Bariloche: Turismo, subsidios para la patronal, miseria para la clase obrera

en Novedades

La burguesía del turismo reclama la apertura de la cuarentena, en pleno pico de la pandemia. El pedido se realizó a través de la Cámara de Turismo Bariloche, en una nota enviada a Mario Meoni, Ministro de Transporte de la Nación, y a Matías Lammens, Ministro de Turismo y Deportes de la Nación. A este reclamo se sumaron la Cámara de Turismo de Río Negro, la Cámara de Comercio e Industria, y la Federación de Empresas y Entidades de Bariloche y Zona Andina (FEEBA), entre otros. A ellos se sumó el gremio de trabajadores del turismo, UTHGRA Bariloche. Sindicato y patrones coinciden en la apertura de la cuarentena. La finalidad no es otra que reactivar el turismo para proteger las ganancias del sector por sobre la vida de los laburantes. Así, pretenden enviar al matadero a la clase obrera. Como ya explicamos en varias oportunidades, la pandemia expuso la grave situación de buena parte de los trabajadores de este rubro, que reciben salarios recortados, en el “mejor” de los casos, o absolutamente nada, en el peor.

El turismo representa un 50% de la economía de Bariloche. Actualmente, se estima que el sector genera entre 12.000 y 15.000 puestos directos de trabajo, de acuerdo al porcentaje de turistas que arriban a la ciudad, de un total de 55.000 empleos, incluyendo el sector público. Estamos hablando de una rama, el turismo, y ramas subsidiarias que moviliza (gastronomía, comercios), donde el empleo en negro es la norma, por lo tanto hay un gran subregistro. Las ramas subsidiarias (restaurantes, chocolaterías y cervecerías) se han flexibilizado. Pero el turismo no. Por esto mismo, los patrones hoy están llorando miseria. Pero, en realidad, los que van a pagar los platos rotos somos los trabajadores. Esto es así, porque, por una lado, la patronal del turismo tiene resto para pasar la pandemia y, por otro, porque la Ley de Emergencia Turística, que busca salvar las ganancias de los patrones, ya tiene media sanción en el Congreso.

Por un lado, en 2019, la localidad recibió 730.537 turistas y se convirtió en el mejor año de la década en cantidad de visitantes. Solo contabilizando el aluvión de turistas en el invierno de ese año, ingresaron a la ciudad $ 5.000 millones de pesos, llegando a un record histórico. En la primera quincena de enero de este año ingresó un monto similar a toda la provincia de Río Negro, que se distribuye centralmente entre las tres ciudades más importantes en términos de turismo (Bariloche, Las Grutas y El Bolsón).

Pero esto no es todo. El gobierno de Alberto Fernández, como buen defensor patronal, otorgó grandes beneficios a la burguesía, y la burguesía local los va a aprovechar. Por un lado, asumió el pago del 50% de los salarios. Por el otro, les dio créditos a la rama turística a una tasa del 24%, es decir con un interés real negativo. Como si fuera poco, la burocracia de la UTHGRA acordó con las cámaras empresariales salarios al 75%. En estos momentos, el sindicato posa de combativo “luchando” por el IFE para los trabajadores temporarios. Cualquiera sabe que $ 10.000 no alcanzan para nada. Mucho menos, en Bariloche. Según las mediciones que realiza la Junta Interna de ATE-Indec, una familia de la región patagónica necesitó en marzo, para no ser indigente, un ingreso mensual de $ 22.417. Ahora, UTHGRA además, apoya la flexibilización del sector, en lugar de defender los intereses de sus trabajadores.

Por esto mismo, la excusa de los patrones y de UTHGRA para la flexibilización del sector turístico, es la necesidad de mantener el empleo para la clase obrera, en este tiempo de cuarentena. Es decir, el argumento es mentiroso porque oculta las verdaderas intenciones de la burguesía y sus defensores. En nombre de la defensa del empleo de los laburantes lo que pretenden es no perder sus propias ganancias. A ellos no les importa la vida de la clase obrera.

Por otro lado, el Concejo Municipal de la ciudad, en sintonía con la patronal, emitió un comunicado para que el Congreso trate la Ley de Emergencia para reactivar el sector, que incluye beneficios impositivos y créditos. Tanto el bloque de Bariloche por el Cambio como el bloque de Juntos Somos Río Negro coinciden en la flexibilización del sector. No podía ser de otra manera. Ambos acuerdan en su defensa de la ganancia burguesa. Por eso unieron sus proyectos para el sector, en un solo comunicado. El fin es lograr exenciones en lo impositivo y laboral.

La Ley de asistencia al turismo logró la media sanción en el Congreso. El costo fiscal de la medida fue calculado en alrededor de $50.000 millones para el Estado nacional. Los rubros que recibirán el beneficio, hasta el 31 de diciembre, incluye los servicios de alojamiento, las agencias de viaje, el transporte, los servicios de licenciados en turismo, los centros turísticos, servicios de salones, productos regionales y producción de espectáculos, entre otros. El proyecto, además, prórroga del programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) hasta el 31 de diciembre de este año para todas las actividades paralizadas o que demuestren una facturación menor al 30% de la que tenían previamente a la pandemia. Además comprende la reducción del 95% del pago de contribuciones patronales de empresas del rubro, la suspensión de medidas cautelares que ANSES y AFIP mantengan sobre actores de la cadena turística, la prórroga por 180 días de vencimientos de impuestos que graven el patrimonio, los capitales o las ganancias, reducción de alícuotas sobre impuestos a los créditos y débitos y otras operatorias hasta el 31 de diciembre. En cuanto a los beneficios para consumidores, se establece un bono fiscal vacacional para las familias cuyos ingresos mensuales no superen el equivalente a cuatro salarios mínimos, por única vez, para su uso dentro del país. Y se crea un régimen de preventa que otorga un crédito a favor de las personas, que será del 50% del monto de cada compra de servicios turísticos a ser brindados dentro del país, aunque con un tope que queda librado a la reglamentación que determine el Poder Ejecutivo.

Como vemos, se trata de una ley que tiene como objetivo beneficiar a las patronales. Nada dice sobre cómo se va a resolver la situación de los laburantes. Todo el personal político burgués es cómplice de esta situación. Tanto en Bariloche, donde los distintos bloques se aliaron para defender al sector, como en el Congreso, donde los senadores de las distintas fuerzas aprobaron el proyecto por unanimidad. Resulta evidente para qué clase gobiernan. Por un lado, la firmeza con la que se alían para defender las ganancias patronales y, por otro, la ausencia total de políticas concretas para la clase obrera.

La pandemia vino a exponer y a profundizar la enorme crisis social de una ciudad que vive dos realidades paralelas. La del “centro y los kilómetros”, donde se ubican los lujosos hoteles para el turismo internacional y donde los patrones se dan la buena vida. Y la del Alto, donde vive la población más sumergida, que con su trabajo hacen andar a la ciudad. Para la burguesía, hay en marcha una serie de exenciones y subsidios. Para la clase obrera, en cambio, la cuarentena los obliga a elegir entre el hambre, si deciden no trabajar, o el contagio, si salen a changuear. Por eso, debemos exigir que todas las familias obreras desocupadas tienen que tener subsidio que les alcance para llegar a fin de mes, no menor a la Canasta Básica. Los trabajadores del turismo, permanentes y transitorios, deben tener un ingreso equivalente a dos canastas básicas, y deben poder transitar la cuarentena sin realizar trabajos que no son esenciales. Nuestra vida está en juego.

Razón y Revolución Río Negro

Etiquetas:

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

*

Últimas novedades de Novedades

Ir a Arriba