En la madrugada del domingo, la Prefectura emprendió una brutal represión en la Villa 21. Decenas de efectivos balearon y gasearon la casa de Iván Navarro, quien lleva adelante un juicio contra esa misma fuerza por torturas. Un periodista de La Poderosa que se encontraba en el barrio intentó filmar el operativo, motivo por el cual fue apaleado y detenido. El saldo final fue de varios heridos y al menos tres detenidos. Dos de ellos aún se encuentran en la Comisaría 30 a la espera de prestar indagatoria.
En septiembre de 2016 Iván Navarro y un amigo se encontraban en uno de los pasillos de la Villa 21, cuando fueron abordados por agentes de la Policía Federal, quienes les solicitaron documentos y les realizaron un cacheo. Tras dejarlos ir, a pocos metros un grupo de prefectos los abordó y los arrojó dentro de un coche. Fueron trasladados a un descampado cercano al Riachuelo y allí fueron torturados. Recibieron palazos, fueron obligados a hacer flexiones de brazos y luego uno de los agentes les preguntó dónde querían un tiro. Tras ser liberados esa misma noche, los dos jóvenes realizaron la denuncia, lo que les valió constantes amenazas y amedrentamientos varios en el barrio. Actualmente, los efectivos que participaron del hecho fueron removidos y se encuentran atravesando un juicio oral. Casualmente, el padre de Iván prestó declaración este viernes.
Estos hechos son el resultado de la descomposición del capitalismo. De un lado, la fracción más pauperizada de la clase obrera, que se ve condenada a condiciones de vida cada vez más degradada. Los asentamientos como la Villa 21, en la que faltan servicios elementales y la vivienda es completamente insalubre, son una muestra de ello. Del otro lado, la descomposición de instituciones capitalistas, como las fuerzas de seguridad, que están inmersas en las redes de delincuencia, mafias y hechos corruptos de todo tipo. El problema es el capitalismo. El único horizonte posible que tenemos los trabajadores para poder vivir humanamente es el Socialismo.