El grupo Techint viene dando tela para cortar en esta cuarentena. En esta oportunidad, aplicando el cese de la producción –“black out”- en Siderca, presuntamente, hasta el 8 de junio. Se trata de una medida tomada después de semanas de operar con dotaciones mínimas para cumplir con sus compromisos de exportación. La empresa pretende bajar la cantidad de producción de 90 mil a 20 mil toneladas de tubos sin costura, ante la caída en el precio del barril y el freno de la actividad en Vaca Muerta. Para eso, todo el personal está afectado al régimen de suspensiones al 80% que firmó la empresa en febrero. De este modo, la crisis la seguimos pagando los trabajadores.
La situación de ajuste en la planta viene pronunciándose en el último tiempo. Paralelamente, Techint recibe compensaciones y exenciones de todo tipo por parte de todos los gobiernos, tanto el de Macri como el de Fernández. Desde hace algunos años, Tenaris viene aplicando suspensiones. Este año, la UOM Campana acordó con la empresa suspensiones al 80%. El sindicato, que se negó a organizar un plan de lucha, argumentó que el acta “paraba los despidos”. Con la cuarentena, el sindicato debió llamar a acatarla primero, para ceder después a la apertura de la fábrica. A los trabajadores, se les abonó como suspendidos con la plata de la ANSES –que ahora Rocca devuelve para eludir las nuevas restricciones financieras-. En el medio, Siderca despidió a 30 obreros tercerizados del scrap. Como se ve, el DNU del gobierno no paró los despidos ni las suspensiones. Más bien, todo lo contrario. Como advertimos entonces, los contratados y tercerizados –cuyos despidos no son considerados en el DNU- son el próximo objetivo de la patronal: van a destruir más puestos de trabajo. El ajuste se profundiza.
Furlán y la UOM no van a mover un dedo
La dirección de la UOM Campana viene jugando un papel lamentable en este ajuste. En enero se dedicaron a “resolver” los despidos, negociando nuevas suspensiones y garantizando “la paz social”. Como señalamos en un volante anterior, había que organizar una comisión de despedidos y poner en pie asambleas generales en la fábrica. La UOM no hizo ni una cosa ni la otra. De ese modo, a medida que la UOM negocia, los trabajadores estamos cada vez más acorralados. Las suspensiones fueron la puerta de entrada para mayor baja salarial y más flexibilización.
Ahora, con la fábrica parada y ante la amenaza latente de más despidos de contratados y tercerizados, Furlán y compañía guardan silencio. Hay que decir que el acuerdo que la UOM firmó con ADIMRA y otras cámaras patronales hace un mes, nos anticipa que no van a mover un dedo. La UOM admitió entonces que no considera que la no renovación de un contrato sea un “despido”. Por último, no hay novedades sobre la actualización paritaria que debería ser abril-abril. La UOM no da señales de pedir nada, cuando más que nunca es necesaria la recomposición después de paritarias cerradas a la baja. No se puede esperar otra cosa de una dirección que aplicó recortes salariales argumentando que estaban resguardando una parte del salario.
Los trabajadores necesitamos otra salida: hay que convocar a asambleas para poner en pie un plan de lucha contra el ajuste patronal. Alertamos también que una nueva salida “administrativa” como las que suele negociar la UOM Campana, solo va a significar un avance más en la ofensiva patronal. Es urgente comenzar a dar pasos para organizar la pelea contra lo que se viene.
Basta de suspensiones, despidos y recortes salariales
Asambleas y plan de lucha para derrotar la ofensiva patronal en Siderca
Que la crisis la paguen los capitalistas
Corriente Clasista Goyo Flores – Corriente Sindical de Razón y Revolución
