La cobardía es asunto de burócratas: los ataques de la patota del SMATA en Mercedes Benz

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smataEn la madrugada de hoy, un burócrata de la verde del SMATA, la lista única que conduce el gremio hace décadas, roció con gas pimienta a militantes de Razón y Revolución que estaban volanteado en los portones de Mercedes Benz. El ataque lo realizó mientras ingresaba a la fábrica en su vehículo: bajó la ventanilla y roció el gas al grito de “hijos de puta”. El gas afectó a tres compañeros, entre ellos una compañera a la que hubo que llevar de urgencia a la guardia oftalmológica.

Semejante insulto y ataque físico por repartir un volante muestran a las claras lo que son: una banda de patoteros, cobardes e incapaces de afrontar un debate. No pueden hablar abiertamente con los compañeros porque no pueden revelar las razones que tienen para defender sus arreglos con la patronal. Por ejemplo, ¿saben los compañeros que el sindicato recibe un porcentaje de las unidades vendidas, o sea, que son socios de la patronal? No, claro, porque el sindicato no puede exponerse tanto. Pero esto explica por qué se violentan tanto frente a un simple volante o una simple pregunta en una reunión. No pueden permitir que su posición peligre. Entonces, reprimen.

El volante les duele porque expone las mentiras con las que la patronal y la burocracia quieren convencer a los compañeros de que acepten los retiros. Según SMATA y Mercedes Benz, una vez que pase la crisis, los compañeros van a ser tomados de nuevo. En el volante demostramos que esto es falso. Que desde 2009 el empleo no creció al mismo ritmo que la producción y que incluso en años en los que la producción creció, el empleo bajó. Por lo tanto, es mentira que a la salida de la crisis el empleo esté garantizado de nuevo. Pero además, los denunciamos, justamente, por el tipo de acciones que llevaron adelante hoy, que buscan atemorizar a los compañeros para que acepten calladitos los arreglos del sindicato con su patronal, sin preguntar, sin opinar, sin cuestionar. Como si fuéramos invisibles. Como si fuéramos simples números. Muñecos descartables, sin voz. Al SMATA no le interesa nuestra voz, por eso no la escucha, por eso la calla. En cambio, sí escucha la de la empresa.

Volvemos a preguntar: ¿Esto es un sindicato obrero? No. Es el perro guardián de la patronal. Si fueran honestos y democráticos, si representaran los intereses de los obreros y no de la patronal, no necesitarían valerse de este tipo de acciones. Quizás ellos crean que son muy valientes cuando utilizan la violencia. Pero en realidad encubren su enorme cobardía: no pueden mirar a la cara a los compañeros y discutir qué hacer con los despidos. Si fueran valientes, convocarían a una asamblea y no censurarían a nadie. Explicarían su posición de forma franca, y si los compañeros no la aceptaran, se someterían a la voluntad de sus representados. Pero no pueden hacer nada de todo eso. Lo único que les queda es la violencia.

Llamamos a todos los compañeros y organizaciones en lucha a pronunciarse en contra de la represión de la burocracia del SMATA.

Fuera la Verde
Basta de intimidaciones
Por un plan de lucha contra los despidos y suspensiones

Razón y Revolución

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