Cristina Kirchner, guardó durante meses un oprobioso silencio sobre el tema salud mientras los trabajadores enfrentábamos la pandemia. Previamente, durante los 12 años de gobierno kirchnerista, nada sustantivo se realizó en el área. Antes, el peronismo había sido factor fundamental en trabar las tibias reformas propuestas en los años 74 y 85, y mentor de las de signo contrario en la década del 90. Estos antecedentes obligan a interrogar qué se trae bajo la manga el Instituto Liga Patriótica cuando arremete en un tema tan sensible y de forma tan extemporánea.
Ricardo Maldonado
GISA (Grupo de Investigación de la Salud Argentina)
El oráculo de Recoleta
Esta vez el tiro, siempre estruendoso, le salió un poco ladeado. Ella que, en la mejor cultura peronista, se atribuye la resolución de problemas que ya resolvieron otros creía que ya era el momento de hablar de salud. El rebrote la descoloca un poco pero no podemos dejar de analizar que propone hacer cuando terminen los problemas. Apenas proferida la propuesta oracular comenzaron las especulaciones. El desprecio por el debate democrático se hace evidente en los constantes anuncios rimbombantes, sin propuestas precisas, ni definiciones claras. Ese fue el método utilizado para disolver el proyecto original de la ILE en las sucesivas y crecientes objeciones de conciencia.
De acuerdo a los trascendidos[i] las claves del proyecto son: Creación por ley del Sistema Integrado Nacional de Salud (Sinsa). Creación de un Fondo Nacional de Salud con el aporte de trabajadores y empleadores que será administrado por la Afip. Instalación de una nueva modalidad de elección para las obras sociales de los trabajadores. Creación de una Agencia Nacional de Laboratorios Públicos para producir medicamentos nacionales. Integración total del subsector público (Estado, provincias y municipios) con el sector de la medicina prepaga privado para crear la agencia nacional Red de Establecimientos Públicos de Toda la Argentina (Respuesta).
La estructura de nuestro sistema de salud
La actividad sanitaria se encuentra dividida en dos sectores, uno de gran visibilidad (la atención) porque es la epidermis del asunto, la que llega hasta la misma casa de los consumidores, y otra, central pero invisible (la producción) que determina por sus logros y su capacidad de acumulación, los rumbos de la atención. Sin embargo, este conjunto, 5% de la población económicamente activa, 10% del PBI, permanece oculto y desarticulado, menguando el poder contenido en sus trabajadores. La pandemia ha dejado en claro que el centro neurálgico del sistema de salud está en la industria. Tanto desde el punto de vista de las soluciones necesarias, como del de la rentabilidad de la rama. Ante la crisis mundial, la resistencia se encaró con recursos tradicionales y conocidos (aislamiento y recortes a la circulación) socialmente imposibles de sostener de manera permanente, pero las soluciones de fondo, es decir la ofensiva contra la enfermedad, se anclan en la frontera tecnológica: los anticuerpos monoclonales, productos como el redemsivir para los tratamientos y las novedosas (nunca antes utilizadas en esta escala) vacunas de ARNm y ADN. No se puede perder de vista esta prueba de la centralidad de la industria y la tecnología, los valientes y comprometidos trabajadores de salud, han soportado el asedio del coronavirus con una incesante guerra de guerrillas, con demasiadas bajas y algunos resultados favorables por momentos, pero una guerra no se gana con guerrillas sino con un golpe poderoso al corazón enemigo, y ese golpe sólo puede producirlo la vacuna. Sobre este corazón industrial no hay ninguna propuesta de cambio. De hecho, el principal burgués local del sector, Hugo Sigman de Sinergium Biotech, es un socio privilegiado del gobierno, y los otros laboratorios nacionales de punta, Elea, Bagó, Gador, Roemmers o Richmond, compiten en este segmento. No se menciona en el proyecto la necesidad, y mucho de menos la disposición de reorganizar, unificando y racionalizando, todas estas plantas, y recursos científicos y productivos, para crear un conglomerado en condiciones, por ejemplo, de anotarse en la carrera por las vacunas. La articulación de laboratorios públicos sólo sería, sin tocar lo importante, una reedición de la EMESTA, la Empresa Medicinal del Estado creada en 1946, que agrupaba empresas expropiadas a los alemanes y otras nacionales para incidir sobre los precios a través del mercado, pero que, ya al año siguiente, dejaba los antibióticos (el equivalente a la vacuna Covid de la época) en manos cuasi monopólicas de la yanqui Squibb & Sons.
A este gran problema la propuesta del oráculo de Recoleta no se propone, ni puede, solucionarlo.
Por otro lado, es sabido que el sector salud se encuentra fragmentado, pero esta afirmación general debe precisarse si se quiere analizar su dinámica y, en ella, las perspectivas del anuncio de CFK. Una fragmentación sensible para los trabajadores de salud es la variedad de modos de contratación que dividen y se proponen (y hasta cierto punto lo logran) oponer a los trabajadores entre sí. Es un producto de dos procesos entrelazados, el relativamente tardío abandono del artesanado en el sector, y la política consciente de la burguesía de profundizar las divisiones corporativas. Ningún atisbo de solución a esta fragmentación está en las intenciones del kichnerismo. ¿Cómo se puede afirmar tan tajantemente esto? Simplemente porque para ello no es necesario ninguna reforma ni nada tan grandilocuente, simplemente alcanza con que Nación, y provincia de Buenos Aires y, al menos, las otras provincias que responden a las directivas emanadas del think thank de Recoleta coloquen a todos sus trabajadores en situación regular. Si no lo hacen (y si no lo hicieron y profundizaron la situación actual en mandatos previos) es porque comparten con los otros políticos burgueses la voluntad de aprovecharse de esta debilidad. En este mismo momento el kirchnerismo está aprovechándose de una de las formas de contratación más negreras (las becas IRAB) para dejar sin trabajo a algunos y doblegar totalmente a los que quedan, en toda la extensión de la provincia. Los hechos revelan claramente que la meta K no es revertir sino profundizar las divisiones entre los trabajadores para medrar sobre ellas. Revertirla es la tarea inmediata y central de los luchadores y activistas, ya que sobre ella se montan los proyectos y decisiones antiobreras.
A este gran problema la propuesta del oráculo de Recoleta no se propone, ni puede, solucionarlo.
La tercera cuestión importante es la que afecta la atención, dividiéndola entre las actividades rentables (la llamada crema) y todo lo que afectaría gravemente a la vida social pero no es fuente de negocios (que llamaremos sedimento). Estos sectores no son en absoluto antagónicos, sino complementarios: funciona la salud privada porque se monta sobre la salud pública. Entonces no hay dos sectores opuestos sino complementarios y unidos por vasos comunicantes muy fluidos, el sector público y el privado. Al comienzo de la década del 50 Ramón Carrillo vaticinaba el desarrollo futuro de un sector privado complementario del público y de la seguridad social. Pero ese sector era, en ese momento, incipiente y la rama todavía artesanal. Pero en el último cuarto del siglo XX ese sector privado logra finalmente desarrollarse, la actividad privada se consolida en los sectores de recursos (pudientes en la particular terminología del ministro católico) y la pública se mantiene estable en su envergadura, con la función de recoger todo el universo de la pobreza, de los trabajadores sin obra social, ni otros recursos. O sea, aquello que no le interesa ni le sirve, a la salud privada. Consecuentemente con el carácter de ese desarrollo, en el último medio siglo el sector privado pudo acumular porcentajes superiores al 75% de todos los recursos de alta tecnología. Vemos repetirse en la atención lo mencionado para la producción, dónde el sector privado posee los laboratorios de punta y los productos de gran valor agregado. Así, más que privada y pública, hay una salud tecnificada y desarrollada para los estratos altos y otra salud básica y empobrecida para los que contribuyen a la acumulación. La sostenida crisis económica de la última década disminuye la primera y amplía las obligaciones de la salud pública, a riesgo de producir un debacle sanitaria y social. Para la burguesía (y lo prueban los salarios de la salud pública y sus inversiones de capital) se trata de mantener el mínimo nivel de atención que permita evitar ambos estallidos, el sanitario y social, con el mínimo costo económico. En términos de un documento elaborado el año pasado se trata de lograr “un sistema mixto con centralidad en el subsector público, de carácter federal, pero fortalecido y articulado en una red nacional, con municipios crecientemente involucrados en la construcción de un primer nivel con capacidad resolutiva”[ii]. Lo que deja a las claras que no hay ninguna estatización propuesta,[iii] sino la organización de lo básico con predominancia estatal (“primer nivel con capacidad resolutiva”) y lo rentable de alta concentración tecnológica en manos privadas, cómo lo expresa ese párrafo.
Por lo tanto, a este gran problema la propuesta del oráculo de Recoleta no se propone, ni puede, solucionarlo.
Compendiando esta primera parte, ninguno de los graves problemas que afectan al sistema sanitario argentino en relación a la salud de los trabajadores tiene solución en la perspectiva de la propuesta kirchnerista, e incluso, las acciones prácticas aplicadas en el gobierno van en sentido contrario. En la segunda parte expondremos que es lo que sí se proponen hacer en este terreno. El cuarteto básico de la política de Cristina se compone de búsqueda de impunidad, subsidios a capitales ineficientes, obtención de caja para financiar su aparato y disciplinamiento de los rivales políticos. La reforma aspira a, al menos tres de ellos.
[i] https://www.mdzol.com/politica/2021/1/8/cinco-claves-de-la-reforma-la-salud-privada-que-planea-el-gobierno-131401.html
[ii] https://www.infobae.com/politica/2021/01/07/alberto-fernandez-endurecio-su-discurso-sobre-las-prepagas-y-se-volvio-a-agitar-el-fantasma-de-la-temida-reforma-del-sistema-de-salud/
[iii] https://www.cronista.com/economiapolitica/Estatizacion-del-sistema-de-salud-fuerte-pelea-por-el-manejo-de-una-caja-de–800-mil-millones-20210105-0030.html
ME PREGUNTO EL SISTEMA ANTERIOR FRACASO, QUE PASO CON LOS MILLONES PESOS/DOLARES QUE MANEJARON SINDICATOS?….. NO HUBO INVERSION?…… QUE INFRAESTRUCTURA PUBLICA HAY?…… POR QUE LA AFIP?….ESE ORGANISMO COBRA IMPUESTOS….. POR QUE NO CIENTIFICOS, TRABAJADORES Y ESTADO …… LOS SINDICATOS SIGUEN O DAN UN PASO AL COSTADO,DIGO LA BUROCRACIA,HAY QUE VER BIEN…. BUE LOS QUE SABEN … LOS PRIVADOS ACCEDEN A COMPARTIR P EJ. INFRAESTRUCTURA… APARATAJE MEDICO,EQUIPOS DE ALTA COMPLEJIDAD?, NADIE REGALA NADA EN EL MUNDO CAPITALISTA
Que colección de mentiras es esta nota, son un satélite de clarín? Citan como fuentes a infobae??? Al cronista???
Pffff