Ceguera complaciente y electoralismo burgués. A propósito del balance electoral del PO por boca de Gabriel Solano

en Comunicados/El Aromo nº 87/Entradas

0205071-zoom2En una mesa debate, organizada por el PO, Gabriel Solano respondió a nuestras críticas a la campaña. Pero en lugar de tomar nuestros argumentos y rebatirlos, inventó una posición que nunca tuvimos para no tener que responder a lo que no puede. Vamos a los hechos.
Solano señaló que nosotros le criticamos el hecho de que, en un programa que ven millones de personas (Intratables), ante una pregunta sobre qué sociedad quería, haya dicho “un salario igual a la canasta familiar” y no “la abolición del trabajo asalariado”. Hasta ahí es correcto. Le señalamos eso, que escondió el programa socialista. Hay que aclarar que en ese mismo video (y eso está grabado) hizo alarde de su capacidad de mentir sobre el desarrollo de la campaña.
Ahora bien, Solano agregó que nosotros dijimos que “si hacíamos eso, la rompíamos. […] Ni balotaje: ganamos en primera vuelta”. No faltó, claro, el tono socarrón, compartido por un público aparentemente complacido. De acuerdo a su punto de vista, nosotros nos estaríamos jactando de tener la fórmula para conquistar votos. Pues bien, eso es falso. Nunca dijimos nada sobre si con tal o cual campaña el FIT hubiese sacado más o menos votos. Y es muy fácil de corroborarlo, porque hay un comunicado público:

No podemos saber exactamente qué habría pasado, en términos de votos, si se hubiese apelado a la conciencia revolucionaria. Pero sí es seguro que se hubiera avanzado en la inserción de la conciencia revolucionaria en las masas. Cada voto que hubiésemos conquistado para la revolución vale mucho más que los 900.000 para ‘los derechos de las mujeres y la juventud’”.

Nunca dijimos que “la rompíamos”. Sencillamente, porque nuestra preocupación no era cómo sacar votos, sino cómo desarrollar una conciencia revolucionaria. O Solano no leyó nuestro documento o miente. Como él mismo confiesa que lo leyó, solo queda la última opción. Como tiene miedo de que el público haya leído el documento y pueda contradecirlo, pregunta y, luego, seguro de la impunidad, recomienda no leerlo. Miente y se asegura.
El problema no es, sin embargo, que un dirigente le mienta a sus compañeros. Al menos, no el problema más grave. Lo lamentable es la concepción que la defensa de la campaña realizada por el PO expresa y que el público parece no cuestionar: que Solano sostiene públicamente que el socialismo es piantavotos y, por lo tanto, hay que evitarlo como la peste. Lo que demuestra que a Solano y al PO solo les interesa juntar votos a como sea. Lo importante no es aquello que debe decirse, según el PO, sino aquello que cosecha votos. El voto por el voto mismo. En esta lógica, es más importante ganar un cargo en el Estado burgués que convencer a la clase obrera del Socialismo (o de cualquier idea, en realidad). Es un axioma revolucionario que la participación en las elecciones burguesas sirve, a los revolucionarios, para hacer propaganda de su programa. ¿Cuál es el programa del PO?

Razón y Revolución

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