El liberalismo, una ideología inútil

en La Hoja Socialista 18/Novedades

Con la pandemia del Coronavirus se encuentran en juego dos intereses distintos. Por un lado, los del grueso de la gente –la clase obrera- que quiere cuidarse de contraer la enfermedad. Y por el otro, los intereses del capital, que espera que la economía siga funcionando como si nada ocurriera. Se observa así una tensión entre la salud y la economía.

Esta situación mundial trajo aparejada una situación recurrente: en coyunturas como éstas, se quiebra fuertemente la ideología liberal. ¿A quiénes nos referimos? A personajes que con o sin responsabilidad política, nos dicen que conviene defender el mercado y la libertad individual hasta las últimas consecuencias. El liberalismo suele hacerse fuerte cuando la acumulación de capital marcha más o menos “bien”. Entonces, para ese momento, su planteo es dejar que las cosas caminen solas, “no tocarlas”.

Advierten así sobre la mano negra del Estado. Pero si la crisis del capital avanza, si la economía cae, se congela y terminamos en un escenario de crisis profunda como el que se viene, esta doctrina parece no servir para nada. Hoy, estamos frente a esta última visión. En este contexto de depresión mundial, el liberalismo muestra su inutilidad para cualquier servicio real.

Ocurre que el capitalismo requiere permanentemente del salvataje de los gobiernos, tal y como está sucediendo hoy a nivel mundial. La emisión es la política de cualquier gobierno con un poco de sentido común. Algunos liberales –supongamos un Melconian- se hacen los sotas sus planteos previos y hablan de “controlar” la emisión. De “no intervenir” a “intervenir controladamente”. Es decir, los liberales dejan sus ideas en la puerta de la crisis.

Sin embargo, la burguesía presiona por levantar la cuarentena, acá y en todas partes del mundo donde se decretó. Intentan colocar la ganancia capitalista por encima de la vida de los seres humanos. De este modo, queda más que nunca en evidencia que la base de esta sociedad es incompatible con el cuidado de los seres humanos.

Eso se ve con claridad en la política de los Bolsonaro o Boris Johnson, que minimizaron el problema. La idea de que esto era “una gripecita” mostraba los intereses de esa burguesía por seguir acumulando. Y aquí lo encontramos planteado en la presión más o menos visible ejercida a través de los medios de comunicación y de muchos técnicos que, lentamente, van introduciendo en la cabeza de la población la idea de que hay que normalizar la situación que estamos viviendo.

Esa tendencia se va haciendo carne en algunos personajes del gobierno de forma más clara, como el caso de Kicillof en la Provincia de Buenos Aires. Y, de este modo, Alberto Fernández, paulatinamente va abriendo la cuarentena, incluso a pesar de que ingresemos en el pico de la pandemia. La crisis desnuda que este sistema es inviable para resolver este problema cuidando la salud de los obreros, en particular, de aquellos que están en riesgo.

Por eso, necesitamos poner en pie una sociedad con un sistema sanitario centralizado y orientado al servicio integral de las necesidades sociales. Mientras el capitalismo derrocha recursos materiales y humanos para sostener una ganancia individual –la del burgués-, en el socialismo, los recursos deben orientarse en un sentido racional. ¿Cuál es esa “racionalidad”? La de la defensa de la salud y la vida humana.

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2 Comentarios

  1. Chicos, muy superficial y banal la nota. Ah, y tenía a mano mi «Bingo del Relato Comunista» para chequear que se dijera: Clase obrera, Burguesía, doctrina, intereses del capital; entre otras

  2. Elber,la nota es bien concisa,directo al hueso y sin vueltas. Por lo tanto no es superficial ni banal. Y por si no sabías,podes leer El Aromo que tiene notas mucho más extensas y más elaboradas. Esta nota es de la sección La Hoja Socialista que justamente busca hacer notas más cortas y directa para su mayor difusión y su lectura mas amena.

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