En el día de hoy, el gobierno de la provincia de Buenos Aires anunció que no pagará la totalidad del aumento correspondiente al último trimestre del 2019 vía cláusula gatillo. El gobernador Axel Kicillof sostuvo que la provincia no está en condiciones de afrontar el pago respectivo al mes de diciembre y, por ende, el proporcional de aguinaldo. Así, en febrero solo se abonaría el aumento equivalente a la inflación de octubre y noviembre. La suma alcanza el 11,7%, quedando el 3,7% de diciembre a cuenta para cobrar en marzo. El anuncio trascendió luego que Kicillof comunicara el pago sin chistar a los tenedores de deuda con los fondos de la provincia.
El hecho expone varias cuestiones. En primer lugar, es evidente que la provincia de Buenos Aires está al borde de la quiebra. Ante esta situación, la respuesta del kirchnerismo obedece a la política de la burguesía como clase en general: si los números no cierran, la crisis la pagamos los trabajadores.
Luego, la discusión por la clausula gatillo desnuda la política del kirchnerismo y de la burocracia sindical afín. Durante el gobierno de Vidal, el aparato celeste reivindicó la cláusula como elemento de recomposición salarial. Sin embargo, con el amigo Kicillof en el gobierno, este mecanismo «no es la panacea» según las palabras de Sonia Alesso. Si bien la clausula gatillo no es una medida que permite recomponer la pérdida histórica del salario docente (cuyo poder adquisitivo viene en declive hace 70 años), al menos permite ir empatándole a la inflación. Su supresión y la postergación de su pago total indican que el kirchnerismo vino a aumentar la explotación y la miseria del conjunto de los trabajadores.Como era de esperarse, Kicillof le tiró la pelota a Vidal. Como toda mentira, algo de verdad contiene. Es cierto que la ex gobernadora dejó la provincia al borde de la quiebra. Así como es correcto afirmar que, desde el retorno de la democracia hasta acá, Buenos Aires estuvo manejada mayoritariamente por peronistas. De hecho gran parte de la deuda y el déficit fiscal se gestó durante la gobernación de Scioli. Por eso, todo el personal político es responsable de la degradación de la vida de millones de bonaerenses. Mientras a los trabajadores nos obligan a pagar las consecuencias de la quiebra económica de un puñado de burgueses, esa misma burguesía hoy se ve beneficiada con la condonación de deudas y beneficios fiscales. Así es. Los dueños de las pymes, cuyas fábricas emplean mayoritariamente trabajadores en negro con salarios de miseria, tendrán su borrón y cuenta nueva.
Por eso no podemos esperar nada del kirchnerismo, ni de la burocracia. Si la celeste le dejó pasar el primer año a Vidal ¿Por qué haría algo distinto con Kiciloff? Una vez más, Baradel y compañía mostraron las cartas ¿Todavía vamos a seguir exigiéndole a esta gente plan de lucha? Es hora de organizarnos para derrotar el pacto social de los Fernández mostrando al conjunto de compañeros una salida a la crisis cuya consecuencia no sea empeorar nuestras condiciones de vida. La Corriente Nacional Docente Conti Santoro exige el pago total de la cláusula gatillo y la devolución de los descuentos realzados en enero. Además creemos necesario retomar la lucha por la recomposición histórica del salario docente cuyo valor debe fijarse en torno a dos canastas familiares.
Corriente Nacional Docente Conti Santoro