En el comienzo del año, en varios hospitales de la Provincia de Buenos Aires, decenas de trabajadores comenzaron a recibir noticias sobre su continuidad laboral. En varios hospitales, las respectivas direcciones argumentaron que aquellos trabajadores contratados bajo la modalidad de becas IRAB y becas de Contingencia no podían mantenerse en su lugar de trabajo y que, en todo caso, debían resolver su situación con autoridades provinciales o con IOMA.
El programa de becas IRAB (Infecciones Respiratorias Agudas Bajas) y otras becas de Contingencia de la Provincia de Buenos Aires son modalidades precarias de contratación de trabajadores para épocas del año en que se producen infecciones de ese tipo. Las mismas se encontraban vigentes desde marzo o abril y usualmente duran 3 meses. Los trabajadores percibían un sueldo, sin ningún tipo de beneficio social. De este modo, la Provincia podría dejar afuera a decenas de médicos y enfermeros, en plena pandemia y con pico de casos de COVID a nivel nacional.
El asunto parece estar atravesado por la campaña de vacunación de la provincia. El gobierno de Kicillof procede administrando miseria. En lugar de contratar más trabajadores, relocaliza algunos profesionales para luego dar de baja las becas. O bien, procedería inmediatamente dando la baja, como puede ocurrir en otros casos. El asunto aún no está del todo definido, pero hay un denominador común: corren riesgo varios puestos de trabajo y se mantiene la precarización del personal de salud.
Este fue el caso de varios hospitales de La Plata. 21 profesionales de la salud llegaron al hospital San Juan de Dios, para enterarse allí mismo que no iban a seguir en el hospital, sin ningún tipo de aviso ni justificación. En este caso, se les indicó que debían esperar un llamado de la Región 11 o de IOMA, sin tampoco saber donde deben cobrar el sueldo que les corresponde de Diciembre. Las autoridades del instituto San Juan de Dios incluso habían pactado con los trabajadores que habría continuidad laboral por el cambio de año, pero eso no sucedió. Lo mismo ocurrió en el Hospital Larrain de Berisso con otros 17.
11 trabajadores del Hospital San Martín -provenientes del sector de enfermería y de seguridad e higiene- y 25 del Hospital Melchor Romero -¡del sector de terapia intensiva!- recibieron la misma noticia. No podían ingresar al lugar, sino que tenían que esperar un llamado. En este caso, el Ministerio de Salud de la Pcia de BsAs pretendería que participen durante tres meses en una campaña de vacunación contra el Covid-19, a riesgo de no retornar a sus trabajos en el hospital.
En el Hospital Mercante de José C. Paz nos encontramos ante 60. Allí, los delegados de ATE plantearon recientemente que el riesgo de la baja de las becas está presente y que todo el personal es indispensable para que el hospital funcione.
Nuevamente, los trabajadores de la salud se enfrentan ante la incertidumbre de su estabilidad laboral, en un gobierno que dice priorizar la salud y sus trabajadores. En su lugar, la salud pública está desfinanciada y sus trabajadores viven y trabajan en condiciones de degradación.
Por el momento, ATE viene impulsando jornadas de visibilización de estos casos, a través de sus delegados y juntas internas. Pero la conducción del gremio a nivel nacional y provincial viene siendo cómplice de la baja salarial y la precarización impulsada por los Fernández. Ninguna solución podemos esperar de la burocracia que dirige nuestros sindicatos. Lo urgente es poner en pie una organización propia de los trabajadores para redoblar la apuesta con un verdadero plan de acción que integre al conjunto de los trabajadores de los hospitales afectados a nivel provincial.
En plena pandemia, cuando los casos aumentan exponencialmente, queda claro que ningún profesional de la salud sobra en el sistema sanitario. Por eso, el gobierno de Kicillof debe garantizar inmediatamente la continuidad laboral, sin ningún tipo de precarización, y con los trabajadores en planta. Para enfrentar la campaña de vacunación, debe contratar más personal con todos los derechos laborales garantizados y no repartiendo miseria.
-Continuidad laboral de los trabajadores y pago inmediato de los sueldos adeudados -Basta de precarización laboral a los trabajadores de la salud. Pase a planta
-Aumento de presupuesto para la salud.
-Por un sistema de salud que unifique la producción y la atención con una planificación racional, controlada por los trabajadores.
El Termómetro Socialista – Corriente Clasista Goyo Flores
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Quiero hacer una denuncia sobre becas irab
Presentan documentacion apocrifas No las trabajan y cobran le dan a personas mayores de 50 años despues aducen que son personas de alto riesgo y no la trabajan pero lo cobran A nosotros nos obligan a trabajar