Chaco: Contra las promesas de Capitanich

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Nuestra provincia fue una de las tantas que cerró paritarias a la baja. En realidad, si hilamos fino, podríamos decir que la oferta de Capitanich constó en mantener el acuerdo del año pasado y realizar una serie de promesas a futuro. El trato que firmó el gobierno con los sindicatos que integran el Frente Gremial Docente (Utre – CTERA, SITECH Federación y ATECH), consistió en la promesa de seguir abonando la cláusula de revisión trimestral pactada el año anterior con el entonces gobernador Domingo Peppo. Además, se comprometió a recomponer el 50% del salario perdido entre el 2017 y 2018, aunque nunca nos dijeron cómo. Con todas estas promesas, el FGD dio el ok e iniciamos el ciclo lectivo 2020.

Esta semana, ambas partes volvieron a reunirse. Como era de esperarse, Capitanich sostuvo que no cuenta con los fondos necesarios para aumentar salarios. De la reunión, sólo surgió el compromiso de abonar el incentivo adeudado del mes de febrero para el 22 de mayo. En ese sentido, tampoco nos pagarán la clausula de revisión del primer trimestre adeudada, eque ronda el 8%. Sin ninguna solución concreta, ambas partes decidieron pasar a un cuarto intermedio para el jueves 28 de mayo. Eso sí, casi a modo de eufemismo, el FGD convocó a un paro virtual para el 21 y 22 de mayo con la consigna «apagón tecnológico». Todo un plan de lucha.

Desde principio de año hasta la fecha, la situación cambió, sobre todo, con la aparición del Coronavirus. Uno de los problemas recurrentes, y potenciados por la pandemia, es la situación de los docentes desocupados. La cuarentena obligatoria suspendió los actos públicos, dejando a más de 20.000 compañeros sin posibilidad de tomar horas. Para ellos, Capitanich prometió algún tipo de subsidio. Sin embargo, la promesa quedó en palabras. Para no ser menos, el FGD no ofrece ninguna propuesta concreta. Inclusive, muchos sindicatos alentaron a los compañeros a salir el sistema para tramitar el IFE, la AUH o el programa ALIMENTAR, entre otros. Sabiendo lo difícil que es ingresar al sistema educativo provincial, los sindicatos proponen marginarlos aún más. En vez de reclamar la incorporación de todos estos compañeros al circuito formal, prefieren ahogarlos en la desocupación abierta para ganar algo más de $10.000. Con la necesidad de docentes que hacen falta, antes y durante la cuarentena, es inconcebible que haya compañeros desocupados. Los más de 20.000 docentes sin cargo deben ser incorporados inmediatamente para acompañar las trayectorias escolares de los alumnos en esta situación excepcional. También necesitamos psicopedagogos, psicólogos, trabajadores sociales y otras profesiones que ayuden a reforzar los gabinetes psicopedagógicos para los alumnos y las familias. Incorporar a todos los docentes sin cargo debe ser uno de los temas a discutir en las paritarias.

Por otra parte, la situación de los docentes ocupados empeoró con la pandemia. La educación remota se tradujo en sobreexigencia y sobrecarga de trabajo. La virtualidad nos obliga a estar disponibles 24 por 7, casi como telemarketer, con salarios de pobreza. Lejos estamos del «ahorro» y las ventajas de trabajar en casa que Alberto Fernández le vendió a todo el mundo. Si bien no gastamos dinero en transporte y otros insumos que utilizamos habitualmente para desarrollar las clases presenciales, la educación a distancia nos demanda otros gastos. Uno de ellos es el consumo extra de electricidad, no sólo de los docentes, sino de todo su grupo familiar. En Chaco, las tarifas eléctricas rondan entre los $2500 y $5000, y más también.. Además, muchos compañeros cambiaron el servicio de internet, por uno de calidad, lo cual cuesta alrededor de $2500 (el equivalente a 2 incentivos docentes). Si el docente no tiene PC y debe utilizar celular, el abono mensual ronda entre los $1000 y $1500. Incluso, según la empresa de telefonía, puede llegar a pagar hasta $4000 extras en datos, como le sucedió recientemente a un docente tucumano. Muchos compañeros se vieron obligados a endeudarse para acceder a una computadora nueva, capaz de soportar las aplicaciones que se utilizan para realizar videoconferencias tales como Zoom, Jitsi Meet, Google Meet, etc. La única alternativa que nos ofreció el gobierno fue una línea de crédito. Es inadmisible que un docente que está por debajo de la línea de pobreza tenga que endeudarse. Por eso, en las paritarias debemos exigir un bono extra mientras dure esta situación excepcional de por lo menos $15.000 para cubrir todos estos gastos.

Los alumnos y sus familias tampoco escapan a esta situación de miseria. La mitad de los niños y adolescentes chaqueños son pobres. Por lo tanto, más que seguir las clases virtuales que le imparten maestros y profesores, la preocupación principal es la de saber si van a comer todos los días. Muchos de los hogares cuentan con un solo celular y no tienen acceso a una conexión de internet de calidad. En este contexto, los padres tienen que comprar paquetes de datos, cuando pueden, para que sus hijos no pierdan clases. Para ellos, la ministra de educación de la provincia, Daniela Torrente, anunció la semana pasada que para fines de mayo o principios de junio, repartirían 8.000 computadoras para distribuir a los alumnos de todos los primeros años de secundaria. De concretarse, la medida resultaría tardía e insuficiente. No sólo para los chicos de primer año, sino para alumnos y docentes de todos los niveles y modalidades. Tengamos en cuenta que la provincia cuenta con más de 420.000 alumnos entre todas las modalidades.

La situación no da para más. A las promesas de Capitanich y la complicidad del FGD, debemos oponerle la lucha en las calles. La pandemia no hace más que potenciar una crisis encubada hace años. Crisis que de acelera la inflación y degrada las condiciones pedagógicas aún más. De seguir así, los trabajadores no podremos sostener la cuarentena y, por lo tanto, será imposible resguardar nuestra salud. Por eso, debemos tomar la incinciativaiativa y retomar la lucha con medidas contundentes, respetando las medidas de seguridad necesarias.

La Corriente Nacional Docente Conti-Santoro propone:

– Pago urgente de la cláusula revisión trimestral e incentivo en tiempo y forma. Por una cláusula gatillo mensual.

– Recomposición histórica del salario. Por un salario inicial igual al costo de dos canastas básicas totales.

– Incorporación de todos los docentes sin cargo a las clases virtuales, y garantizar su continuidad luego de la pandemia

– Un bono extra a los docentes activos por un valor de $15.000

– Reapertura del programa Conectar Igualdad para alumnos y docentes de todos los niveles y modalidades.

– Por un paro activo y movilización a casa de gobierno, respetando la distancia social y las medidas de protección adecuadas.

Corriente Nacional Docente Conti – Santoro Chaco

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