¡Vacunas YA!

La vacunación VIP generó un escándalo político enorme. No es para menos, no solo es una estafa a los jubilados y personas de mayor edad. No es solo una estafa sólo al personal de salud que lucha contra la pandemia, ni a los docentes que salen a arriesgar su vida.  Es una estafa a todos los trabajadores. Mientras nosotros ponemos el grueso de los contagiados y muertos, los que nos gobiernan, sus amigos y empresarios, consiguen sus vacunas por izquierda.

Somos nosotros los que estamos más expuestos al contagio, sea porque tenemos la obligación de laburar, porque tenemos que usar el transporte público, porque vivimos al día y se multiplican nuestras visitas al almacén en busca de lo básico. Son los obreros (ocupados, desocupados, jubilados), los que tenemos mayores problemas de salud, más obesidad, peor nutrición, problemas respiratorios y otras problemáticas producto de enfermedades laborales y de la ausencia de tiempo y recursos económicos para una vida saludable.  Los patrones y quienes nos gobiernan, en cambio, no trabajan, tienen autos de lujo con chofer incluido, acceden a las mejores prepagas y se pueden dar el lujo de encerrarse en sus mansiones. Y las vacunas las tienen ellos…

Por esto mismo, el sábado se realizó una movilización importante en todo el país. Quien buscó capitalizarla a su favor fue la oposición patronal, con el macrismo a la cabeza. Eso no debe hacernos perder de vista que el reclamo debe ser impulsado: no podemos permitir un vacunatorio VIP, mientras nosotros arriesgamos nuestras vidas. No podemos permitir que el gobierno de inútiles siga haciendo desastres con las vacunas.

Justamente, el problema está en que la izquierda trotskista abandonó esta lucha elemental por la salud obrera. El macrismo se monta sobre la bronca real, porque el trotskismo no fue capaz de pisar la calle para profundizar el escándalo del Vacunagate y luchar por una vacunación masiva. Así le da pie a la oposición a reorganizarse y al mismo tiempo le lava la cara a Alberto, justo cuando una crisis profunda amenaza a su gobierno.

Hay un hecho que muestra claramente esta alianza entre el kirchnerismo y el trotskismo. En la marcha de Plaza de Mayo se realizó una performance en la que se exhibían cadáveres embolsados frente a las rejas de la Casa Rosada. Performance similar, recordemos, a las que se realizan frecuentemente en el movimiento de mujeres para denunciar femicidios. El punto en cuestión es que estas bolsas negras llevaban un cartel con la leyenda  “Estaba esperando la vacuna pero se la aplicó…” y se completaba con diferentes nombre de dirigentes políticos, de derechos humanos, sociales, etc., todos ligados al kirchnerismo.

Frente de Todos y Frente de Izquierda salieron a denunciar esto como un acto macabro, que muestra las intenciones nazis o fascistoides de la “derecha”. Para ello tergiversan lo obvio. La bolsa negra no representan al nombre que lleva el cartel, sino a un NN que perdió la posibilidad de vacunarse porque la vacuna que le correspondía fue entregada, en función del vacunatorio VIP, a un amigo de Alberto, Cristina o Ginés. Si las bolsas no muestran a Macri o Larreta es justamente porque a ellos se les regaló la marcha.

El núcleo del asunto es que el que mencionábamos al comienzo. La izquierda abandonó la defensa de la salud de la clase obrera. No piensa abrir la boca ni pisar la calle para exigir algo elemental: la vacunación de toda la población. No solo no lo hace, sino que defiende al personal político K y lo encubre, al no reclamar una investigación profunda que devele todos los chanchullos del Vacunagate. Por eso mismo sale al cruce, de la mano de Cristina, de quienes se movilizaron el 27F.

Es necesario una nueva izquierda y una nueva coordinación de luchadores para defender nuestro derecho a la vacuna y para encausar la crisis de este gobierno hacia una salida socialista. Necesitamos ya construir un frente que exija ¡Vacunas YA! Y construir una herramienta para acabar con este gobierno de inútiles y que gobernemos los trabajadores. Para ello construimos la ANT.

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