Chaco – La lucha por la Ley de Educación Sexual Integral

en El Correo Docente 22

José Almeida
Conti-Santoro


El movimiento de mujeres en Argentina cobró una notable visibilidad en los últimos años. En las escuelas, la cuestión de género vino acompañada de la discusión sobre la aplicación de la ESI. Cuando se impulsó la lucha por su implementación, los grupos “pro vida” se opusieron, levantando la consigna “Con mis hijos no te metas”. Este sector tiene el respaldo de la Iglesia Católica y la Evangelista. En Chaco, una de las provincias líderes en el ranking de madres adolescentes, abusos infantiles, adolescentes e intrafamiliares, etc., la presión de estos sectores mantiene sin efecto la aplicación de la ley.

El recorrido de una ley insuficiente

Chaco adhirió inmediatamente a la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral, sancionada y promulgada en octubre de 2006. Para noviembre de ese año, la provincia sancionó la Ley N° 5811 (ahora 1502 -E),  la cual adaptaba los lineamientos nacionales al contexto local. Si nos adentramos en ella, observaremos que garantiza la enseñanza de Educación Sexual Integral en todos los niveles y modalidades del sistema educativo provincial. También plantea objetivos generales para garantizar la enseñanza de contenidos relacionados con la salud sexual; derechos sexuales y reproductivos desde una perspectiva de género; valores y actitudes que posibiliten encarar la sexualidad como parte de la identidad como seres humanos; la promoción de conocimientos para tomar decisiones responsables sobre la maternidad y paternidad; la prevención de embarazo adolescente; el aborto; enfermedades de transmisión sexual, etc.

En términos generales, poco habría para discutir. Sin embargo, el artículo 5° refuerza la descentralización al permitir que proyectos de ESI se ajusten al ideario de la “comunidad educativa”. Así, la Iglesia, ONG’S y otras instituciones ajenas a la escuela pueden proponer e impulsar sus propios proyectos. Además, el artículo 6° define que el MECCYT (Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología) conformará una comisión ad – hoc que estará integrada por especialistas y miembros interministeriales conjuntamente con sectores de la sociedad. Dentro de estos sectores se encuentran las iglesias, gremios docentes, “grupos étnicos”, ONG’s, etc. Si bien la ley es un paso hacia adelante, es insuficiente ya que el contenido científico no es necesariamente obligatorio.

Luego de cuatro años de la sanción de la ley, el Ministerio de Educación organizó un Encuentro Provincial de Docentes con el objetivo de reflexionar, debatir e intercambiar información para la incorporación de la educación sexual. Allí participaron más de 600 docentes de todos los Niveles y Modalidades. También se encontraban equipos técnicos del Ministerio, directores regionales, supervisores, directores, acompañantes territoriales. Además fueron convocados padres, alumnos y representantes de Organizaciones sindicales y gremiales. Lo que trascendió, por algunos medios, es que se realizaron talleres a cargo de ESI Nación y ESI Provincia. En ellos se distribuyeron materiales para facilitar la visibilización de los contenidos para los distintos niveles educativos. ¿Qué resoluciones y/o documentos salieron de ese Congreso? Aún permanece en la incógnita.

Pasaron trece años de la aprobación de una ley que en los hechos no se aplica. Más allá de las visitas que realizan los equipos de la Dirección de Salud Educativa del Ministerio, no hay nada más.  Si en Chaco los alumnos reciben algo de ESI es gracias a los esfuerzos de algunos docentes que trabajan desde sus respectivos espacios. El Estado no lleva adelante ningún tipo de iniciativa relacionada con la formación de docentes, talleres y demás.

La presión de las iglesias

Sin dudas, hay una presión enorme de las iglesias para que la ESI no se aplique. El año pasado, luego de la presentación de un proyecto para realizar modificaciones a la ley, un grupo de pastores juntó 8.000 firmas en rechazo. Este sector recibió el apoyo de diputados del PJ (Claudia Panzardi y Ricardo Sánchez) y de la U.C.R./ Cambiemos (Alejandro Aradas) quienes se comprometieron a defender a la comunidad cristiana contra el avance de la “ideología de género”. De hecho, realizaron una marcha provincial y una nacional en octubre con la consigna “Con mis hijos no te metas”. ¿Pero, a que se oponen concretamente?

En principio no aceptan ninguna modificación a la ley. Entienden que son los padres los responsables de decidir como educar a sus hijos a través de valores como preservar la familia y la salud integral física y mental. Además, sostienen que la obligatoriedad en las instituciones privadas viola el artículo 5° porque no tienen en cuenta el ideario institucional. La defensa de la ley tal y como está por parte de los sectores pro vida debería alarmarnos. Ellos saben que mientras se mantenga el artículo 5° podrán seguir interviniendo en la ESI. Por eso, ninguna organización que batalle contra la influencia de la iglesia debería apoyar la ley “per se”.

Por una Educación Sexual Integral laica, científica, abolicionista, feminista y socialista

Como vimos, la Ley N°5811 es insuficiente. Con ella, la iglesia puede entrometerse en la educación como si nada. A este obstáculo se suma la influencia que tuvieron al estar presentes en el diseño de planes de estudio y formación dentro del sistema educativo argentino. Por otro lado, al Estado no le interesa aplicarla ya que no organiza equipos interdisciplinarios, ni comisiones que desarrollen contenidos para la ESI. Por eso proponemos:

  • No a la injerencia de la iglesia dentro de la educación
  • Modificación de los artículos 5° y 6°
  • Capacitaciones gratuitas y pagas en ESI
  • Por una ESI laica, científica, abolicionista, feminista y socialista

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