Frente a la claudicación de la CD de Ademys, tenemos que concurrir a la asamblea del martes 06/04 para impulsar un plan de lucha real contra cualquier tipo de presencialidad en las escuelas.
Tras la muerte del compañero Jorge Langone, los distintos gremios docentes de la ciudad se pronunciaron lamentando este hecho. UTE, como era de esperar, solo llamó a una jornada de luto y volvió a levantar el rechazo a la eventual flexibilización de los protocolos sobre la que pretende avanzar el gobierno de la Ciudad. Es decir, tras la pérdida del compañero, la conducción kirchnerista del gremio porteño más grande, solo atina a pedir que no se modifique este protocolo que mandó a la muerte a Jorge. Si no se opone a la presencialidad como tal es porque sería ir en contra de su propia dirección nacional, los Fernández. Recordemos que el docente muerto en CABA es uno de los 10 que ya murieron a nivel nacional por haber sido obligados a la presencialidad. En otras palabras, fueron asesinados.
Por su parte, Ademys, gremio más chico, pero supuestamente clasista y combativo, no desentonó mucho de la dinámica sindical porteña. Tras el anuncio de la muerte de Jorge el domingo, tuvimos que esperar hasta bien entrada la noche (23:30 hs) para que la conducción se dignara a decir algo por el hecho acaecido. Recién a esa hora el gremio anunció la convocatoria a un paro de 24 horas para el día siguiente y la organización de una conferencia de prensa. Medidas simbólicas, solo para cumplir.
Durante la jornada del lunes, los representantes de la comisión directiva del gremio despejaron cualquier duda sobre cuál iba a ser suposición de cara al futuro ¿Se despertaron (aunque tarde ya) y se dieron cuenta que la presencialidad en pandemia y sin vacunas es criminal? Claro que no. Como si el número de contagios no creciera en las escuelas (185 escuelas reportaron casos y más de 1200 test positivos en los centros de testeo) o como si no hubiera crecido la cantidad de casos en niños de edad escolar (87% desde que iniciaron las clases), los compañeros de Ademys volvieron a levantar el “pliego lavandina” y el reclamo de mejores protocolos.
En la conferencia de prensa del mismo lunes, Mariana Scayola dijo que “no se están garantizando protocolos que cuiden a los docentes, a los estudiantes, a las familias” y que “la muerte de Jorge simboliza las presiones para que no se apliquen los protocolos, porque no se cierre”. Tampoco supo especificar cuándo se haría una nueva asamblea general del gremio. Por su parte, Gabriel Lubo (secretario de Administración y Finanzas) enfatizó que “nosotros [la CD de Ademys] señalamos en enero 10 condiciones para una reapertura segura” y remató “estamos planteando revisar si no hay que cerrar completamente las escuelas o por lo menos restringir la presencialidad escolar para evitar enfermedades, contagios y muertes evitables”. Por último, Amanda Martín, además de decir lo mismo que sus otros compañeros, agregó “El protocolo, aun con todos esos límites, tiene que ser garantizado por los trabajadores que se organizan”.
En resumen, se pueden observar tres cosas. Primero, que después de semanas de contagios en las escuelas de la ciudad y tras la muerte de un compañero, la conducción de Ademys no supo dar la respuesta rápida y contundente que la situación ameritaba. Solo convocaron a un paro fúnebre de 24 horas para volver a las escuelas al día siguiente, esa medida llegó tres semanas después del último paro realizado por el sindicato (el del 8M). El mismo 29 de marzo nos dijeron que tal vez habría asamblea esta semana o tal vez la semana que viene… ¡Murió un docente! No nos podemos andar con vueltas y dudas. En segundo lugar, está más que claro que la CD no piensa soltar sus 10 condiciones para el “regreso seguro”. La dirección de Ademys está convencida de que el protocolo lavandina funciona, y no demostró tener intenciones que luchar contra la presencialidad criminal. En tercer lugar, la CD de Ademys está pensando en el FIT-U y en las elecciones, y ata su política sindical a las encuestas y al kirchnerismo. Para tratar de robarle algún voto al Frente de Todos, se presentan como los guardianes de la presencialidad cuidada, que impulsan los Fernández, los gobiernos provinciales, y el gobierno de la Ciudad.
Por eso, en los hechos, apoyan el protocolo de Larreta, el cual, dicen, somos nosotros los trabajadores lo que debemos garantizar su cumplimiento. Lo más osado que tienen pensando es su restricción parcial. En otras palabras, no quieren confrontar con nadie. El colmo es que hayan repetido una y otra vez que la muerte del compañero era algo previsible, anunciado. Si es así ¿por qué se la pasaron mirando al techo durante el último mes? Todo esto no los deja muy lejos de la conducción celeste de UTE quienes no tienen intención alguna de impulsar la suspensión de la presencialidad porque sería ir al choque con Trotta. Por eso, apenas se quejan de lo ocurrido en la Ciudad sin mirar lo que acontece del otro lado de la General Paz donde también fallecieron docentes así como en otras provincias.
En este contexto, el PO Tendencia se quiere mostrar a la izquierda de la conducción de Ademys. Otros que deberían llamarse a silencio. En la última asamblea de Ademys, la Tendencia votó junto con el FIT-U el levantamiento del paro sumando la propuesta de organizar comités de seguridad e higiene en las escuelas. Es decir, luchar por el cumplimiento de los protocolos. Nos llamaron “foquistas sindicales” a nosotros por querer la continuidad del paro. Incluso, hace pocas semanas, la Tendencia de la Provincia de Buenos Aires anunciaba que se había conseguido la vacunación masiva y 15 días después llama a organizar la pelea por vacunas. Fueron parte del apoyo al pliego lavandina, y ahora buscan lavarse las manos presentándose como los “autoconvocados” contra la presencialidad. No solamente pasan de una línea a otra contraria sin muchas explicaciones, sino que lo hacen con una originalidad inversamente proporcional a su nivel de desvergüenza que parece, además, incluir vergüenza por su propia pertenencia partidaria que diluyen como “autoconvocados”.
Por nuestra parte, siempre sostuvimos que la presencialidad en sí es criminal y que la condición innegociable para la vuelta es la vacunación masiva de toda la población. La lucha por el “retorno seguro” y los protocolos nos lleva al terreno que más le conviene a nuestro enemigo. Ningún retorno es seguro en medio de una pandemia. No podemos hacernos los distraídos. También planteamos que esta lucha la debía impulsar centralmente el sindicato a través de medidas contundentes como lo es el paro. Estas consignas las impulsamos con acciones concretas. En el último mes impulsamos acciones callejeras todas las semanas. A otras agrupaciones, como la Tendencia, esto les molesta. En los espacios que compartimos (como la comisión de acciones contra la presencialidad que se conformó tras la asamblea del DE 21) pretenden que no difundamos nuestra campaña. Claro, se entiende. Ellos no tienen nada que mostrar.
Frente a este panorama, tenemos que dar una lucha contundente y clara. Tenemos que llevar nuestras reivindicaciones a la asamblea que Ademys convocó para el martes 06/04, ocho días después de la muerte de Jorge. Queda claro que la conducción no piensa cambiar de posición a pesar de los hechos y de las dos cartas abiertas que les escribimos. Por eso tenemos concurrir masivamente para exigir paro y plan de lucha por:
-Paro por tiempo indeterminado hasta garantizar la suspensión total e inmediata de todo tipo de actividades presenciales.
-Que el Estado se haga cargo de todos los recursos e insumos necesarios para el sostenimiento de la virtualidad.
-Vacunación masiva como único requisito para la presencialidad
Corriente Nacional Docente Conti Santoro