Después del primer caso de coronavirus hace unas semanas, PepsiCo notificó nuevos casos, siendo la planta con más casos en el Parque Industrial marplatense. Estamos ante un hecho que no es casual y que advertimos oportunamente: con los protocolos patronales, los contagios se van a multiplicar. Así viene ocurriendo en varios lugares de trabajo a lo largo y ancho del país: fábricas, ingenios, minas, comercios, supermercados. Ante cada caso confirmado o sospechoso, se aplican protocolos insuficientes que tienen por objetivo garantizar la producción y la ganancia capitalista, no la salud obrera. El Ministerio de Salud y el Gobierno Nacional de los Fernández son los responsables políticos, junto a las gobernaciones y los municipios, de esta política contraria a los intereses sanitarios.
En primer lugar, la empresa viene reduciendo el tiempo dedicado a la sanitización. Por cada caso confirmado, la sanitización es cada vez más corta y más acotada. Todo se reduce a desinfectar un sector lo más rápido posible para conseguir un permiso municipal. No se atiende siquiera al hecho de que los trabajadores de PepsiCo vienen hace un tiempo sufriendo un régimen de polifuncionalidad que sigue vigente incluso durante la pandemia. Eso significa que cada trabajador tiene más contactos estrechos durante la jornada laboral y circula por distintos sectores, lo que aumenta los riesgos de contagios y difusión del virus.
Por otro lado, como ocurre en buena parte de la industria y comercios, las patronales se limitan a actuar no cuando se desarrolla cierta sintomatología, sino cuando el caso está confirmado. Eso puede significar que en el medio, algunos contactos estrechos de un caso positivo pudieron haber concurrido contagiados a trabajar. Eso sin mencionar que por cada caso confirmado, la patronal intenta minimizar la cantidad de contactos estrechos de casos confirmados, desoyendo reclamos de trabajadores que afirman haberlo sido.
Párrafo aparte merece el STIA en todo esto. El gremio y la CI, en estos días, se limitó a concurrir un día a la fábrica a verificar junto con autoridades municipales que “todo esté en orden”. Para los medios, incluso, plantearon que la patronal cumple con todo lo necesario para afrontar esta situación. Como se ve, a la burocracia sindical no le importa en absoluto poner sobre la mesa una verdadera solución para la escalada de contagios. No debe llamar la atención de nadie. El STIA es cómplice al suscribir estos protocolos que no garantizan la salud de los trabajadores. Ni siquiera se movieron cuando en Felfort se contaban contagios por decenas.
Necesitamos protocolos sanitarios que representen los intereses de los trabajadores. Los únicos objetivamente interesados en el problema sanitario son los trabajadores, no las patronales. Es necesario poner en pie comisiones electas por asambleas para diseñar protocolos obreros y fiscalizar su aplicación. Se necesitan desinfecciones reales y regulares, con reducción de la jornada de trabajo sin afectar al salario para sanitizar. También aislamientos y testeo de todo contacto realmente estrecho en el momento de la presentación de síntomas, sin esperar a su confirmación: ante la duda, el caso debe ser tratado como positivo y en todo caso, descartado con los resultados del test. Finalmente, hay que terminar con la polifuncionalidad que aumenta el riesgo de contagio y reorganizar toda producción respetando el distanciamiento necesario.
Corriente Clasista Goyo Flores – Corriente Sindical de Razón y Revolución
Suscribite al WhatsApp de la Corriente Clasista Goyo Flores mandando un mensaje al 1131881944 o seguí este link
