Estos últimos días, el gobierno hizo varias declaraciones sobre las nuevas medidas a implementar como prevención ante el aumento de casos. Hubo también muchos cruces entre Nación, las provincias y la Ciudad de Buenos Aires. Como siempre, lo importante no está tanto en lo que se dijo, sino en lo que se calló.
Es claro que, por detrás de la toma de decisiones de Alberto, lo que se estaba midiendo era el nivel de apoyo que tiene el presidente. Y es obvio que el desplante de Larreta sólo se explica por el hecho de que el pelado tomó el comando de la resistencia constituyéndose en el jefe del peronismo provincial. El líder de los que le están diciendo NO al presidente. Ahora, su decisión no tiene nada que ver con una cuestión jurídica o epidemiológica, sino más bien política.
Entonces, “el tío Alberto” se la juega por una postura intentando ver quién lo sigue, pero esto le sale mal porque claramente está más sólo que Adán el día de la madre. Lo interesante es que esto le pasa pese al semi respaldo de “la jefa”. ¿Cómo semi? Claro, porque el que empuja todo esto es su protegido, Kicillof. Y esto tiene que ver con que la Provincia le estalla por todos lados. Los niveles de testeo en esta zona del país son netamente inferiores y el manejo de la pandemia de Larreta fue mejor que la de Axel.
Obvio, a nadie se le escapa que la administración en esta zona es más compleja. Pero, a esto se le suma que el kirchnerismo está atado a una serie de cuestiones que le impiden tener una gestión correcta de cualquier cosa. Ganaron las elecciones y nos saben qué hacer. Van por la vida sin rumbo. Esto que estamos viendo ahora está ocultando problemas como: la inflación de todos los días, estamos al 5% mensual; la crisis de las divisas; el hecho de que esté entrando plata a lo pavote por la liquidación de la soja y no se esté acumulando nada en el Banco Central. O sea, vamos a una tormenta perfecta.
A todo esto, ¿Cristina qué dijo? Nada, brilla por su ausencia. Ahora, si bien no emite comentario, presionar presiona. Y esto se vio hasta último momento cuando minutos antes que Alberto diera su discurso, dos de los ministros del presidente estaban diciendo lo opuesto a lo que se iba a declarar oficialmente después. ¿Y qué quería Cristina? Salvar el Conurbano porque claramente sino no llegan a las elecciones de octubre. Todas estas desprolijidades hablan del desorden que tiene el gobierno en su interior.
Frente a este escenario, Larreta con su jugada no hizo más que ponerse el traje de presidente. Esta es una maniobra de muy corto plazo porque el propio Jefe de Gobierno dijo que la apertura de clases se mantiene si esto no empeora. Y es claro que esto va a durar dos días porque la cosa está grave. Pero, lo importante de su posicionamiento es que le permitió colocarse a la cabeza política de la rebelión contra Cristina. Si todo sigue desmadrándose, la situación va a exigir que se cambie el timonel del barco porque esto se hunde. Y esto es lo que no se dice. Acá empezó el saludo final de Alberto que no llega a octubre.
Ahora la pregunta es: ¿Cristina para qué hizo esto? Sabemos que está desesperada y necesita salvar el Conurbano como sea. Pero, ¿por qué se arriesgó a que todo el mundo le diga que no, salvo Axel y dos gobernadores más? Es probable que Cristina también esté viendo de voltear a Alberto. Si renuncia Alberto, asume ella. Ahora, ¿estará dispuesta a tomar el mando? Esa es la gran incógnita.
Más allá de las peleas inter burguesas y de ver qué quiere cada uno de sus exponentes, somos nosotros los que tenemos que tomar el timón del barco que está a la deriva para dirigir y sacar adelante el país pensando en nuestros propios intereses. Quitarnos de encima a este conjunto de parásitos que no hacen más que vivirnos. ¿Cómo hacemos esto? Construyendo una salida obrera y socialista.
Suscribite al WhatsApp de La Hoja Socialista y recibí todas las notas en tu celular
YO DIGO UNA SALIDA SOCIALISTA …. QUE INCLUYA A TODOS ……. SI NO ES AHORA…..CUANDO…… CUANDO LAS POTENCIAS ACOMODEN SUS TANTOS