Por Paula Ramirez
El 2020 pasará a “la historia” de la docencia santafesina. Al igual que en el resto del país, iniciamos el ciclo 2020 atravesados por una pandemia que nos obligó, entre otras cosas, a enseñar a distancia, sin preparación o capacitación alguna para ello, con dispositivos no pensados para esa tarea, sin equipamiento o herramientas más que las propias en un panorama que incluye la deserción escolar de miles de alumnos. Además, en la provincia de Santa Fe, luego de 12 años consecutivos de gobiernos socialistas, volvió el peronismo. Cierto es que estos “socialistas” tras mucha fanfarria, en realidad, escondían avances contra nuestros derechos, al mejor estilo peronista. Para el caso, recordemos dos: la famosa tablita que establece los días que se puede faltar en caso de enfermedad, un atentado liso y llano contra nuestra salud; así como tampoco dudaron en descontar los días de paro o intentar “armonizar” la caja de jubilaciones. Por su parte, el peronismo trajo más ajuste, algo que se hace sentir también en el resto del país. En Santa Fe, la política salarial confirma palpablemente esta tendencia. En todo el año recibimos, bajo el eufemismo de recomposición salarial, 4 sumas no remunerativas ni bonificables, que no aportan al básico pero que sí son deducibles de ganancias. Por eso, este mes, en que recibimos el penúltimo “aumento” muchos docentes se encontraron con importantes descuentos sobre la base de este bono. Sin mencionar que, en enero de 2021, volveremos a cobrar el mismo salario que en diciembre de 2019. Se nota en la política llevada adelante con los reemplazantes, a los cuáles, por el simple hecho de estar inscriptos, quedan fuera de la IFE, pero tampoco los llaman para cubrir suplencias. La legislatura votó una ayuda para ellos que fue vetado por el Gobernador Perotti y suplida por el Decreto 1.177/20, que establece dos cuotas de ayuda para docentes y asistentes escolares reemplazantes por una suma de $10.000 que sólo alcanza a los primeros cinco docentes de cada escalafón. Pero el peronismo demuestra a cada paso que puede superarse en su propio miserabilismo: la “ayuda” no le corresponde a aquellos docentes que hayan realizado un día de reemplazo en el presente año. Sí, volvió el peronismo. Y se nota. Se nota porque mientras los reemplazantes rechazan el decreto antes mencionado con acciones directas de grupos de autoconvocados, la dirección de Alesso mira para otro lado, como hizo a lo largo de todo el año ante un panorama nefasto para los trabajadores de la educación.
Esa misma dirección celeste de AMSAFE realizó de manera inconsulta una modificación a nuestro estatuto que permite manipular las votaciones de las bases, que ahora se llaman consultas, y que, o casualidad, le quita representatividad a las seccionales combativas y a su vez legitima su accionar dantesco con el gobierno. Una a una dejó pasar todas las arbitrariedades que llevó adelante el peronismo frente a los trabajadores de la educación. Mientras las seccionales combativas conducidas por la multicolor llevaron adelante asambleas virtuales, medidas de fuerza (apagones educativos), realizaron también una encuesta para conocer la situación real de los docentes en relación a la educación virtual. Ahora, frente al retorno gradual, la multicolor también denunció la irresponsabilidad del gobierno. En este contexto, la celeste de Alesso, en lugar de organizar a los docentes frente al ajuste salarial, los despidos, la sobrecarga laboral y el retorno presencial, llevó adelante una campaña en contra de las seccionales combativas a las que acusaban de intentar desunir al gremio: la celeste decía que nuestra fuerza es la unidad, parece que la unidad para aceptar lo que el gobierno propone, sin chistar. La unidad es, entonces, la gobernabilidad a costa de nuestras vidas. Veamos.
La presencialidad, esa ofrenda tan preciada de un peronista a otro
Mientras el verso de la cuarentena es realmente insostenible y ahora sólo apunta a las reuniones sociales hay intentos de volver a cierta “normalidad”. El mensaje es claro: la economía no se toca. Por eso, en educación, el peronismo hace que docentes y estudiantes funcionen como ratones de laboratorio para medir hasta dónde pueden llegar ellos defendiendo el interés de la burguesía parásita en este marco de pandemia.
De esta manera, frente a la mirada benevolente de la dirigencia sindical, en la provincia de Santa Fe, hace tres semanas retornaron las clases presenciales en 33 distritos del centro y norte de la provincia. Se justifican: zonas rurales o de escasa circulación del virus, que comprometen a un total de 770 alumnos y 275 agentes escolares, variando desde plurigrados a escuelas comunes, y con eje en los primeros y últimos grados. Sin embargo, la experiencia nacional pone de relieve que la “gradualidad” es el puntapié para una vuelta generalizada. ¿Le parece que exageramos?
En declaraciones a la prensa la Ministra de Educación, Cantero, destacó que en estas tres semanas comprobaron la “alegría”, el “esfuerzo” que llevan adelante en estás escuelas en un marco de “flexibilidad”. Sobre las condiciones sanitarias ni una palabra, sobre los contenidos menos. Sobre los docentes que deben trasladarse a esas comunidades, ni noticias. De lo que sí estamos seguras es de la doble exposición a la que nos someten: por maestras y por mujeres. Recordemos, si bien hace años, a raíz de la violación y el asesinato de una compañera, Sandra Cugno (ya había otro antecedente, de Daniela Spárvoli, también violada y asesinada en la ruta) se aceleraron los traslados docentes, es una práctica muy común que el docente que titulariza lo hace en localidades rurales. Esto implica traslados que, en muchas ocasiones, se hacen “a dedo”, porque el servicio de transportes es ineficiente o no existe, los viáticos no alcanzan, si es que se cobran, por más que cubras 100 o 200 km diarios si la escuela está emplazada en un pueblo el pago es idéntico a sí trabajaras a dos cuadras de tu casa y el Estado no se hace responsable de cubrir ese traslado. Estas docentes se suman a una lista de femicidios llevados adelante contra nosotras, siendo uno de los más resonantes el caso de la docente Vanesa Castillo, asesinada a la salida de la escuela, frente a sus compañeros y sus alumnos, por denunciar un caso de abuso sexual a una de sus alumnas. Ella era de una localidad del interior y viajaba todos los días en una motito por la ruta para llegar al colegio. Ella creía que la ESI era importante. En nuestra provincia en este momento se está votando para que se convierta en ley provincial. Y es absolutamente necesaria, de hecho, en el transcurso del 2019 gracias a la ESI se detectaron 493 casos de abuso sexual infantil y adolescente y 507 casos de violencia familiar. En este contexto en dónde salir a la calle para las mujeres es un riesgo de vida ir a la ruta es poner la vida en juego. No es una aventura, es peligroso y muestra el desamparo del docente frente a un Estado que mira para otro lado. Para peor, y nos ocuparemos en otra nota, la ley que ya tiene media sanción recupera más que nuestra agenda la de las diversidades ya que brega por erradicar el “biologicismo” y las patologizaciones. Dime qué palabras usas y te diré en quién piensas. Soluciones para otros. Mientras la violencia hacia las mujeres aumenta se obstinan en llamarnos “privilegiadas” y nos arrojan a la ruta para que si tenemos suerte y llegamos a destino el virus circule con nosotras, como dice la ministra, con alegría. Es el mundo de la alegría. Peronista.
Este mundo feliz, proyecta extenderse al resto de la provincia que está en pleno ascenso y llegando a cifras récord de contagios y de muertes por medio de supuestas reformas a los edificios escolares de las cuáles no hay docentes que puedan dar fe. Peor, la realidad parece desmentirlas: al acercarse a una escuela somos recibidos por yuyos altos y basura, por equipamiento que aún no parece llegar, por capacitaciones que no son otras que las organizadas por el INFOD, y cuadernillos…siempre, obviamente, a la espera del visto bueno de las autoridades sanitarias. En este marco prevén que en febrero-marzo 2021, se realicen cursos intensivos para los estudiantes que finalizan el nivel primario y el secundario y posiblemente también para los primeros grados.
Mientras tanto, recién en el mes de octubre, Perotti lanzó el programa “Santa Fe + Conectada” donde promete un tendido de fibra óptica en 25 líneas para alimentar 365 localidades. Se prevé que el Banco de Desarrollo de América Latina proporcione un préstamo que se complementará con aportes “genuinos” provinciales. Así las cosas, con suerte, la próxima pandemia nos agarrará conectados porque el mismo gobernador reconoció en ese acto que “el 72% de nuestras escuelas no tienen conectividad para fines pedagógicos y tenemos 334 mil hogares sin conexión. La mitad de los alumnos están sin conectividad y solo el 18% de los hogares cuenta con buen acceso a internet».[i]
La única verdad: los desconectados se amontonan. La ex ministra de educación y hoy diputada, Claudia Balagué, indicó que la desconexión de alumnos es cercana al 30%. Cifra que parece más un piso que un techo. Gustavo Teres, delegado seccional de AMSAFE Rosario, sostuvo que están “aumentado muchísimo los niveles de abandono, de deserción y de falta de contacto de los alumnos con las instituciones educativas”.[ii] En lugar de construir soluciones aquí y ahora para garantizar que los desconectados se conecten el gobierno prefiere retomar la presencialidad. Un claro mensaje: nos prefieren muertos.
La verdad de la milanesa o cuando el relato choca con la realidad
El hermoso relato peronista cubre con un barniz de Estado presente la precariedad cada vez más obscena de las condiciones en que se desarrolla la educación en nuestra provincia. A solo tres semanas de iniciadas las clases presenciales sus “soluciones” se descascaran sin remedio. En el pueblo de Providencia, departamento las colonias, se detectaron tres casos positivos de covid, lo que llevó al cierre de la escuela de zona urbana n°345 y la emplazada en zona rural n° 943. También en la localidad de Hersilia, se cerraron las escuelas rurales La Simona y el campo El Mataco en la jurisdicción de La Rubia, lo que también compromete el dictado de clases en La Aurora. ¿Cómo se contagiaron esos estudiantes? La respuesta es que no saben.
La presencialidad, hoy en Santa Fe, con casi cien muertes diarias y miles de contagios, es una bomba de tiempo. Y si llega a implementarse en las ciudades, un crimen social. ¿Cuánto están dispuestos a dar por mostrar su nueva normalidad en dónde hay que convivir con la muerte? De producirse, son muertes evitables porque una vez más la solución es sencilla: herramientas digitales, conectividad gratuita, contratación de los reemplazantes para cumplir tareas pedagógicas, contratación de trabajadores sociales y técnicos. Mientras la burocracia sindical mira para otro lado, llama a la “responsabilidad” y al diálogo sin organizar a los docentes, nosotros tenemos que mostrar un camino independiente de acción. Porque mientras ellos nos prefieren muertos, nosotros nos queremos vivos para trazar el camino que hay que conducir para la educación de las y los trabajadores.
[i]La Política Online, 9/10/2020.
[ii]Elciudadanoweb.com, 9/10/2020.