Nada nuevo bajo el sol. El supuesto giro mercadointernista de China – Bruno Magro

en El Aromo nº 51

Anhui-china En anteriores ediciones de El Aromo1 explicamos la importancia del  mercado exterior como motor del crecimiento de la economía china. La  dinámica de sus exportaciones depende de la demanda de los  consumidores norteamericanos y de la eurozona. Desde finales de 2008,  y tras diez años de crecimiento consecutivo, las exportaciones chinas  continúan cayendo y se extendió el cierre de fábricas y el aumento del  desempleo2. Frente a este panorama, el gobierno del gigante asiático  adoptó medidas para estimular el mercado interno para frenar la caída del PBI. Algunos ven en éstas un cambio radical en su dinámica de acumulación que apuntaría a una superación “nacionalista” de la crisis de la mano de expandir el deprimido consumo de la masa de la población china. Se abandonaría entonces la expansión basada en la competitividad internacional vía bajos salarios. Sin embargo, como mostraremos, las medidas adoptadas sólo expanden el capital ficticio sin solucionar los problemas de fondo, en cuanto a la importancia de las exportaciones para el devenir chino. Por lo que las perspectivas de una caída de su economía siguen estando planteadas, pese a recuperaciones circunstanciales.

Patear la pelota

A principios de noviembre de 2008, el gobierno chino anunció un plan de estimulo fiscal por 586 mil millones de dólares, el cuál contemplaría los próximos dos años. Junto al mismo, también implementó una política monetaria basada en la creación de nuevos préstamos bancarios, con el propósito de estimular el consumo y la inversión, y con ello, suavizar la caída de las exportaciones netas.
En el último trimestre, si bien se registró un leve repunte en el PBI, las exportaciones chinas continúan en caída libre bajo la luz de una economía mundial que aún no ha logrado salir de la recesión -el PIB de EEUU cayó -0,7%  y el de la Eurozona lo hizo en -0,1% durante el segundo trimestre de 2009. Como analizaremos la leve recuperación de la economía china lejos de expresar el inicio de un ciclo expansivo, es un paso más en el avance de una crisis que todavía no fue resuelta.
Las exportaciones chinas vienen en franco retroceso desde finales de 2008. Entre enero y agosto de 2009 cayeron -22,07% en relación a igual período de 2008. Por su parte, el superávit comercial entre enero y agosto de 2009 fue de 123,61 mil millones de dólares, retrocediendo en 47 mil millones de dólares, frente  a los 170,63 mil millones de dólares de superávit registrados en igual período de 2008.
La crisis internacional obligó al gobierno chino a reorientar el rumbo de la economía china. El 9 de noviembre de 2008, el premier chino Wen Jiabao anunció un paquete de estímulo fiscal por un valor de 586 mil millones de dólares –el 13,3% del PIB chino–  y la implementación de un plan de asistencia social y de recortes en las tasas impositivas al consumo buscando elevar el ingreso disponible, mejorar el poder de compra de los trabajadores rurales y urbanos. El plan fiscal anunciado por el gobierno involucró un incremento de la inversión pública en infraestructura (ferrocarriles, subtes, autopistas y viviendas) a fin de suavizar la caída de en la inversión privada y el empleo, a raíz de la contracción del sector externo.
Por último, el gobierno buscó estimular el consumo y la inversión privada mediante la implementación de créditos baratos. Entre enero y agosto  de 2009, la creación de nuevos créditos bancarios alcanzó los 1,2 billones de dólares (aproximadamente el 25% del PIB chino).
Entre enero y junio de 2009, el PIB chino creció el 7,1% en relación a igual período de 2008. Contrario a lo sucedido con anterioridad, la inversión y el consumo lideraron el crecimiento del PIB, contribuyendo con el 6,2% y el 3,8% respectivamente. Por su parte, la contracción de las exportaciones netas, como consecuencia de la crisis internacional, impactó negativamente en el crecimiento de la economía china, disminuyendo el crecimiento del PIB en un -2,9%.

Cambiar para que nada cambie

Para el 2009, las autoridades habían proyectado nuevos créditos por 730 mil millones proyectados3. Sin embargo, desde inicios de 2009, el gobierno se encargó de flexibilizar las regulaciones e instó a los bancos a prestar tanto para consumo como para inversión.  Durante los primeros ocho meses de 2009, el sistema bancario chino liberó nuevos préstamos por un valor cercano a 1,2 billones de dólares, esto es, un 200% superior al monto creado en igual período de 2008 y muy por encima del total proyectado para todo el 2009.
Se estima que entre el 22% y el 33% del total de los nuevos préstamos creados durante los primeros ocho meses de 2009 tuvieron como destino el mercado inmobiliario y el mercado de valores. Es decir, que entre 1/5 y 1/3 de esos fondos no tuvieron como destino la creación de activos fijos, sino actividades de especulación, es decir, actividades estimuladas sobre la base de precios artificiales y cuyas posibilidades de realización de dichas ganancias puede que no tengan ningún correlato con la realidad. La política de “crédito barato” si bien puede generar cierto alivio en lo inmediato, en la medida en que esté basado en la creación de capital ficticio, es tan sólo una postergación de la crisis4.
En este sentido, desde inicios de 2009, el índice compuesto de valores de la bolsa de Shangai creció un 70%. Según datos del Bureau Nacional de Estadísticas china, durante agosto de 2009, los precios inmobiliarios correspondientes a 70 ciudades grandes y medianas subieron un 2%, 1,2 puntos porcentuales por encima del valor mayor al registrado en julio de 2009. En dicho período, algunas ciudades chinas registraron subas muy por encima del valor alcanzado para las 70 ciudades. Tal es el caso de las ciudades de Ningbo, Yinchuan y Xining, donde el aumento de los precios de las casas fue de 7,4%, 6,8% y 4,9% respectivamente en relación a igual mes de 20085.
Durante el primer semestre de 2009, el consumo creció un 16,6% en términos reales en comparación con igual período de 2008. Dicho incremento estuvo liderado por un aumento del 31,7% en vivienda y un 17,7% en la venta de automóviles. En cuanto a la inversión, su evolución durante la primera mitad de 2009, el aumento de la inversión en activos fijos fue del 33,5%, mientras que correspondiente a las zonas urbanas y rurales el incremento fue del 33,6% y del 32,7% respectivamente y en términos interanuales. El 41,4% del total del incremento de las inversiones en activos fijos urbanos correspondió a las empresas en poder del estado6.
Al descomponer dicha cifra, observamos que un 57% del aumento fue producto de las inversiones en infraestructura anunciadas por el gobierno chino en noviembre de 2008. Por su parte, la inversión en ferrocarriles  se incrementó en un 126,5% durante el período de referencia7.

De burbuja en burbuja

La recuperación de la economía china durante el segundo semestre de 2009, estuvo liderada por un crecimiento del consumo y de la inversión doméstica sostenidos a partir de la creación de nuevos préstamos bancarios a tasas de interés baratas y la ejecución de 173 mil millones en proyectos de infraestructura específicos, según el plan anunciado en noviembre de 2008. Diversas fuentes estiman que entre el 22% y el 33% de dichos nuevos créditos han sido utilizados para financiar actividades especulativas o basadas en la promesa de participación de ganancias futuras que no podrán ser materializadas y que no son otra cosa que una forma de postergación de la crisis8. Es decir, las bases de esta aparente recuperación de la economía china durante la primera mitad de 2009, no fue otra cosa que más de lo mismo: la creación de más “capital ficticio”, el cuál se suma a los dólares y bonos del tesoro “emitidos” por el gobierno norteamericano con el propósito de financiar sus déficits fiscales y comerciales y que China ha venido acumulando en sus arcas9 a raíz de su dependencia del mercado norteamericano para colocar sus exportaciones.
En consecuencia, mientras las exportaciones chinas siguen en caída, lo que se estaría presentando como cambio de tendencia no se trata de una “genuina” recuperación, sino más de lo mismo. Este supuesto giro “mercado internista” es la forma que tiene china para postergar lo que tarde o temprano se presenta como impostergable: el estallido de la crisis capitalista con “rostro chino”, como consecuencia de su imposibilidad para hacer efectiva las promesas de pago futura que ha ido acumulando a lo largo de esta década, por medio de sus exportaciones hacia “occidente”, y más precisamente, hacia EEUU.

Variación interanual real de las exportaciones chinas al resto del mundo (a precios constantes  2000=100)

Fuente: Elaboración OME en base a datos www.china.org.cn

NOTAS
1Magro, Bruno: “Triángulo barranca a bajo. Acerca de la crisis mundial y sus efectos en la economía china”, Suplemento OME, El Aromo nº 45.
2Magro, Bruno: “Operación dragón. La crisis mundial y la situación china”, Suplemento OME, El Aromo nº 46.
3China Watch: “China flawed economic recovery”, Observations by David Mahon, verano de 2009
4Dror Poleg: “Where are China´s New Bank Loans Going?”, Drorism, 28/08/2009.
5Xiong, Tong: “Housing prices in China rise 2% in August”, en China View, 10/09/2009.
6National Bureau of Statistics of China: “Total investment in fixed-assets kept surging in the first half of this year”, 17/07/2009.
7Research Institute of Economy, Trade & Industry (REITI): “Chinese economic recovery under way – concert about an asset bubble and inflation on the rise”, 31/07/2009.
8World Bank Office, Beijing: “Quaterly Update”, June 2009, pp. 16.
9Magro, Bruno: “China y sus dólares. Los intentos infructuosos del gigante asiático por evitar la devaluación  y perder sus reservas”, Suplemento OME, El Aromo nº 49.

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