La riña y el sectarismo: Sobre la descomposición del trotskismo

en Bandera Roja/Novedades

Desde el día de ayer y hasta nuevo aviso, la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires permanecerá cerrada debido al enfrentamiento entre las agrupaciones que conforman el FIT-U y el Nuevo MAS.

Como es de público conocimiento, el pasado 12 de abril el trotskismo de nuestra facultad protagonizó una riña que paralizó por completo la sede Puan. Gritos, golpes, empujones y escaleras bloqueadas a estudiantes convirtieron a Filo en un campo de batalla. La agresión comenzó alrededor de las 18 horas tras las reiteradas provocaciones del NMAS. Sus militantes no solo arrancaron carteles en los que se exigía la liberación de Jaru Rodríguez, estudiante de la Facultad de Sociales, sino que violentaron a compañeros del FIT-U (PTS y PO) que se acercaron a increparlos por este accionar. El clima de tensión fue en aumento, desencadenando finalmente una batalla campal hacia las 20 horas, cuando ambos bandos se enfrentaron, como se puede observar en los videos difundidos. Es en ese momento que las autoridades de Filo tomaron la decisión de desalojar la facultad y suspender el dictado de clases hasta el lunes, día en que sesionará de manera extraordinaria el Consejo Directivo con el objetivo de definir la posible aplicación de sanciones disciplinarias.

Sin embargo, no nos interesa aquí quién tiró la primera piedra sino analizar el hecho como expresión de un problema más grave, a saber: la descomposición del trotskismo. Hay algunas cuestiones sobre este hecho que es importante señalar. En primer lugar, que lo sucedido no es producto del accionar y decisión de individuos aislados sino que tiene un trasfondo político: se trata de un enfrentamiento entre agrupaciones concretas que movilizaron su aparato en función de ello. Si bien históricamente la lucha política implica cierto grado de violencia, la envergadura de la misma debe tener correlación con aquello que está en juego. Salta a la vista que lo sucedido en la jornada del 12 no justifica tal nivel de agresión. El evento, por tanto, no expresa más que el agotamiento y la mezquindad de dichas fuerzas, y es por eso que no podemos sino repudiarlo.

En segundo lugar, la pelea desatada en el seno de la izquierda trotskista es resultado de la derrota ante El Colectivo en las elecciones de la semana pasada. La victoria del peronismo viene a confirmar lo que ya sabemos hace años: que el trotskismo no es capaz de absorber votos ni cuando el peronismo, su principal enemigo, se encuentra en retirada. ¿Cómo es posible que una agrupación que atraviesa su peor momento le dispute y le gane la dirección a otros cinco partidos? La respuesta es sencilla: no son oposición. Esto se debe a que no representan una alternativa real para aquellos que todos los días son perjudicados por un gobierno que no hizo nada durante la pandemia y nos condena a una vida de miseria con un 60% de inflación anual. Como un reflejo de lo que sucede a nivel nacional, en el ámbito estudiantil esta izquierda es incapaz de movilizar a los estudiantes y organizarlos en pos de sus demandas históricas ya que su foco está puesto en el mantenimiento del aparato punteril estudiantil. De allí que un cartel en la escalera central adquiera tal relevancia para ellos.

Por otro lado, el enfrentamiento y los resultados electorales no hacen más que dejar en claro que se ha puesto fin a la experiencia de la FUBA Roja. Aquel proceso de lucha que logró desplazar a Franja Morada de la federación y transformar a nuestra facultad en un bastión de la izquierda post-argentinazo, hoy queda reducida a un enfrentamiento entre patotas por un espacio. El problema no es “cartel sí, cartel no” sino que no han podido revitalizar dicha experiencia. Esta izquierda no hace más que demostrar, mediante acciones u omisiones, que no puede dirigir a nadie.

Párrafo aparte merece el accionar del peronismo que aprovecha lo ocurrido para llevar agua a su molino, dando muestras de pacifismo y conciliación, cuando hace tan solo unos días protagonizó un enfrentamiento similar en la Facultad de Sociales. En este caso, el hecho es aún más grave ya que las agrupaciones que se enfrentaron forman parte de un mismo espacio político. Como se aprecia, ninguno de los partidos que tradicionalmente se disputan el poder en nuestra universidad se salva.

Mientras las autoridades universitarias y su pata estudiantil apuestan por una posible sanción a los implicados, es importante retomar lo que señalamos más arriba: sancionar a estudiantes o discutir la organización de los espacios no solucionará el problema de fondo, ya que el enfrentamiento no es producto de acciones individuales sino políticas. La dirección de cada una de las agrupaciones partícipes ha tomado la decisión de movilizar a su aparato. Por tanto, los responsables políticos de ambas fracciones deben dar explicaciones por lo sucedido y pedir disculpas públicamente al conjunto de la comunidad educativa. Por otro lado, lo correcto sería que pongan a disposición de la Universidad esos mismos aparatos para la realización de tareas compensatorias.

El CEFyL ha convocado en el día de ayer a una reunión de la Comisión Directiva, limitando la asistencia solo a aquellas agrupaciones que forman parte de la misma, entre las que se encuentran el FIT-U y el NMAS. Reunión que, entendemos, debió haber sido abierta. Lo sucedido el 12 de abril compete al conjunto del estudiantado y las agrupaciones de la facultad. Por eso mismo, instamos a que se convoque a estudiantes agrupados y no agrupados a formar parte de las mismas. No podemos dejar que las decisiones en cuanto a este asunto sean tomadas por aquellos que lo ocasionaron.

En suma, tanto el FIT-U como el NMAS han perdido toda legitimidad moral y autoridad política. No son capaces de movilizar al estudiantado, tampoco de enfrentar al kirchnerismo en función de ciertas demandas urgentes. Cuando un aparato político no logra expresar una fuerza en movimiento tiende a la descomposición. Frente a esta degradación es que insistimos en la necesidad de construir una nueva fuerza política de izquierda que no claudique ante el gobierno ni ponga el foco en nimiedades sino que exprese todas las necesidades del estudiantado.

Corriente Estudiantil Bandera Roja 🚩

2 Comentarios

  1. Respeto al che x su ímpetu y su moral..
    Pero está visto q a pesar de la entrañable afinidad con Fidel este eligió otro camino.x eso hoy cuba es como es.un faro para América ..el che es un hermano q dio su vida como modelo para siempre

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

*

Últimas novedades de Bandera Roja

Ir a Arriba