los valores llegan incluso a ser eliminados” (PS48) BCH (como tantos) se encuentra atrapado en el dilema: sin Marx no se puede con Marx no quieren. En este caso retoma el nombre de otro concepto marxista, el valor, para colocar bajo esa denominación algo totalmente extraño. El valor para Marx se fundamenta en el trabajo social, y por lo tanto es in eliminable mientras permanezcan las condiciones estructurales de la sociedad capitalista. En cambio, el valor de BCH es algo propio del tipo de objeto producido, e incluso, del tipo de financiación de su producción.

Insiste en definir al modo de producción por el tipo de objetos. “Este giro a la psique y con ello la psicopolítica, está relacionado con la forma de producción del capitalismo actual, puesto que este último está determinado por formas de producción inmateriales e incorpóreas. no se producen objetos físicos sino objetos no físicos como informaciones y programas” (PS42) Es difícil de justificar la insistencia en las “producciones inmateriales e incorpóreas, y objetos no físicos” cuando nos referimos al mundo de las TICs. Hoy es difícil negar esto, durante la pandemia nos dimos cuenta, de la manera más brutal, que lo “virtual” es muy material: depende de la energía eléctrica, de los aparatos que pudimos comprar y de la provisión de servicios que podemos sostener. “Internet también necesita unos 100 millones de servidores repartidos en centros de datos (los mayores reciben el nombre de granjas de servidores); unos 300 cables de fibra óptica submarinos (entre ac­tivos y en construcción, unos 900.000 kilómetros); y antenas y routers para hacer llegar paquetes de información, finalmente, a nuestros múltiples dispositivos digitales (…) Internet ayuda a mejorar la eficiencia de las industrias no digitales, que aún representan el 90% del consumo energético mundial” 5 6 7 El mundo de BCH abre nuevas interrogantes para la física, la posibilidad de la energía consumida por lo inmaterial.

A este mundo se le exagera lo insidioso y opresivo. “El Big brother digital traspasa su trabajo a los reclusos. Así, la entrega de datos no sucede por coacción, sino por una necesidad interna” (PS21) “Hoy las cosas solo tienen un valor si son vistas y expuestas, sí acaparan la atención. hoy nos exponemos en Facebook convirtiéndonos así en mercancía” (LSC116) Las cosas tienen valor si son productos del trabajo humano y si alguien las compra, o se dispone a comprarlas. FB no es más que el modo de escalar a nivel planetario lo que desde hace casi dos siglos hace la prensa, y durante todo el siglo XX el deporte y el espectáculo. Todo lo que atrape la atención es un vehículo adecuado para la publicidad, y ésta un recurso cada vez más necesario en gran escala, porque esos buques con contenedores llevan a través del mundo mercaderías que deben ser conocidas por los posibles compradores. FB no es gratis, sino que cobra por publicitar. Y compite con otros modos de hacerlo ofreciendo direccionar la publicidad a quienes han dado algún indicio de interesarse por el producto en cuestión. No “entregamos los datos” sino que deducen perfiles de venta a través de nuestras acciones en la red. ¿Quiénes lo pagan? Las plataformas se monetizan con los burgueses que publicitan. No somos mercancías por estar conectados, sino potenciales compradores de mercancías que las plataformas sólo vehiculizan publicitariamente. A los capitalistas les importa un rábano lo que pongamos en las redes, le interesa, eso sí, lo que pueden saber de nosotros como consumidores.

Al rechazar la conceptualización de las clases por su relación con la propiedad de los medios productivos, BCH experimenta una volubilidad frente a los aspectos visibles y superficiales de las diferencias cotidianas, y encuentra en ellas nuevas clases. “En una situación así, las mascarillas protectoras salvarían realmente vidas humanas. Está surgiendo una sociedad de dos clases. Quien tiene coche propio se expone a menos riesgo. Incluso las mascarillas normales servirían de mucho si las llevaran los infectados, porque entonces no lanzarían los virus afuera.” 8

El hecho de que ya no hay clases sociales, ni explotadores, ni nada que esté por fuera de la dictadura de un capital que carece de encarnación y de cuerpo, supondría que no hay tampoco ninguna necesidad de dominación. Es decir, habría dominados sin dominadores. Sin embargo “la técnica de poder del régimen neoliberal no es prohibitoria, protectora o represiva, sino prospectiva, permisiva y proyectiva. el consumo no se reprime se maximiza. No se genera escasez sino abundancia” (PS61) en un país en el que cerca de la mitad de la población se encuentra en la pobreza, un tercio no tiene vivienda propia e inmensas porciones de sus habitantes carecen del acceso a servicios básicos esta afirmación puede parecer absurda provocativa. pero podríamos tomarla con más seriedad si lo considera un reflejo del pensamiento burgués. Desde esa perspectiva una crisis no es un problema de miseria y escasez, sino de sobre producción, abundancia y falta de opciones de inversión ventajosa.

Finalmente nos encontramos con las propuestas que se desprenden de semejantes tribulaciones. Las que pueden concretarse no van más allá de la defensa de una burguesía particular. Ante la crisis económica y productiva asociada a la pandemia, la propuesta es volver a traer la producción industrial a su propio territorio: “En el pasado, la fabricación de mascarillas, igual que la de tantos otros productos, se externalizó a China. Por eso ahora en Europa no se consiguen mascarillas. (…) una enseñanza que deberíamos sacar de la pandemia debería ser la conveniencia de volver a traer a Europa la producción de determinados productos, como mascarillas protectoras o productos medicinales y farmacéuticos.” 9

Pero, aunque afirma que “en el régimen neoliberal (…) resulta imposible toda resistencia, toda sublevación, toda revolución.” (LSC109) convoca a una: “No podemos dejar la revolución en manos del virus. Confiemos en que tras el virus venga una revolución humana. Somos NOSOTROS, PERSONAS dotadas de RAZÓN, quienes tenemos que repensar y restringir radicalmente el capitalismo destructivo, y también nuestra ilimitada y destructiva movilidad, para salvarnos a nosotros, para salvar el clima y nuestro bello planeta. 10

Esto es así porque “necesitamos una nueva forma de vida, nueva de la que surge un tiempo distinto otro tiempo vital, una forma de vida que nos redima del desenfrenado estancamiento.” (LSC106) y esto se soluciona con un detenimiento del cansancio al que según BCH nos auto sometemos. Debemos dejarlo de lado y otorgarnos tiempo para la contemplación. Porque el sujeto de la sociedad de rendimiento “no se haya capacitado para una inmersión contemplativa (…) La cultura requiere de un entorno en el que sea posible una inmersión profunda” (LSC34) “la vida contemplativa presupone una particular pedagogía del mirar.” (LSC49)

Finalmente llegamos a que todo se resuelve en una cuestión pedagógica, educativa. El problema social se resuelve paulatinamente en la medida que cada individuo se auto eduque en una mirada que se permite detenerse, y por lo tanto puede detener también el cansancio auto infligido.

Se trata de la inmersión contemplativa del individuo. Porque el todo (la sociedad sin relaciones jerárquicas de propiedad) es sólo la suma de las partes. Por lo tanto, toda organización cumple una función anecdótica o parcial. El éxito de BCH radica en un auditorio de soñadores individualistas. Arrasado por la dinámica del capital suponen que eligen una vida cuyas exigencias llegan desde otro lugar. Para aquellos que sienten que se están enfermando, el lugar de inteligir que eso es el efecto de la explotación creciente y del sometimiento al capital, BCH refleja y reordena su esperanza en una salida individual. Les permite pensar que todo el malestar, del cual el cansancio es solo un aspecto, se puede resolver de manera personal.

Las organizaciones sociales son necesarias para la convivencia humana. a causa de esta necesidad no se encuadran en lo político. ni la necesidad ni la utilidad son categorías del bíos políticos. el político tiene que actuar como hombre libre, tiene que producir actos bellos, y formas bellas de vida, más allá de lo necesario para la vida y de lo útil.” (LSC112) Si las organizaciones son el terreno de la supervivencia, la política es el terreno de la libertad individual. Llegamos así al catecismo liberal progresista. Se entiende que se trata de lograr una unanimidad progresiva mediante la divulgación creciente de ideas. Prescindiendo de la organización, porque la propia sociedad carece de alguna organización, al carecer de clases, de materialidad y de conflicto.

La tendencia a la unanimidad es progresista, propone reformar lo existente a través de la filosofía, del pensamiento y la educación. Al disolver las diferencias de clase y al estado como su órgano, solo queda el obstáculo de la ignorancia, el desconocimiento del buen vivir. Tras la fachada de singularidad, el de BCH es un pensamiento uniforme y uniformador. Lejos de cualquier atisbo de humanidad. El “régimen neoliberal” es un ente deshumanizado en sentido absoluto. Y todos lo sufrimos y reaccionamos de igual manera. Es una unanimidad sin organización porque no hay necesidad de ella, la llevamos adentro. En el mundo de BCH, los seres humanos somos genéricos, iguales y sometidos por un sistema carente de diferenciaciones internas. El sujeto de BCH es puramente individual y equivalente, su ser no se define por otros sino en sí mismo. De allí que concluya en un enaltecimiento del idiota: “Solo el idiota tiene acceso a lo totalmente otro. El idiotismo descubre al pensamiento un campo inmanente acontecimientos y singularidades que escapa a toda subjetivación y psicologización.” (PS119) La salida es la inmanencia del yo, el despertar de uno mismo.

Contrariamente al pensamiento socialista que permite relacionar el funcionamiento del sistema con la acción de una clase de seres humanos, los burgueses, cuyo lugar respecto a la propiedad de los medios de producción define sus intereses comunes y sus acciones (ligadas a la acumulación) En sentido opuesto a la unanimidad esperada, los socialistas consideramos que la propia estructura de clases antagónicas tiende a situaciones de crisis explosivas, a la polarización y el enfrentamiento. El reformismo mide con la vara de las ideas abstractas que se divulgan, el socialismo revolucionario, del acceso a la reproducción vital, de los obstáculos que encuentra y de la violencia disponible para removerlos.

Una última razón para haber desarrollado una crítica a Byung-Chul Han es que uno de sus mayores divulgadores, sino el mayor, en nuestro país, es Miguel Ángel Forte. Suele encontrarle virtudes y elogiarlas, dejando discurrir nociones como la plusvalía del alma o el narcisismo como obstáculo a la conciencia de clase. Forte fue en 2019 candidato a Jefe de Gobierno por el NuevoMAS, una de las corrientes trotskistas argentinas. En este caso no nos interesa la acción individual de Forte sino la colectiva del Nuevo MAS de considerar la mejor manera de agitar su programa darle voz alguien que elogia y divulga la idea de la imposibilidad de la revolución.

Notas

  1. Las citas sin notas al pie son de Byung-Chul Han, Psicopolítica (PS) y La sociedad del cansancio (LSC) Ediciones Herder, Buenos Aires, 2014 y 2017, respectivamente.
  2. https://www.oxfam.org/es/notas-prensa/el-1-mas-rico-de-la-poblacion-mundial-acaparo-el-82-de-la-riqueza-generada-el-ano
  3. https://www.wsj.com/articles/SB12314662155756093911904582225803954288294
  4. https://www.nytimes.com/2021/03/30/business/economy/container-ships-suez-canal.html?searchResultPosition=15
  5. https://www.newtral.es/energia-centros-datos-contaminacion-renovables/20201111/
  6. https://www.data4group.com/es/responsabilidad-social-y-ambiental/los-centros-de-datos-y-el-ahorro-de-energia-son-realmente-ogros-digitales-en-terminos-de-ecologia/
  7. https://opcions.org/es/articulo/el-impacto-ambiental-de-la-nube/
  8. https://elpais.com/ideas/2020-03-21/la-emergencia-viral-y-el-mundo-de-manana-byung-chul-han-el-filosofo-surcoreano-que-piensa-desde-berlin.html
  9. https://elpais.com/ideas/2020-03-21/la-emergencia-viral-y-el-mundo-de-manana-byung-chul-han-el-filosofo-surcoreano-que-piensa-desde-berlin.html
  10. https://elpais.com/ideas/2020-03-21/la-emergencia-viral-y-el-mundo-de-manana-byung-chul-han-el-filosofo-surcoreano-que-piensa-desde-berlin.html

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