En la madrugada del viernes pasado, murió un obrero en la planta de Mundo Textil, empresa ubicada en el parque industrial de Pilar. Germán Zarza Ramírez tenía 42 años y vivía en la localidad de Moreno. El operario se encontraba desarrollando su trabajo en el depósito de la planta cuando se le cayó una de las bolsas de sal que se encontraban apiladas. Según informó la policía, la muerte se produjo al instante, ya que fue aplastado por 2 toneladas de peso.
Este crimen se suma a otra muerte ocurrida hace apenas 22 días, en la localidad de Del Viso. Javier Aguirre, obrero de 34 años, falleció al ser aplastado por una máquina en el corralón “Materiales Maipú”, donde trabajaba. El compañero se encontraba trabajando, al momento que descendió a una zanja, donde se encontraba un bolsón de piedras, y fue aplastado por un auto elevador que manipulaba con escasa capacitación por parte de la patronal.
Los medios locales describen el asesinado de Zarza cómo un “accidente laboral” y “por causas que se intentan establecer”. No sólo eso, sino que publicaron la noticia en la sección de policiales/judiciales. Lejos de ser una confusión o un hecho aislado, es una constante de la prensa local que protege las patronales. Bajo el concepto de “accidente” encubren la responsabilidad patronal y la trasladan a los trabajadores. En realidad, estamos frente a un crimen social, el resultado de una sociedad basada en la ganancia. Los compañeros mueren porque los patrones ahorran en medidas de seguridad y nuestra vida les importa poco.
La sociedad en la cual vivimos nos lleva a los obreros a trabajar cada vez bajo mayores peligros. Mientras tanto los gobiernos patronales, cualquiera sea su color político, garantizan las condiciones de explotación para las empresas. Es claro que la complicidad no es solo de patrones y gobierno, sino que los sindicatos hacen la vista gorda a los problemas sobre las condiciones de trabajo.
Por eso, para terminar con la muerte de obreros en manos de patrones es necesario obligar a las empresas a cumplir con las condiciones de higiene y seguridad correctas para el desempeño laboral. Además, debemos organizarnos de manera independiente de la burocracia y los partidos patronales.
Hoy, más que nunca, necesitamos una Asamblea Nacional de Trabajadores ocupados y desocupados junto a todos los sectores obreros en lucha y a todas las organizaciones sociales, sindicales y políticas que compartan una perspectiva de clase, para construir una verdadera alternativa de los trabajadores/as y batallar por una salida socialista.
Razón y Revolución Zona Norte – Corriente Clasista Goyo Flores