Ayer los dos gremios estatales, ATE y UPCN, firmaron la paritaria 2022 por un aumento del 60% en cinco cuotas que se terminarán de cobrar en marzo de 2023. Es evidente que resulta insuficiente por varios motivos. En primer lugar, porque ya todas las consultoras están previendo una aceleración inflacionaria por encima del 70%.
En segundo lugar, porque ese 60% recién lo vamos a tener en nuestro bolsillo en abril de 2023, y como ese aumento no es acumulativo, sino que cada cuota se calcula sobre el salario de mayo de 2022, el aumento real comparado con la inflación va a ser mucho menor. Por dar un ejemplo, este año recibimos casi todos los meses aumentos de la paritaria 2021, pero como los porcentajes se calculaban sobre el mes de mayo de 2021, los aumentos en relación al mes anterior eran más bajo que el porcentaje que se anunciaba y quedaban por debajo de la inflación. Así, solo en 2022 ya llevamos perdido un 7% de poder adquisitivo. Por otro lado, es probable que con las revisiones se aumenten la cantidad de cuotas: el año pasado arrancamos en 4 y terminamos en 8.
En tercer lugar, seguimos sin recuperar la pérdida salarial acumulada en la última década. Por lo tanto, incluso si le empatáramos a la inflación, nuestro poder adquisitivo se va a mantener en niveles de pobreza.
Por último, los pases a planta prometidos, que los gremios vendieron como “gran logro” y “gran dádiva” del gobierno, no avanzan y a los gremios no les preocupa demasiado, porque no se los ve hacer nada por ello. Sumado a ello, se mantiene el “aporte solidario” que no es más que una confiscación compulsiva de una parte del salario de los no afiliados que va a parar a los gremios, lo que colabora a rebajar más el salario y aumentar las arcas de la burocracia.
Una vez más, queda claro lo perjudicial que es para los trabajadores que los sindicatos estén en manos de la burocracia, que actúa como representantes del gobierno más que de sus bases. Cumplieron con la pauta que propuso el gobierno sin chistar. ATE simplemente dejó asentado que hubiera preferido que las cuotas se cobren en menos tiempo, pero no le pareció mal ni la cantidad de cuotas ni el porcentaje. También se quejó de los pases a planta. Por supuesto, no consultó con las bases ni pensó en algún plan de lucha para frenar el ajuste, porque es claro que al igual que UPCN son garantes del ajuste.
Corriente Clasista Goyo Flores – Corriente Sindical de Razón y Revolución
esto esta tan desmadrado que no sirve la democracia y menos una revolucion……tenemos que inventar algo nuevo….por ahi algun emprendedor tiene la papa de este embrollo….no se