Nacional: Paritaria Nacional Docente

en Conti-Santoro/Novedades

En el día de ayer, se juntaron las partes que componen la Paritaria Nacional Docente. El resultado final fue el esperado: un congelamiento salarial que mantiene sumidos en la miseria a los docentes. Los funcionarios y los sindicatos siguen haciendo “como si”. Tanto el gobierno, como los sindicatos que componen la mesa de discusión, festejan el acuerdo de una “paritaria” que no es y nos quieren vender gato por liebre. Veamos de que se trata este supuesto acuerdo.   

Miseria por cuatro meses más y en cuotas

A principios de año, uno de los principales “logros” obtenidos y celebrados por los integrantes de la mesa fue el pago en cuatro cuotas del FONID, equivalentes a $4.840. En este acuerdo, ese monto se seguirá pagando por cuatro meses más en cuatro cuotas de $1.210 hasta noviembre, mes en el cual ambas partes deberán sentarse a negociar nuevamente. También se acordó el pago de $210 en concepto de material didáctico.

El gobierno y los sindicatos pretenden hacer pasar el acuerdo como una paritaria salarial. Sin embargo, lo acordado no representa ningún tipo de aumento. En primer lugar, el FONID se paga en negro y de manera excepcional. No sólo eso. El acuerdo sellado a principios de año elevó el salario mínimo a $25.000 para julio, luego cada provincia tuvo que negociar y consideró un aumento de 13,5% para el primer semestre. Ya en aquel entonces, la canasta de pobreza del INDEC rondaba los $40.000. Mientras tanto, para esa misma fecha ATE-INDEC, con algunos datos más realistas, estimaba que una familia tipo necesitaba por lo menos $61.000 para no ser pobre. Hoy, sin ningún tipo de aumento, la canasta oficial alcanza los $43.800 y ATE-INDEC estimó que, en el medio de la pandemia, una familia tipo necesitaba a inicios de mayo $67.371. Con esta situación, ni siquiera se habló de elevar el monto mínimo fijando un incremento porcentual para el segundo semestre del año. En ese cuadro, la cláusula gatillo es una utopía, herramienta más que necesaria para al menos no perder contra la inflación actual pese a que la inflación oficial de junio fue de 2,2% y el porcentaje oficial acumulado ya superó el porcentaje que el gobierno estimó en la negociación docente para la primera parte del año. De recomponer lo acumulado en décadas, ni hablar. 

Respecto al material didáctico que tanto prometió el ministro Trotta, no hace falta ser estadístico para darse cuenta que no sirve para nada ¿O acaso piensa que con $210 por mes nos alcanza? Sólo el internet implica gastar entre $1.000 y $4.000 si se piensa en buscar un ancho de banda que permita adecuarse a la educación remota. Ni hablar si debemos cambiar o reparar los equipos tecnológicos o contemplamos los mayores costos de la luz en los que también estamos incurriendo. Si viene al caso, una notebook cuesta no menos que $40.000. Con lo cual ni siquiera alcanza para pagar una sola cuota de los créditos que nos dio Trotta a 36 meses.

Además, el gobierno se “comprometió” a seguir y hacer cumplir las paritarias provinciales, así como también la formación docente y el protocolo de condiciones laborales. Recordemos que muchas provincias todavía no cerraron sus acuerdos paritarios, como es el caso de Entre Ríos y Santa Fe. Mientras otras ya suspendieron los aumentos firmados, como sucedió en CABA. La provincia de Córdoba también suspendió el aumento y postergó la negociación del segundo tramo del año para octubre. En Mendoza siguen exigiendo aumento de emergencia mientras el gobierno ofrecía en marzo una suma fija $3.000. Ni hablar del atraso en los pagos y el fraccionamiento de los aguinaldos tónica que marcó a las provincias de Ciudad de Buenos Aires, provincia de Buenos Aires, Río Negro, Neuquén, Formosa, Jujuy, Tucumán y Mendoza. Ya lo dijimos: en Chubut el mismo salario se paga en cuotas en tiempos pre-covid. Con respecto a estos temas, los sindicatos sólo le plantearon al gobierno su “preocupación”. Lo mismo vale para las reformas jubilatorias en Córdoba o en Entre Ríos y la persecución política a los compañeros de Chubut y Mendoza.

Buscando aliados

Sin lugar a dudas, el gobierno busca el apoyo de los sindicatos con representación nacional, sobre todo CTERA que es el gremio más grande, para impulsar la vuelta a las aulas. De otra manera, no se presentaría como un acuerdo paritario semejante farsa. Los sindicatos no cuestionaron demasiado el protocolo, así como tampoco exigieron todas las condiciones necesarias para la vuelta que arrancan con un relevamiento de infraestructura nacional y el desarrollo de las remodelaciones necesarias para la vuelta. Nada de eso. El acuerdo sólo habla de promesas y compromisos mientras ya se alistan nueve provincias para retomar: Formosa, Corrientes, Catamarca, Misiones, Santa Fe, San Luis, San Juan, Santiago del Estero y Tucumán. Tras cartón, la misma provincia de Buenos Aires parece estar dispuesta a hacer lo propio en los municipios “sin circulación” que como muestran los ejemplos de Santa Fe y Jujuy constituyen una categoría, por lo menos, endeble. Nada se dijo sobre el problema de la deserción escolar que se estima puede afectar a casi 5 de cada 10 alumnos del secundario. Tampoco se ofreció solución alguna sobre la situación de la docencia desocupada y subocupada que hoy hace malabares para llegar a fin de mes y es absolutamente necesaria de cara a cubrir las necesidades educativas de millones de alumnos en el peor año educativo de la historia argentina.

Ir por todo

La Argentina se encuentra en medio de una crisis profunda, probablemente la más grande de su historia. En esta decadencia del sistema general, la burguesía buscará por todos los medios que la crisis la paguemos los trabajadores. Para eso, es vital que la burocracia sindical peronista cumpla su rol y contenga los reclamos de los trabajadores. Por eso mismo, esta Paritaria Nacional Docente no es más que un saludo a la bandera. El gobierno busca ponernos puchitos de pesos en los bolsillos, simula un acuerdo salarial, para callarnos y mantenernos en la miseria cuando, en realidad, congela nuestro salario, permite que haya provincias que ni siquiera negociaron sus paritarias, se desdicen de los acuerdos firmados y pagan aguinaldos y salarios en cuotas.

En este cuadro, los docentes debemos ir por todo. La Paritaria Nacional debe servir para discutir nuestra labor total. En primer lugar, no podemos conformarnos con sumas en negro, escalonadas y excepcionales. Necesitamos urgentemente elevar los salarios docentes y recomponerlos, no solo por lo perdido en este año, sino por décadas de degradación. Hoy la mayoría de la docencia se encuentra por debajo de la pobreza, incluso en los ridículos valores oficiales. Eso para quienes se encuentran estabilizados en la docencia. Aquellos compañeros con pocas horas o que no tienen cargo, incluso antes de la pandemia, con suerte pueden apelar a un IFE o vivir de prestado. Esta situación es paradójica ya que necesitamos de esos compañeros en las escuelas para cumplir labores pedagógicas y evitar que siga aumentando la deserción escolar.

Tampoco podemos esperar nada del “compromiso” del gobierno para tratar el protocolo de vuelta a las aulas y el cumplimiento de paritarias. En las nueve provincias donde se planea volver a las clases presenciales no se hizo nada para garantizar el resguardo de la salud de los docentes, directivos, auxiliares y alumnos. Ni se esbozaron planes de infraestructura, ni se mejoró la red de transporte público para asegurar el traslado de millones de personas. El gobierno apela a la solución “mágica” del escalonamiento de cursos y a la paraestatalización escolar.

La burocracia sindical es la pata necesaria para garantizar el ajuste en la docencia. Por eso, es necesario romper con los reclamos y el seguidismo a las direcciones sindicales peronistas. A lo largo y ancho del país, la docencia sufre los mismos problemas. Es necesario elaborar ya mismo un programa de reivindicaciones comunes de todas las organizaciones combativas y unificar reclamos y acciones. No se trata solo de nuestro salario. La crisis económica que se anticipa, más profunda que en el 2001, nos empobrecerá aún más pero si no intervenimos ahora será reconducida por quienes son parte del problema. No se trata solo de una lucha corporativa: la peor crisis de la historia argentina aguarda de una conducción política que ataque la raíz de los problemas. Y como ya sabemos, en educación, implica discutir mucho más que el valor del salario.

La Corriente Nacional Docente Conti-Santoro exige:

  • Reapertura inmediata de paritarias en todas las provincias y recomposición histórica del salario. Salario Inicial igual a dos canastas básicas totales reales.
  • Bono extra, mensual y retroactivo por los gastos de la educación a distancia
  • No al congelamiento salarial y el pago del aguinaldo en cuotas
  • No a la vuelta a las aulas hasta que estén las condiciones dadas
  • Censo de infraestructura y plan de obras a cargo de personal idóneo
  • Plan de transporte para garantizar la salud de toda la comunidad educativa
  • Incorporación inmediata de todos los docentes desocupados y subocupados dentro del circuito formal para realizar tareas pedagógicas
  • Wifi gratis y de calidad
  • Herramientas digitales para alumnos y docentes
  • Basta de persecución política a los compañeros que luchan

Corriente Nacional Docente Conti-Santoro

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