Buenos Aires: al matadero. Sobre la presencialidad en la jurisdicción más grande del país

en Conti-Santoro/Novedades

En la provincia de Buenos Aires el oficialismo, en consonancia con el gobierno nacional, busca avanzar en la vuelta a clases presenciales con el mayor despliegue posible. Pese a las críticas a Larreta, así lo expresan en sus intervenciones el gobernador Axel Kicillof y la directora de educción Agustina Vila. De hecho, en declaraciones del 21 de enero, Kicillof señaló que probablemente se vuelva con un esquema de turnos y se produzcan modificaciones en los días de asistencia porque “si se ponen 30 chicos en un aula se corren riesgos”. Todo un experto. Vila por su parte señaló que la idea es comenzar con la presencialidad, pero “no se descarta la vuelta atrás si los casos superan los 12.000 diarios y se satura el sistema de salud”. Es evidente que deliberadamente escinden la relación entre suba de casos y la presencialidad que buscan instalar para este 2021. Cabe preguntare entonces, ¿cuánto falta  movilizando a millones de personas para que solo la provincia registre 12.000 casos diarios? Porque, es sabido, en todo el país ya pisamos es cifra otra vez.  

Nada para sorprenderse. El gobierno viene preparando la vuelta a la presencialidad de manera camuflada desde octubre del año pasado. Repasemos. El 10 de octubre anunciaron que 24 distritos de la provincia volverían a la presencialidad. Ese mismo día presentaron el Plan Jurisdiccional para el Regreso Seguro a Clases Presenciales que se adecuaba a los lineamientos propuestos por Trotta para el regreso a las aulas. A las pocas semanas, ampliaron los distritos con actividades “socioeducativas”. Así, se permitió que distritos con mucha circulación del virus, como San Martín Tres de Febrero, Hurlingham y Vicente López, abrieran sus escuelas. En aquel momento señalamos la contradicción entre lo que el gobierno decía y hacía y los peligros que eso implicaba. Entrado noviembre se bajó a las escuelas el Plan Jurisdiccional con el pretexto de la democratización. En esa oportunidad, buscaron instalar que el regreso a las actividades socioeducativas iba a ser decidido por los docentes junto al resto de la comunidad educativa. Así, se dejaba librada a las posibilidades y ánimos de cada escuela la responsabilidad de tal decisión. Más que hablar de participación se trata de la descentralización en su máxima potencia. Pero no solo eso: presenciamos un mecanismo perverso. Por un lado, mientras acusaban a Larreta de irresponsable por la vuelta en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Axel manifestaba que “la vuelta a clases sería un despelote”, Vila se jactaba de lo importante que eran las tareas de “revinculación”. Fiel reflejo de la estrategia kirchnerista: decir una cosa y hacer otra.

En esa línea, el día 23 de diciembre, la Dirección General de Cultura y Educación firmó la Resolución 2020-3016 para aprobar el calendario escolar. Allí se ratificó la Resolución 1.872 que determinó la unidad pedagógica del ciclo lectivo 2020/2021 tal como estableció Nación. Además se fijó la fecha de inicio de clases: inicial, primaria y especial comenzaría el lunes 1ro de marzo y finalizarán el 17 de diciembre; las escuelas de Educación Secundaria Técnicas y Agrarias comenzarán las clases el 8 de marzo y finalizarán el 10 de diciembre; los Institutos de Educación Superior iniciarán las clases el 15 de marzo y finalizarán el ciclo lectivo el 26 de noviembre. El receso invernal para todos será entre el 19 y 30 de julio. Por otro lado, en la misma resolución se regulan los actos escolares y las actividades de “intensificación de la enseñanza” que ya habían presentado a fines de noviembre. Se trata de la vuelta para los estudiantes que tuvieron “trayectorias discontinuas”: esos comenzarán el retorno ahora en febrero. En su momento explicamos qué implicaba la farsa de la revinculación, la salida austera y degradante que Vila Y Kicillof tenían para ofrecer a alumnos y docentes y explicamos también las medidas con las que nos sorprendieron a fin de año, los lineamientos generales para la finalización del ciclo lectivo. Como vemos, se trata de un largo camino recorrido que dirige a este supuesto “regreso cuidado”.   

Esperando el milagro                                                                             

El gobierno bonaerense aprovechó enero para avanzar en la misma línea que lo hace Trotta a nivel nacional: instalar en los medios de comunicación el famoso sistema dual. Así, todo indica que el inicio del 2021 traerá dos días de cursada presenciales, dos días remotos y un día para “hacer un seguimiento de la virtualidad”.  Ellos hablan de una nueva “rutina”. Es claro que pretenden que el mismo docente cubra todas esas actividades en simultáneo. Ahora bien, para que esto sea posible, cada curso debería dividirse al menos en dos o tres y se deberían crear cargo para muchos más docentes. Durante todo el 2020 vimos el aumento exponencial del trabajo docente y dijimos desde el minuto uno que, si no se contrataba más personal, la virtualidad era imposible. Vila y Kicillof quieren continuar con la farsa a costas de nuestra salud. Nada dicen sobre cómo será la jornada docente, solo aseguran que “se respetará la jornada laboral”. Lo más probable es que se repita el esquema de sobreexplotación de los docentes ocupados y la precarización de los docentes desocupados con un programa de asistencia y de hambre como el PIEDAS.

Otros puntos de esta nueva rutina son: el ingreso al establecimiento escalonado para impedir aglomeraciones, el aseo recurrente de manos, el mantenimiento de puertas y ventanas abiertas, el uso de tapabocas y la prohibición de ingreso al establecimiento si se tiene 37,5 grados de temperatura o más. Como se ve, se trata de generalidades elementales o promesas muy difíciles de cumplir: el escalonamiento será difícil en escuelas que superen los pocos cientos de alumnos. Por otra parte, los establecimientos implementarán los protocolos de distanciamiento, garantizarán la desinfección diaria correspondiente y, en caso de producirse un casos sospechoso, aislarán al sujeto en cuestión.  Todos los impedimentos para estas cuestiones ya lo debatimos hasta el cansancio: falta de personal, falta de espacio en las escuelas, en suma, falta de todo. Es llamativo cómo pasa el tiempo y el gobierno insiste en repetir, una y otra vez, salidas insuficientes. Creen que a fuerza de repetir, el problema se esfuma.  

En segundo lugar, anunciaron que se readecuarán las escuelas. Usted puede pensar que por fin las escuelas de la provincia tendrán su plan integral de infraestructura, pero no se haga ilusiones. La salida será que los directores y la comunidad educativa reacomoden los establecimientos según las posibilidades particulares. Así, cada institución debe organizar aulas con ventilación para albergar grupos de no más de 15 alumnos a un metro y medio de distancia entre sí y a dos del docente: promedio del aula de 8 metros por 4,5 metros para cumplir con el protocolo. Si la escuela no cuenta con esa posibilidad no está claro que va a pasar y va de suyo que la amplia mayoría de las escuelas de la provincia no podrán utilizar sus aulas con esos guarismos. Por ahora, no queda claro si en esos casos no habrá presencialidad o si se recurrirá a espacios no escolares siguiendo con la tendencia a la paraesatización. No es un problema menor si consideramos que el 52% de las escuelas de la provincia no cuenta con un patio exterior, el 68% de las escuelas de la provincia es considerada pequeña y más del 25% no posee agua potable. Con estos datos vemos que la sanitización y el distanciamiento será un imposible en gran parte de las escuelas bonaerenses.

Tras cartón, la provincia propone para el problema histórico de la infraestructura escolar, una solución a la medida de los creadores de la “escuela shopping”. Sin ruborizarse, el gobierno de Kicillof anunció la contratación de 240 aulas containers, que se usarían durante un año, en principio en aquellas escuelas con “problemas críticos” de infraestructura. Estas aulas, según señalaron, deben contar con 6 metros de largo, 4,6 metros de ancho y 2.3 metros de alto. Es claro que en esas aulas no van a entrar con el distanciamiento necesario los 15 alumnos. Ahora eso sí, las aulas serán ventiladas y contarán con cuatro ventanas y dos equipos de aire acondicionado. Hay que pensar dónde tendrán los recreos esos alumnos, dónde irán al baño, incluso dónde se instalarán esas aulas si consideramos el tamaño de las escuelas. Parece una broma de mal gusto en una provincia que se tomó todo el 2020 para “cumplir” con el plan de reparación de apenas 1.347 escuelas que debían estar listas al inicio del ciclo escolar 2020, en una jurisdicción con más de 13.000 escuelas en estado penoso. Pero más bronca aun da la celeste del Suteba de Baradel que criticó a Vidal cuando contrató ese mismo tipo de aulas y hoy nos dice que son un recurso temporario. UDOCBA por su parte, dice que todo depende del equipamiento que posean esos hermosos containers. Además, ambos sectores consideran que deberán ser aprobadas en las UEGD (Unidades Educativas de Gestión Distrital) como si eso fuera garantía de algo. Unos y otros son el brazo del gobierno en el seno de los docentes.

Al igual que Trotta, Kicillof y Vila apelan a la vacunación como otra estrategia para posibilitar el regreso a clases presenciales. Se vacunaría a todos los docentes, auxiliares y demás personal de los establecimientos. El proceso de aplicación de la primera dosis comenzaría la semana próxima para docentes con factores de riesgo y mayores de 60 años y en febrero, es decir, en una semana, a todo el resto. Solo para los voluntarios de la primera etapa hay que vacunar a más de 21.000 personas y para cubrir a todo el personal docente estamos hablando de arriba de 240.000 trabajadores. El detalle: la vacuna no es obligatoria. Ahora bien, si tenemos en cuenta que los alumnos no serán vacunados y, por ende, pueden enfermar y contagiar, no se sabe bien cómo es que se cuidará a las familias y a los alumnos en este retorno “cuidado”

El brazo necesario para el crimen social

Todo esto no sería posible sin la burocracia provincial.  Esta semana los representantes del FUDB (Frente Unidad Docentes Bonaerenses) tuvieron una reunión con el gobierno para evaluar el Plan Jurisdiccional para el Regreso Seguro a Clases Presenciales. Al finalizar, Baradel no pudo dejar de elogiar el accionar del gobierno por “el esfuerzo mancomunado que están llevando adelante y porque la vacunación representará un orgullo para todos los bonaerenses”. Petroccini, secretaria general de la FEB, por su parte destacó la importancia del regreso a las clases presenciales el 17 de febrero. Es decir, el gremialismo de la provincia nos está mandando con moño y todo al matadero. La paradoja es la doble vara con la que miden las medidas según qué color político tenga el gobierno que las pone en marcha. Mientras en CABA critican a Larreta por la vuelta a las aulas, e incluso llaman a una retención de tareas, en provincia aplauden a Kicillof. La burocracia es indispensable para que Kicillof y compañía sostengan un discurso progre mientras preparan un nuevo crimen social. De ellos nos podemos esperar ni exigirles nada. Así que ya sabe, docente, tampoco espere nada para la paritaria más que miguitas.

Otra salida es posible

Todo el 2020 denunciamos a esta burocracia y a este gobierno. No nos quedamos solo en la denuncia: hay que levantar un plan de acción para luchar por la educación y la vida de nuestra clase. Es importante que el resto de la izquierda reconozca que con estar a la defensiva no alcanza, que con exigirle a la burocracia no alcanza y que con mendigar al gobierno por migajas tampoco. Es momento de organizarse por todo lo que nos corresponde porque de lo contrario vamos a ser cómplices de un nuevo crimen sobre los obreros y del genocidio educativo más grande del país.

Es momento de llamar a asambleas, hablar con los compañeros y fortalecernos en las escuelas para frenar la vuelta atomizada por instituciones. En paralelo, debemos organizarnos a través de un plenario multicolor masivo, que diga claramente que nadie debe volver hasta que finalice la amenaza de pandemia y que defina un plan de lucha en las calles y con paro indeterminado. Te invitamos a sumarte ya organizarte por las reivindicaciones que sostenemos desde el inicio de la pandemia:

-Ningún docente, personal auxiliar ni alumnos pueden volver a clases hasta que finalice la amenaza de la Pandemia. Ni durante la primera ola ni durante la segunda que hoy transitamos.

-Expansión urgente del Plan Conectar Igualdad: dotación de una notebook para que cada uno de los alumnos y docentes del país pueda contar con las herramientas técnicas necesarias para continuar con el proceso de enseñanza-aprendizaje. Hoy es necesario ponerle números a esa consigna: entrega de un mínimo de 4.300.000 computadoras para alumnos y para 400.000 docentes de todo el país. A su vez, el plan debería contemplar las necesidades de renovación de equipos de alumnos y docentes que sí tienen computadoras pero que pueden ser obsoletas.

-Wifi y conectividad a internet gratuita y de calidad para toda la población. Hoy especificamos: queremos liberación completa de la conectividad y no solo para grupos reducidos o portales educativos.

-Contratación de personal docente para realizar seguimiento del proceso educativo a distancia y cuando se retome la cursada en condiciones seguras. Queremos desdoblamiento de cursos para que los docentes puedan cubrir las necesidades reales de los alumnos y el seguimiento personalizado de los objetivos alcanzados. Eso solo puede hacerse en pequeños grupos. Y donde un docente fije un plan específico para cada niña y niño según las metas que haya alcanzado el año anterior contemplando también su trayectoria escolar previa.

-Contratación del personal técnico necesario para cada escuela a los fines de asistir y colaborar en la diagramación de las clases a distancia y en el diseño de las plataformas escolares. Hoy agregamos si el gobierno logra imponer la bimodalidad, las estrategias implementadas en 2020 deben revisarse y readecuarse: necesitamos personal idóneo para ello.

-Contratación y dotación de personal para gabinetes escolares, EOES, DOES para acompañar y apuntalar el proceso pedagógico de cada uno de los alumnos de nuestro país. Hoy agregamos, el hartazgo de los niños al encierro, las necesidades de socialización son reales, pero ello no puede realizarse en detrimento de la vida. Hoy más que nunca, las escuelas necesitan de equipos y gabinetes en cantidad suficiente para atender a las y los alumnos y a sus familias.

-Seguimos reclamando por un bono extra mensual y retroactivo para cubrir los gastos en insumos tecnológicos, internet de calidad y mayores costos de los servicios utilizados durante la pandemia y hasta el día de hoy: el ítem fonid-covid es insuficiente.

-Seguimos sosteniendo nuestra histórica consigna de recomposición histórica del salario para docentes. Cargo testigo inicial equivalente a un mínimo de dos canastas básicas totales reales.

-Inmediata incorporación de todos los docentes desocupados y/o subocupados dentro del circuito formal para cumplir tareas pedagógicas lo que implicaba su contratación como docentes formales.

 -Censo de infraestructura y plan de obras acorde a las necesidades escolares en manos de personal idóneo, plan de transporte y revisión de las condiciones de trabajo docente para eliminar la figura del docente taxi que, en plena pandemia, solo vectorizaría el virus entre sus alumnos y familias. Asimismo, las escuelas deben ser dotadas de todos los insumos de limpieza y de prevención necesarios.

-Desde el inicio de la suspensión sostuvimos que no debía exponerse a las familias y a los docentes a la entrega de bolsones de comida y que ello se resolvía con un subsidio a los desocupados equivalente a dos canastas familiares. También exigimos la licencia laboral remunerada para quienes ejercen las tareas de cuidado, en su inmensa mayoría fueron las mujeres, las madres las que asumieron las tareas que demandaba la educación remota. No alcanzan las consignas genéricas. Hoy el mismo gobierno reconoce los números que deben ser parte de nuestros reclamos. Son estas consignas por las que debemos pelear ahora. Las fuimos planteando a lo largo de todo el 2020 y cada día que pasa se confirma más su justeza.

El tiempo es ahora y si queremos organizar a la docencia y a todos los trabajadores del país, el espacio organizativo para hacerlo ya está planteado: marzo de 2021, Asamblea Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados, con una comisión de educación. Solo de allí puede brotar la vida nueva porque quienes hoy nos gobiernan, está claro, nos prefieren muertos. Corriente Nacional Docente Conti-Santoro, Buenos Aires

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1 Comentario

  1. PERO EN LA PRIMER PANDEMIA 20, POR PONER UN NOMBRE, NO ERA ALARMA 4000/5000/7000/ CASOS DIARIOS Y AHORA EL PROMIEDO SE SUBIO A 12000 ,SERA PARA LUEGO JUSTIFICAR UNA MESETA DE 15.000 DIARIOS?…. QUE PASA CON LOS CIENTIFICOS , QUE SON TAN BUENOS TAN BUSCADOS EN EL EXTERIOR POR LAS MULTINACIONALES, AQUI NO OPINAN EL VIRUS LES COMIO LA LENGUA, QUE HABLEN CLARO Y SE OPONGAN AL INICIO DE ESTA APERTURA EN VACIO, QUE LO JUSTIFICA? QUE SENTIDO TIENE? SI EN LA POSPANDEMIA NO VA A SER OTRO MUNDO? …TELETRABAJO…. ENTONCES TELEESTUDIO… COMPREN PC PARA LAS FAMILIAS…. LAS ESCUELAS DE SEGUIR ,ESTAN EN CONDICIONES, AGUA,LUZ,GAS, LOS PIBES VAN A TENER UN REFRIGERIO…. LOS MAESTROS YA SON FAKIRES AGUNTAN… PERO NO ES ASI OJALA ELPUEBLO TOME CONCIENCIA DE ESTO EN ELECCIONES 2021 O 2023 Y LA IZQUIERDA SE UNA EN UNA SOLA

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