Rojo sobre negro: la situación del conflicto en Barrio Stone

en Movimiento Proletario Territorial/Novedades

El pasado 3 de noviembre fueron desalojadas 60 familias del Barrio Stone, en Escobar. Todas ellas cumplieron al pie de la letra con el acuerdo que firmaron el día anterior con las autoridades municipales y provinciales, retirándose pacíficamente de los terrenos en los que, con mucho esfuerzo, cada una estaba construyendo su hogar.

Como ya explicáramos, este triste caso sirve para ejemplificar cómo cooperan entre sí las supuestas variantes burguesas a la hora de la verdad: por un lado, Cambiemos, personificado en los empresarios y políticos Costa entre otros; por el otro, el kirchnerismo en el gobierno, tanto provincial como municipal.

Para que no queden dudas de la jerarquía de funcionarios que pusieron su firma en aquel acuerdo del 2 de noviembre de 2020, en la Secretaría de Desarrollo Social de Escobar, (con muchos otros funcionarios como testigos) los listamos a continuación:
– Rubén Pascolini, Secretario Provincial de Acceso al Hábitat.
– Silvina Silva, Coordinadora del Centro de Acceso a la Justicia, Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
– Santiago Fidanza, Director Provincial de Atención Inmediata del Ministerio de Desarrollo de la Comunidad.
– Carlos Alberto Ramil, Secretario General de la Municipalidad de Escobar.
– Gastón Daquino, Secretario de la Agencia Municipal de Tierra, Hábitat y Vivienda.
– Joaquín Etcheverry, SISU.
Dos meses y medio después, el problema de vivienda obrera que originó todo este conflicto, solo empeoró, junto con la vida de los damnificados. Por su parte, todas las reuniones posteriores con los firmantes – especialmente en el caso de Carlos Alberto Ramil – y otros funcionarios municipales – como María de los Ángeles Goñi, Secretaria de Desarrollo Social, y Javier Rehl, Secretario de Gobierno – mostraron ser completamente inútiles. Solo funcionaron como parte de la estrategia dilatoria del Frente de Todos, gobierno municipal y provincial, en su búsqueda por alargar el conflicto para que los vecinos se rindan.

Cabe destacar, que en esas reuniones los funcionarios maltrataron y menospreciaron a las compañeras y compañeros desalojados, así como a su problema en general. La única respuesta a su buena voluntad y colaboración, fueron el maltrato, las excusas y las promesas vacías. Se han ignorado también los petitorios presentados el 25 de noviembre y 3 de diciembre, en los que se detallaban los reclamos de los vecinos. A saber:

· Tierra para vivir.

· Que se les brinde información sobre la inscripción en el padrón de aspirantes a lotes con servicios y se les informe exactamente en qué puesto se encuentra cada familia en dicha lista.

· Que se garantice una mesa de trabajo, con reuniones periódicas con funcionarios provinciales y municipales, en la que estos informen los avances del programa de lotes con servicios a los cuales van a acceder.

· Que se brinde respuesta efectiva y permanente, con máxima urgencia, a todas aquellas familias desalojadas que se encuentran en situación de vulnerabilidad extrema.

Que se les informe, sobre cada familia y a la brevedad, el resultado de la evaluación de las viviendas demolidas – que se realizó la misma mañana del desalojo – detallando claramente en él:

1- Los materiales reconocidos correspondientes a cada vivienda, incluyendo aquellos que no llegaron a utilizarse, pero se encontraban en cada casa para su construcción.
2- El monto equivalente que se pagaría a cada familia o los materiales que se reconocerán.
3- El cronograma real de pago en efectivo o entrega de los materiales, según opte cada familia.
· Que se les informe si el emprendimiento conocido públicamente como “Nuevo Maschwitz”, cumple con la Declaración de Impacto Ambiental, realizó la contribución obligatoria del 10 % de la valorización inmobiliaria, Convalidaciones Técnicas y demás requisitos legales.
· Que se garantice la inscripción, de todas las familias que así lo deseen, en el listado de aspirantes a trabajos en el municipio, al programa para emprendimientos y otros similares.

Ante la total desidia gubernamental a todo nivel, el 10 de diciembre último las vecinas, vecinos y diferentes organizaciones que los acompañamos en su lucha, realizamos una nueva movilización por el centro de Escobar, reclamando una reunión urgente con las autoridades para que dieran alguna respuesta a los puntos mencionados. En lugar de eso, y como corolario de esta política nacional, la manifestación fue violentamente reprimida, maltratando a los manifestantes y a sus hijos, y llevando preso a un compañero de otra organización (que fue liberado esa misma noche gracias a la presión popular frente a la comisaría).

Esa tarde, los funcionarios ni siquiera se dignaron a recibir a las familias, después de hacerlas esperar durante horas bajo el sol, junto a sus hijos. Recién unos días después, trataron de tentar a los vecinos más activos con versiones ambiguas sobre la posibilidad de acceder a terrenos en la zona y sobreactuando su esfuerzo “para terminar con el asunto antes de febrero”. Pese a la insistencia de los funcionarios para que los vecinos abandonen las acciones y se alejen de las organizaciones políticas, los compañeros continuaron volcando toda información recibida, a la asamblea que conformamos en este proceso de lucha.

Hasta el día de hoy, lo único que recibieron estos trabajadores, no fueron más que migajas en forma de miserables subsidios, paupérrimas bolsas de alimentos de pésima calidad y con productos vencidos, garrafas casi vacías, alguna máquina para integrarse a alguna variante de la economía informal y auto explotarse todo lo posible, o unos pesos, por única vez, como damnificados por la pandemia de COVID 19. Sí, como se lee, toda una provocación teniendo en cuenta que todos estos parches evaden sistemáticamente su problema principal y determinante: una vivienda digna.

Es claro que la burguesía prefiere hacer estos y muchos malabares más, antes de poner una necesidad obrera por encima de la sagrada propiedad privada. Frente a ello, no podemos concebir ni estimular el simple posibilismo, consolidando el camino al asistencialismo y, por ende, de su baluarte más miserable, el peronismo.
Por esto, desde el Movimiento Proletario Territorial de Razón y Revolución, proponemos la lucha por la solución de fondo a todos los problemas obreros. Esa solución tiene nombre: el Socialismo.

-Por el cumplimiento de los petitorios presentados por la Asamblea de Barrio Stone.
-Por un plan integral de vivienda para todas las trabajadoras y trabajadores.
-Por una Coordinadora de obreros desalojados y con problemas de vivienda.
-Por una Comisión de Vivienda en la Asamblea Nacional de Trabajadoras/es Ocupadas/os y Desocupadas/os en la que se discuta este y todos los problemas de nuestra clase.

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