Recuerdos del futuro: ¿Qué fue la Asamblea Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados?

en Aromo/El Aromo n° 115/Novedades

A comienzos de este siglo la clase obrera argentina parió una de las experiencias más importantes de su historia: la Asamblea Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados (ANT). Los obreros ocupados y desocupados que luchaban contra las condiciones de miseria a las que los somete el capitalismo crearon un organismo para discutir sus problemas, y más importante que eso, las soluciones. La lucha que llevaron adelante no fue solamente por unos pesos más, sino que, además, perseguían otra cosa: un cambio profundo para reorganizar la sociedad sobre nuevas relaciones que terminaran definitivamente con el hambre, la desocupación y la descomposición social.

Ianina Harari

TES-CEICS

La ANT comenzó como la Asamblea Nacional Piquetera en el 2001, un espacio de deliberación y organización del movimiento piquetero, que reunía a organizaciones de desocupados. En los años previos hubo otras experiencias similares, pero a menor escala en algunas provincias, como el Congreso de Desocupados de Neuquén y el Congreso de Trabajadores y Desocupados del norte de Salta. Todo ello derivó en una gran ANT, que jugó un importante rol político y social.

El movimiento piquetero

Desde fines de los 90, los desocupados que salieron a luchar adoptaron el nombre de “piqueteros”. La razón era que la forma de acción privilegiada era el piquete en rutas y calles, un método de lucha histórico de la clase obrera. Pero el movimiento piquetero trascendió a los desocupados e incluyó también a los trabajadores ocupados.

El problema de la desocupación empezó a crecer en la presidencia de Carlos Saúl Menem, que asumió en 1989. Los primeros lugares donde emergió el movimiento piquetero fueron aquellos donde la desocupación y la subocupación alcanzaban cifras más elevadas. Las primeras protestas de desocupados se produjeron en Neuquén, en 1994, encabezadas por obreros de la construcción que habían quedado desempleados tras la finalización de las obras de la represa de Piedra del águila. A comienzos de 1995 se organizó la Comisión de la Asamblea de Desocupados, formada por trabajadores desempleados de la construcción. En junio de 1996 tuvo lugar en primer Cutralcazo y un año después tuvo lugar el segundo, que además de cortes de rutas incluyó la ocupación de la intendencia de la capital.

En el Gran Buenos Aires, las primeras acciones fueron en La Matanza en reclamo de subsidios y asistencia alimentaria. En 1995 se conforma la Comisión de Desocupados de La Matanza. En Berazategui se organiza también una Coordinadora de desocupados. En el Conurbano bonaerense la puesta en pie del movimiento piquetero implicó una batalla política contra el entramado punteril montado por el PJ provincial. A la cabeza del aparato peronista bonaerense se encontraba Eduardo Duhalde, cuya esposa “Chiche” Duhalde manejaba una red de punteras denominadas “manzaneras”. Por esa época comenzaron a extenderse los planes “Trabajar”, que suponían una contraprestación laboral. En lugar de actuar como subsidio a la desocupación, operaban como instrumentos para crear trabajo con salarios miserables y fuera de convenio. Es decir, los desocupados que cobraban este plan eran, en realidad, ocupados precarizados de los municipios.

También en el norte del país se extendía el movimiento. En mayo de 1997, la protesta de desocupados llegó a Salta, en donde los desocupados de Mosconi y Tartagal, zona que antes ocupaba YPF, reclamaban subsidios al desempleo o puestos de trabajo. En Jujuy, en 1997, se produjeron acciones de desocupados que habían sido despedidos del Ingenio Ledesma.

Estos son algunos de los hitos que dan cuenta de la extensión de la organización de los desocupados. Desde mediados de la década de 1990, el problema de la desocupación empieza a ser un eje de las protestas que van extendiéndose a lo largo del país, adquiriendo mayor radicalidad y fortaleciendo la organización de los desocupados. Es interesante que quienes participaban y motorizaban las primeras acciones eran desocupados que habían adquirido experiencia organizativa como ocupados dentro de los sindicatos, como el caso de obreros de la construcción y petroleros.

Las acciones de los desocupados fueron imitadas por obreros ocupados, no solo al momento de sufrir despidos, sino incluso en reclamos, por ejemplo, salariales. En especial trabajadores estatales y docentes, fueron adoptando el corte de ruta, el piquete, como propio. También se fueron sumando obreros del sector privado que se reivindicaban clasistas y habían comenzado a utilizar métodos de acción directa y a actuar de forma independiente de la burocracia sindical que no daba respuesta a sus necesidades de lucha. Esto significa que “piquetero” no refiere solamente a los desocupados, sino al movimiento de lucha que se gestó en la clase obrera a mediados de los 90 y que incluyó ocupados y desocupados. Podemos decir que es la denominación histórica que adquirió en la Argentina de fines de los 90 y principios de los 2000 la fuerza social que se constituyó con una fracción de la clase obrera tanto ocupada como desocupada, que irá adquiriendo una fisonomía revolucionaria.

En el movimiento piquetero se diferenciaban dos tendencias en disputa: una reformista y otra revolucionaria. El ala reformista estaba conformada por la Federación Tierra y Vivienda (FTV), de la CTA, que a diferencia de la CGT incorporó a los desocupados. Su programa para terminar con la desocupación consistía en el pedido de subsidios para las pequeñas y medianas empresas (pymes) para que generaran empleos. O sea, buscaban beneficiar a las patronales que son más explotadoras, porque en las pymes se registran las peores condiciones laborales y la mayor cantidad de empleo en negro. También en ese lugar se encontraba la Corriente Clasista y Combativa (CCC) del Partido Comunista Revolucionario (PCR), que reclamaba no solo por subsidios a los desocupados sino también créditos para “campesinos pobres y medios”. Tanto la CTA como el PCR tenían una política de alianza con sectores burgueses, y alentaban la conformación de multisectoriales en las cuales los intereses de los obreros se subordinaban a los intereses de los capitalistas.

En el ala revolucionaria se encontraba la izquierda. El Partido Obrero (PO) creó el Polo Obrero. Su planteo no era solo el pedido de subsidios, sino también el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario para disminuir la desocupación. Además, planteaba la necesidad de organizar asambleas conjuntas de ocupados y desocupados. También se creó el Movimiento Teresa Rodríguez. Otras organizaciones que surgieron se identificaban con el autonomismo. En el sur del Gran Buenos Aires surgió el Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD), que luego conformó la Coordinadora de desocupados Aníbal Verón. Otro agrupamiento independiente era el Movimiento Independiente de Jubilados y Pensionados (MIJD) que, si bien surge como una organización de jubilados, pasa a organizar desocupados. Con sus diferencias, estas organizaciones se oponían a la orientación reformista, en especial por los lazos con el gobierno de De la Rúa que tenían organizaciones como la CTA.

Los antecedentes de la ANT

Como mencionamos más arriba, Neuquén fue la cuna del movimiento piquetero y allí se llevó a cabo el primer congreso de desocupados, el 24 de mayo de 1996. En diciembre de 1999 asumió la presidencia Fernando De la Rúa, en medio de una crisis económica que no solo no se resolverá, sino que se agravará durante los dos años de su mandato. En ese contexto la lucha de los trabajadores desocupados se expandió por todo el país y fue ganando fuerza. El 9 de diciembre de 2000 se reunió el I Congreso de Trabajadores y Desocupados del Norte de Salta. En el mes de marzo de 2001 se realizó en La Matanza un plenario de organizaciones de desocupados. El 24 de julio de 2001 se realizó la Primera Asamblea Nacional Piquetera en La Matanza, con unos 2.000 delegados de todo el país y se resolvió llevar adelante un piquetazo nacional de tres semanas consecutivas. El 4 de septiembre de 2001 se convocó a la segunda Asamblea Piquetera también en La Matanza. Durante esta asamblea queda de manifiesto la división que existía entre los sectores reformistas más ligados al gobierno y a un sector de la burocracia sindical, y los sectores clasistas. Durante esta segunda asamblea, se había previsto que Moyano y otros dirigentes sindicales como Alicia Castro hablaran durante el acto de apertura. Sin embargo, no pudieron hacerlo debido el repudio que recibieron de un sector de los presentes.

El frente común que había funcionado hasta el momento se rompió el 21 de septiembre de 2001 en Plaza de Mayo, cuando estaba previsto un acto. La CTA, el FTV y la CCC impusieron que el acto se transformara en la presentación de la convocatoria a una consulta popular, organizada por el Frente Nacional contra la Pobreza (FRENAPO), integrado por varios partidos burgueses que incluso eran parte del gobierno, y estaban en campaña para las elecciones legislativas que se avecinaban, y sectores de la iglesia (como el ARI de Elisa Carrió y el Polo Social del padre Farinello). El PO, el MTR, el MTD Aníbal Verón y el MIJD decidieron no participar por no acordar con esa decisión.

El Argentinazo

El sector revolucionario encabezado, por el PO y el MTR comenzó a agruparse en lo que se llamó el Bloque Piquetero Nacional (BPN), frente a las divergencias con los reformistas al interior de la mesa coordinadora de la asamblea. La aparición pública del BPN fue el 5 de diciembre de 2001 con una concentración frente al Ministerio de Trabajo de Nación con movilización a Plaza de Mayo.

El Argentinazo del 19 y 20 de diciembre de 2001 mostró que la grieta abierta en la Asamblea Nacional Piquetea era definitiva. La FTV se negó a participar de la marcha del 20 por considerarla desestabilizadora. Es decir que mientras millones de personas se manifestaban en la calle para pedir la renuncia del gobierno, la FTV-CTA buscaban salvarlo. La misma intención tuvo el llamado a un paro de la CTA para ese día: buscaban que la gente se quede en su casa y abandone la calle. La CCC que inicialmente había convocado a la marcha del 20, se echó para atrás. En cambio, el PO y el MTR decidieron movilizarse junto con los sindicatos clasistas y los partidos de izquierda.

Pocos días después de la insurrección del 20 de diciembre, el sábado 22, el BPN realizó su primer plenario. Participaron, además del PO y MTR, el MIJD y CUBA. Por su parte, la Coordinadora Aníbal Verón y Barrios de Pie, un reciente desprendimiento de la FTV a causa de su posición el 20, no participaban plenamente pero sí coordinaban acciones con el BPN. También fueron parte del plenario de sindicatos combativos. Las organizaciones reformistas se habían escindido por completo de la Asamblea y se habían integrado al gobierno de Eduardo Duhalde, que asumió luego de una seguidilla renuncias de presidentes, mediante los Consejos Consultivos.

El germen del partido revolucionario: la ANT

Decididos a continuar la lucha en las calles, y sacándose de encima el lastre reformista, las organizaciones nucleadas en el BPN, convocaron a la I Asamblea Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados (ANT) el 16 de febrero de 2002. El lugar elegido esta vez era sumamente significativo: Plaza de Mayo, el centro político del capitalismo argentino. En el segundo día, se sesionó en Avellaneda. No solo participaron organizaciones de trabajadores ocupados y desocupados, sino que se sumaron representantes de las asambleas barriales, es decir se expresó la alianza entre fracciones de la clase obrera ocupada y desocupada con sectores de la pequeña burguesía.

Las resoluciones de la Asamblea contrastan con las que se habían votado en las anteriores. Esta vez, el contenido político es más claro y definido en un sentido revolucionario. En el documento votado se caracterizaba al gobierno Duhalde como “enemigo de la clase obrera y el pueblo”. A su vez, denunciaba el intento de cooptación y regimentación de las organizaciones de desocupados por parte del gobierno en alianza con la Iglesia. También advertían acerca de los intentos del gobierno de utilizar los planes sociales para proveer mano de obra barata a empresas en quiebra. A su vez, hacían un llamado a la CCC y la FTV/CTA a romper el colaboracionismo con el gobierno y sumarse al plan de lucha. Por último, llamaban a la clase obrera a tomar en sus manos la solución a los problemas más urgentes: el trabajo, la salud, la educación, la vivienda.

La asamblea fue un paso importante en la unificación de dos fracciones de clase obrera que la burguesía busca enfrentar entre sí, la ocupada y la desocupada. Además, significó que la clase obrera empezaba a crecer organizativa y programáticamente, lo que puede verse tanto en el tipo de acciones que protagoniza como en las reivindicaciones y reclamos, que ya no se restringen a demandas económicas, sino que también abarcan cuestionamientos al personal político y al Estado mismo. En la asamblea estaba reunida la vanguardia de la clase: la piquetera. A través de las discusiones que se daban en su seno fue delimitándose un programa revolucionario. En esta instancia esa fuerza que se gestó con el movimiento piquetero empieza a coagular en algo más. Es el inicio de un camino hacia la conformación de un partido orgánico de la clase, no en el sentido de un partido nominal, de un aparato, sino en un sentido más profundo: aquí se encontraba el germen para la conformación del partido de la revolución. Es decir, la confluencia de partidos nominales dispersos en un organismo de masas que encarna un programa revolucionario. Este paso es crucial para cualquier proceso revolucionario, porque un elemento necesario para el triunfo es la conformación de un comando unificado que pueda disputar el poder centralizado de la burguesía.

El fin de la ANT y la cooptación kirchnerista

La ANT fue protagonista de las luchas durante el gobierno de Duhalde que reprimió ferozmente al movimiento piquetero, lo que se vio con crudeza en la masacre de Puente Pueyrredón, el 26 de junio de 2002. Tras este hecho, el gobierno adelantó las elecciones, en las que ganó Nestor Kirchner. Montado sobre la represión impuesta durante el duhaldismo, el nuevo gobierno se dio como tarea la cooptación de las organizaciones piqueteras, que se sumaron a la burocracia sindical que dio su apoyo al gobierno. La ANT se mantuvo como un foco clasista de independencia política y rechazó la política de integración al kirchnerismo, aunque solo se convocaron a tres asambleas antes de que ese espacio se extinguiera, lo que muestra que el movimiento ingresó en una etapa de reflujo relativo.

Ya en la V ANT, en agosto de 2003, quedó en evidencia una nueva ruptura en el movimiento piquetero entre quienes comenzaban a integrarse al gobierno y quienes mantenían la independencia política. Así, se bajaron de este agrupamiento organizaciones como Barrios de Pie o los Mtd Aníbal Verón. En la VII ANT, en marzo de 2005, se produjo la ruptura definitiva con los sectores de centro izquierda que terminaron de integrarse al gobierno kirchnerista. En particular, el Partido Comunista y su brazo piquetero, el MTL. Esa fue la última ANT convocada y el fin de esa experiencia. El kirchnerismo logró uno de los objetivos que tenía planteados: disminuir la conflictividad social, en especial las acciones protagonizadas por el movimiento piquetero. La estrategia del gobierno fue muy simple: cooptó a las organizaciones afines y reprimió al resto, quitándole todo beneficio y desgastándolas.

En el marco de cierto rebote de la economía gracias al aumento del precio de la soja, a partir de 2003, habían comenzado a reactivarse los conflictos en la clase obrera ocupada, mientras gran parte del movimiento piquetero era cooptado por el kirchnerismo. En ese marco, la izquierda comienza a privilegiar su inserción en la fracción ocupada de la clase obrera, en especial los ocupados registrados de la industria. A su vez, tendió a dejar de lado a las fracciones de la sobreproblación relativa que se insertan en el mercado de trabajo y pasan de ser desocupados abierto a ser empleados en ramas donde la sobreexplotación y la ausencia de organización sindical son la regla, como confección. En parte, el fin de la ANT y el inicio de “encuentros sindicales” da cuenta de este giro. Estos encuentros sindicales tendieron a ser acotados a problemáticas específicas y no avanzaban en la discusión de un programa político más general, que trascienda lo sindical, como sucedía en la ANT. Además, ninguno de ellos tuvo demasiada continuidad.

El reflujo relativo en el que entrará el movimiento en los gobiernos kirchneristas harán que la izquierda retroceda en su inserción dentro de la clase obrera, y con ello experiencias como las de la ANT quedaron en la historia. A ello colaboró también el marcado electoralismo que ganó terreno en especial desde la conformación del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT).

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1 Comentario

  1. CON OTROS ACTORES PERO LA OBRA SE PARECE A LA ORIGINAL……Y JUSTO NO ES UNA PELICULA DE DISNEY……SIEMPRE VAN A LA CABEZA LOS DESOCUPADOS….. HAY UN REFRAN ESPAÑOLES,DEBE SER , CASI TODOS SON ESPAÑOLES Y MUCHOS VIENEN DEL QUIJOTE….DICE UN NECESITADO SABE MAS QUE MIL ABOGADOS…… LOS PIQUETEROS….. PERDON YO NO SE EL LEXICO MARXISTA REVOLUCIONARIO

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