Por Santiago Ponce
La suspensión de clases y el inicio de la educación a distancia como producto de la pandemia, desnudó los límites de la política digital. En otro lugar, presentamos un cuadro general del problema y mostrábamos cómo hacia 2019, sobre un total de 49.000 escuelas en todo el país, solo 18.000 estaban conectadas a internet. A su vez, la distribución de equipamiento digital a alumnos y docentes estaba lejos de ser masiva. Tanto Nación como las provincias se dividieron los niveles a atender: secundaria, la primera; primaria, las otras. Sin embargo, ambos esfuerzos mostraban que, por lo menos, un 40% de los alumnos se encontró al margen de unos y otros. En general, el kirchnerismo se excusa de sus largos doce años de gestión cargándole la culpa al macrismo que gobernó los últimos cuatro años. Según los representantes del gobierno de los Fernández, si hoy hay desigualdad digital es el resultado de discontinuar el programa Conectar-Igualdad. Omiten, claro, el lanzamiento del Aprender Conectados en 2018. Programa que, además, pretendió abarcar los niveles iniciales, primario y secundario dejando de lado la distribución por segmentos de la etapa anterior. También su “apuesta” a la robótica y la programación ya desde 2015. En otros números nos ocupamos de los límites de esas empresas al calor de la degradación educativa. Unos y otros evidencian los mismos límites: esos que les impone su clase.
Dicho esto, resulta importante examinar qué hizo el macrismo en la Ciudad de Buenos Aires en materia digital. Creemos que es ilustrativo porque es ése su “bastión” histórico y, además, implica ver el cuadro de situación en la ciudad más rica del país.
La estructura del Plan Sarmiento
El Plan Sarmiento fue presentado como el camino hacia la innovación en los procesos de enseñanza y aprendizaje, en el marco de los desafíos que planteaba la sociedad digital. Si bien desde los ’90 estas ideas aparecen fragmentadamente en la política educativa, de seguro a ningún gobierno se le ocurrió que le tocaría recorrer este camino que estamos atravesando en la actualidad. El objetivo del plan era promover la calidad educativa con “igualdad de oportunidades” favoreciendo la “inclusión socioeducativa”.[i] Según los anuncios oficiales, buscaba promover innovaciones pedagógicas dando respuesta a los cambios en la cultura y la comunicación.
En 2010 se llevó a cabo la primera prueba con el “Proyecto Quinquela” que aspiraba a repartir una computadora por alumno. Las escuelas elegidas eran seis, pertenecientes a los distritos 5° y 6°, en sintonía con la zona de influencia del Distrito Tecnológico de la Ciudad de Buenos Aires (ubicado en Parque Patricios). La zona había sido elegida desde el 2008 para concentrar los negocios ligados a la industria de la informática, la robótica, la producción de hardware y software.[ii] En esa oportunidad, la prueba piloto alcanzó a 800 alumnos y 70 docentes.[iii]
Con distintas fases y objetivos, el Plan Sarmiento iba dirigido a todos los niveles: Inicial, Primario y Secundario. Obviamente, cada nivel contempló una acción distinta, pero el programa estableció tres niveles de acción 1) infraestructura tecnológica; 2) estrategia y formación; y 3) plataforma digital colaborativa. Resulta importante saberlo porque habla de las dificultades con las que se encontraron cientos de miles de alumnos y docentes porteños a la hora de desplegar la educación remota.
En materia de infraestructura tecnológica, la fase I se extendió entre el 2011 y 2016 y se ocupó de instalar la base material del plan, es decir, dotación de equipos y aulas digitales. Al equipamiento se sumó la conexión a internet, a través de WiMax, una red inalámbrica, señal lenta y de mediocre recepción que, más tarde, sería reemplazada. El plan se puso en marcha durante el 2011 como parte del “Plan Integral de Educación Digital” (PIED) porteño, pero al lanzarse a nivel nacional el “Conectar Igualdad”, la ciudad inició tareas en conjunto dando lugar al “Conectar en la Ciudad”.[iv] En esta primera etapa, se alcanzaron a 85 establecimientos secundarios, 2 escuelas especiales y 20 institutos de formación docente. Al finalizar esa primera etapa esperaban alcanzar 580 escuelas, entregar netbooks para 150.000 estudiantes y para 15.000 docentes. [v]
En 2017, con el inicio de la segunda fase, se amplió el alcance del Plan Sarmiento para abarcar también los niveles Inicial y Secundario.[vi] Ese mismo año se realizó un censo en el nivel inicial cuyos resultados arrojaron que, sobre un total de 141 jardines relevados, solo 44 contaban con atelieres digitales. En esas con plataforma previa, se repartieron tablets y a 42 de ellas un proyector.[vii] La mayoría de las restantes contaban con conexión a internet. El plan preveía armar 148 atelieres digitales y repartir4.365 netbooks a docentes y directivos.
En el nivel primario, durante 2017, se realizó un recambio en el equipamiento de 39.102 alumnos de 4° o 5° grado a quienes se les remplazaron netbooks por tablets. Además, se suministraron carros con tablets para alumnos de 1º grado siguiendo el concepto de laboratorio y uso de la tecnología en la escuela. En efecto, de 1º a 3º grado las aulas digitales con entre 15 y 30 tablets reemplazaron la distribución individual de equipos. En total, y hasta 2017, se habían repartido 341.634 netbook en el nivel primario, un número global que no permite chequear cambios y reemplazos de equipos o zonas prioritarias. Para el nivel secundario se descansó ampliamente en el programa de Nación. Se eligió el modelo de “laboratorio digital” o atelier lo que implica que las computadoras o tablets solo están disponibles en la escuela y su uso se limita al del horario escolar.
En paralelo a la ampliación de la base tecnológica, se establecieron organismos de coordinación y supervisión. En ese contexto, se creó el InTec, en el 2008, y la Gerencia Operativa de Incorporación de Tecnologías (InTec). El área promueve la implementación de las TIC, integrando los procesos de enseñanza y aprendizaje a la cultura digital. Desde allí se articula la función del Acompañante Pedagógico Digital (APD). Este organismo, a su vez, articula con la Coordinación Pedagógica de la Dirección Operativa de Incorporación de Tecnologías (DOINTEC), creada en 2010, para centralizar la política de educación digital. En el marco del PIED, la figura del Facilitador Pedagógico Digital (FPD) busca acompañar a los docentes como “par pedagógico” en la formación y planificación de las actividades. Brinda asistencia para la selección de los materiales y las actividades propuestas en el marco de las nuevas tecnologías.[viii] La pandemia reveló la importancia de estos facilitadores y también la necesidad de contar con suficiente cantidad por escuela, no solo en momentos excepcionales sino también para cumplir esa meta que se dice querer alcanzar: la inclusión digital.
Dentro de las acciones de capacitación, se realizaron 7.491 actividades entre cursos, talleres y charlas sobre seguridad en Internet. Formación que logró alcanzar a 174.381 asistentes.
A su vez, algunos distritos avanzaron en la conformación de un Campus Virtual de Educación Digital lo que facilitó, luego, el armado durante la pandemia del portal Mi Escuela.[ix]
Ya en 2018 y 2019, el gobierno porteño lanzó distintos programas destinados a capacitaciones en programación. Para el nivel primario, “Aprendé Programando, primeros pasos” (de modalidad presencial) se dirigió a estudiantes de 4° y 5° grado de la primaria que quisieran iniciarse en la programación. En su primer cuatrimestre de 2019, tuvo un egreso de 1.600 estudiantes. Para el nivel secundario, “Aprendé Programando, 3.0”, de modalidad semipresencial, fue destinado a alumnos de los tres últimos años de escuela media o de técnicas, tanto de gestión estatal como privadas, y de educación de adultos CENS y Terminá la Secundaria 2000. También una sublínea atiende al nivel terciario.
A través de estas distintas medidas, el gobierno de Macri primero y de Rodríguez Larreta después buscaron mostrarse como pioneros de la escuela del futuro empezando por la “inclusión” digital. El desarme que, en todo el país, mostró la pandemia permite problematizar sobre el alcance y las estrategias de las distintas medidas.
Entrega de netbooks y la conectividad en los barrios
El 8 de junio se conoció una sentencia del Juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario N° 2, a cargo de Roberto Andrés Gallardo. El fallo ordenaba al Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, la entrega a estudiantes en situación de vulnerabilidad social de “elementos tecnológicos pertinentes para que puedan acceder a los servicios virtuales brindados por el propio Gobierno de la Ciudad”. Además, se dispuso que, en un plazo de cinco días, se instalaran los equipos tecnológicos para la transmisión de internet inalámbrica en todas las villas de la Ciudad. Previendo inconvenientes o impedimentos técnicos, el fallo estableció que “el GCBA deberá entregar un dispositivo móvil con línea de datos para el acceso a internet al grupo familiar que esté integrado por niños, niñas y/o adolescentes que concurren a establecimientos educativos de nivel primario”. [x]
En la Ciudad de Buenos Aires, el peronismo de la mano del Frente de Todos impulsa proyectos que mejoren las clases virtuales, aunque haga oídos sordos de sus responsabilidades a nivel nacional. Por ejemplo, se redactó un proyecto para que el gobierno de la Ciudad haga acuerdos con empresas de telefonía móvil e internet que garantice la libre navegación en portales de contenidos educativos. Pero la ley no ha sido tratada. A nivel nacional, existen proyectos similares presentados por el más amplio espectro político, incluyendo a la izquierda trotskista. Sin embargo, a casi cuatro meses del inicio de la educación remota hoy día no hay una solución definitiva en esa dirección.
¿Y el fallo? Bien gracias. Se calcula que, en la Ciudad de Buenos Aires, la conectividad es de 111,7%. Es decir, que una cantidad importante de familias cuentan con más de una forma de acceso.[xi] Sin embargo, la desigualdad también alcanza a la ciudad más rica del país. En definitiva, que un fallo siente precedentes habla de esa situación. Según los datos del Observatorio Argentinos por la Educación, en todo el país, un 20% de los alumnos del nivel primario no tenían contacto con sus maestros por no tener pc ni conectividad, en determinadas jurisdicciones ese valor trepa al 40%. Además, que cuentan con algún tipo de conectividad no habla de la calidad del servicio que se ha visto recargado en esta pandemia si sumamos el teletrabajo de la familia y la simultaneidad de la escolarización virtual de más de un alumno en edad escolar por hogar. En la Ciudad de Buenos Aires, el porcentaje de alumnos sin conectividad, es de 7,2% de estudiantes primarios según los datos de 2018, al que se adiciona otro número idéntico para el nivel secundario.[xii] La cifra queda corta a poco de incorporar otros indicadores: por lo menos el 10% de las familias de CABA vive en villas o asentamientos. Con lo cual es probable que haya más pibes que no tengan conectividad y otros a los que su “conectividad” no les alcance para mantenerse al día en su escolaridad.
En este cuadro, un tsunami de notas periodísticas advirtió sobre esta situación. Como contrapartida, en el marco de emergencia sanitaria, el Gobierno de la Ciudad aprobó la Resolución N° 7-GCABA-SSTES/20. La misma dispone la entrega, en préstamo, del equipamiento que se encuentran en los Establecimientos Educativos de la Ciudad. Esas netbooks del Plan Sarmiento, abandonadas en los laboratorios Informáticos y Atelieres sin uso desde que empezó la cuarentena son las que se van a repartir. Nada de esfuerzos extra. Sin embargo, la distribución en comodato tiene serios límites. Por un lado, porque la Subsecretaría de Tecnología Educativa y Sustentabilidad estableció que solo se alcanzarían a los “beneficiario(s) de la Asignación Universal por hijo (AUH)” que no contaran con ningún tipo de herramienta digital. No importa si toda la familia comparte una misma computadora o teléfono celular.[xiii] Además, buena parte de la lógica con la que se piensan los programas es apuntalar las bases punteriles de macristas y kirchneristas en tanto su eje está puesto en ver quién saca más puntos en los ahora llamados “barrios vulnerables” obreros. La izquierda no tiene que avalar el fallo de un juez que busca construir políticamente a las organizaciones kirchneristas, sino universalizar el reclamo de las netbooks y pelear por mejorar las condiciones pedagógicas de esa población. Si no lo hace es porque apela al acompañamiento pedagógico para, según su razonamiento, evitar una improbable virtualización de la educación, en el futuro. Aclaran que no podemos educar sino acompañar. Así las cosas, no se llega a ver siquiera la lógica con la que defiende que cada alumno y docente debe contar con recursos técnicos elementales si luego no está dispuesta a poner esas herramientas en uso. Para peor, en su accionar, reduce el trabajo docente a la de escucha y de contenedor.
Pelear por lo nuestro
La pandemia hizo que, a cada paso, se mostraran los límites de la clase que nos gobierna. Mientras Trotta supone que resolverá los problemas de conectividad de millones de alumnos repartiendo las computadoras que “encontró” en el inventario de la SIGEN y se prepara a “fabricar” otras 300.000 para abastecer al resto del país. Larreta apela a desempolvar lo que ya está instalado en las escuelas. Lo que es evidente es que unos y otros son incapaces de contemplar una solución para el conjunto de la clase. Su asistencialismo se limita al sector más pauperizado, en el mejor de los casos. Sin embargo, nuestros alumnos aún aguardan una respuesta transcurridos más de cuatro meses. Mientras las respuestas que se acumulan son formales o arriesgan la salud de millones (no evaluar, patear el problema para más adelante, una presencialidad formal); mientras apenas descomprimen algunas de nuestras demandas (actos públicos para vacantes) o se burlan de nuestros reclamos (herramientas por créditos en 36 cuotas), nosotros en cambio sí sabemos hacia donde ir. Mejorar las condiciones materiales de estudio de nuestros alumnos nos dará un mejor plafón para sortear el peor año de la educación argentina. También necesitamos urgentemente la dotación de herramientas tecnológicas a cada alumno y docente, reconocimiento de mayores costos educativos a docentes y familias, wifi gratuito para que no cercenen nuestras iniciativas pedagógicas a los portales oficiales, reconfiguración del proceso pedagógico: diagnóstico del cuadro de situación, conformación de grupos pequeños, más docentes por curso en pareja pedagógica, plan integral de acción. Todo esto debe ser acompañado por más personal de apoyo suficiente. Sin conectividad el problema no se resuelve, limitar la solución a ella es una quimera.
[i] https://www.buenosaires.gob.ar/sarmientoba/docentes/plan-srmiento-ba
[ii] https://www.openit.com.ar/distrito-tecnologico/?gclid=Cj0KCQjw3ZX4BRDmARIsAFYh7ZIAXcwOBxUvpYhLqFhhT7x4IuHT-lC3TEK5_yFIkVkcRFt4LZdhXW0aAiRwEALw_wcB
[iii] https://tecnoeducativas.files.wordpress.com/2010/10/informe_1_a_1_-_final3.pdf
[iv] https://tecnoeducativas.files.wordpress.com/2012/07/te-2012-01-tpf-fernando-alfabetizacion-digital-y-tecnologica-en-el-plan-sarmiento-ba.pdf
[v] Experiencias de primaria digital, en “Las Política TIC en los sistemas educativos de Energía“, Ed. Unicef, Buenos Aires.
[vi] https://www.buenosaires.gob.ar/sites/gcaba/files/ueicee2018_seguimiento_plan_sarmiento.pdf
[vii] http://bde.operativos-ueicee.com.ar/documentos/565/download
[viii] https://educaciondigital04.wixsite.com/educaciondigital04/blank-1
[ix] https://direccionprimaria.wixsite.com/caba
[x] http://tiempojudicial.com/2020/06/08/el-gobierno-porteno-debera-garantizar-el-acceso-a-internet-a-estudiantes-de-barrios-vulnerables/
[xi] https://www.tiempoar.com.ar/nota/el-gobierno-pone-3800-millones-para-dar-conectividad-a-barrios-populares-e-instituciones-publicas?fbclid=IwAR2IdPOPtFhyMe1MCDvy11ztZ1HBOV6vPD5MiqIP0WN_TV08Z_G9u7Gvni8
[xii] https://www.telam.com.ar/notas/202004/458220-casi-20-alumnos-primaria-no-accede-internet-argentina-informe.html
[xiii]https://documentosboletinoficial.buenosaires.gob.ar/publico/PE-RES-MEDGC-SSTES-13-20-ANX.pdf
