MISIONES – Un acercamiento a los problemas en los comedores escolares

en El Correo Docente 32/Novedades

Por Ezequiel Flores

En los cortes de ruta y asambleas, en los que participamos este año, escuchamos relatos muy duros por parte de las y los trabajadores de la educación de la provincia. Un aspecto los aunaba a todos: el cómo la agudización de la crisis económica estaba causando estragos en su vida. En una ocasión, un portero contó cómo su familia había reducido las raciones de comida bajando de cuatro a las dos “imprescindibles”: almuerzo y cena. Comer “salteado” es la realidad de muchos trabajadores y, en consecuencia, también de sus hijos. En este contexto de crisis y ajuste, los comedores comunitarios y escolares cobraron mayor relevancia. Sin embargo, como veremos en esta nota, los comedores escolares se encuentran marcados por la precarización laboral y la falta de financiamiento regular.

¿Privilegiados los niños?

En 2018 un informe de la UCA daba cuenta de que 1 de cada 3 niños se alimentaba en comedores comunitarios o escolares del país. En este cuadro, un año más tarde, Misiones sancionó la ley de emergencia alimentaria impulsada por el actual pre-candidato del Frente de Todos, Martín Sereno. En el contexto del ajuste que desarrolló el macrismo, al que el kirchnerismo le votó “hasta el café” según la propia CFK, los representantes del kirchnerismo en la provincia utilizaron este problema real para posicionarse como si propusieran una política distinta. La ley tuvo el acompañamiento pleno de la Cámara de Representantes de la Provincia. El gobierno provincial de la Renovación, que había acompañado la gestión de Macri, también buscaba despegarse de las consecuencias del ajuste. La ley estableció por el plazo de 24 meses el estado de emergencia alimentaria con el objetivo de garantizar el derecho a la alimentación, seguridad alimentaria y nutricional de población en situación de vulnerabilidad. El grupo asistido incluía de forma prioritaria grupos de niños, niñas, adolescentes, mujeres embarazadas y lactantes, adultos mayores, personas con discapacidad y población que vive en condiciones precarias. ¿Qué debía garantizárseles? El acceso a alimentos adecuados, inocuos y nutritivos. Para esto, se creó el Programa Provincial de Seguridad Alimentaria y Nutricional y el Consejo Provincial de Seguridad Alimentaria y Nutricional integrado por representantes de los Ministerios de Salud Pública, Educación, Derechos Humanos, Secretaría de Agricultura Familiar y representantes de las organizaciones y movimientos sociales. Como vemos, se proponía realizar un trabajo interministerial que tenía como una de las poblaciones focalizadas a nuestros estudiantes. Lo cierto es que muy rápidamente empezaron a aparecer los signos de la escasez. En las escuelas, los kits de alimentos sanos enviados por Nación no alcanzaban para todos los alumnos. Así, la conducción de las escuelas tenía que elegir entre los alumnos “más vulnerables”. A principios de 2020, cuando se lanzó el programa “Argentina contra el Hambre” -que pretendía brindar “seguridad alimentaria” a través de acreditar dinero a través de la Tarjeta Alimentar- Misiones registró una población de 85.000 niños de hasta 6 años de edad como destinatarios. Tras ampliarse el límite de edad a 14 años, la cantidad de destinatarios prácticamente se duplicó, totalizando 162.657. La cantidad de niños incluidos en este programa representan un 12% de la población total.

La crisis agudizada por la pandemia puso más presión sobre los comedores comunitarios y escolares. El año pasado las cocinas centralizadas del Ministerio de Desarrollo Social asistían a 134 comedores comunitarios con 325.800 porciones mensuales sólo en Posadas. A estos hay que sumar los comedores y merenderos barriales que, sostenidos por donaciones u escolares organizaciones sociales, se encuentran repartidos en toda la provincia. En este contexto, los comedores continuaron trabajando, preparando viandas de comida o repartiendo bolsones de mercaderías, pero veamos cómo funcionan.

Sírvase al fiado y con precarización laboral

Los 1.265 comedores escolares de la provincia dependen de la Dirección de Nutrición Escolar del Ministerio de Educación. Hace poco más de una década, cuando el programa de nutrición escolar empezó a implementarse, Nación enviaba partidas presupuestarias para el 70% de las escuelas mientras que el gobierno provincial abonaba lo correspondiente al restante 30%. Conforme la tendencia a la descentralización del sistema educativo, ahora esa relación se invirtió: 70% aporta la provincia y solo 30% Nación. A su vez, la partida correspondiente a Nación se encuentra congelada desde hace 6 años, es decir, durante casi toda la gestión de Cambiemos y los primeros dos años de gestión del Frente de Todos se recortó enormemente el presupuesto para comedores escolares al no ser actualizado mínimamente por la inflación ya ni hablemos de hacerlo en relación a la cantidad de comensales dado el aumento de la obligatoriedad escolar.

El regreso a la presencialidad trajo situaciones que se repiten hace años. A principios de agosto, las escuelas tenían un retraso de tres, y en algunos casos, de hasta cuatro meses en recibir las partidas que debe abonar la provincia. En muchas ocasiones, esto significó que la escuela no pueda sostener la copa de leche de forma regular. En otros tantos, las escuelas se mantienen endeudadas con los proveedores, a cuenta de pagar cuando el Ministerio lo haga. Claro eso ocurre si el proveedor tiene la paciencia de esperar unos cuantos meses. En este cuadro, las donaciones de empresas privadas también se tornan fundamentales para sostener el comedor escolar. Sirve de ejemplo, la escuela 954 que recibe pan, leche y membrillo donados por la empresa de colectivos Río Uruguay. En la provincia donde el hambre infantil dice ser una preocupación de Estado, los comedores escolares funcionan básicamente al fiado 1.

A las cocineras de la provincia no les va mucho mejor. En la última década protagonizaron acciones de protesta para lograr ser reconocidas como trabajadoras dependientes del Consejo General de Educación, luego de estar durante años precarizadas por el Ministerio de Educación. Durante el 2020, las cocineras se encargaban de preparar las viandas o repartir bolsones de mercaderías a las familias. En octubre del mismo año reclamaron porque cobraban $12.000, se encontraban precarizadas y se les adeudaban tres meses de salarios. Denunciaban también que producto de esta situación, sobrevivían comiendo las sobras de los comedores. Este año, producto de la lucha que vienen desarrollando hace años, pasaron a depender del Consejo General de Educación con contratos a términos con relación de dependencia. Si bien, el hecho de que sea el CGE el que las reconozca como trabajadoras es progresivo, aún continúan precarizadas y con salarios muy por debajo de la línea de pobreza -$29.160-. Por eso, aún continúan reclamando el pase a planta permanente 2.

¿Un problema pedagógico?

La Directora de Nutrición Escolar Gabriela Reyna Allan, presentó el 14 de octubre de 2020 una serie de contenidos sobre nutrición escolar para la Plataforma Guacurarí. En aquel entonces, afirmaba que el problema era la malnutrición, curiosamente y no tanto, sólo se centraba en dos datos generales que hablaban de la obesidad o sobrepeso sin mencionar problemas de desnutrición o bajo peso. Efectivamente, un informe comparativo de los índices de Sobrepeso y Obesidad de niños y adolescentes atendidos en el sector público de salud de la provincia en 2019 y 2020, muestra un aumento del sobrepeso y la obesidad en los niños. En niños de 0 a 5 años, la tasa de sobrepeso en 2019 fue del 10,27% y aumentó a 13,01% en 2020. En la franja de 6 a 9 años de edad la tasa de sobrepeso en 2019 fue de 14,70% ascendiendo a 16,76% en 2020. En cuanto a la tasa de obesidad del grupo de 6 a 9 años, fue de 11,19% en 2019 y de 12,91% en 2020. En el grupo de 10 a 19 años la tasa de sobrepeso en 2019 fue de 17,53% y en 2020 subió a 19,81%. En cuanto a obesidad, en el grupo 10 a 19 años, la tasa en 2019 fue 9,90% y en 2020 subió a 11,34% 3.

Uno de los problemas fundamentales que propiciarían este cuadro sería el de la desinformación de los “papás” y por eso el Ministerio incorporó material pedagógico en la Plataforma Guacurarí. Dejemos de lado el problema de la conectividad. Podríamos señalar que es positivo que aparezcan propuestas concretas para educar a los niños y a las familias sobre una nutrición saludable. Sin embargo, hay un problema previo que no se resuelve y es el de la pobreza estructural de la población en general y de los niños en particular. Básicamente, los niños comen lo que mamá y/o papá puedan poner sobre la mesa y las veces que puedan hacerlo o comen en los comedores, comunitarios o escolares. Allí la dieta no es muy nutritiva porque si bien, por ejemplo, los menús que se elaboran para los comedores escolares tienen por objetivo brindar vitaminas, carne, verdura, pocos hidratos de carbono y alimentos bajos en grasa la realidad es que el financiamiento no acompaña esos objetivos. Entonces no se cumplen las metas nutricionales y termina sucediendo lo que pasa en el grueso de las propias familias de la clase obrera: en el mejor de los casos se llena la panza, pero no se nutre.

Así, la escuela se ocupa hoy de una tarea fundamental pero que no le es propia: dar de comer a cientos de miles de estudiantes. Y lo hace con personal de lo más precarizado. Por eso, hay que batallar por el pase a planta permanente de todo el personal precarizado con una inmediata recomposición salarial. También, por el aumento de las partidas presupuestarias para sostener los comedores. Pero, mientras hacemos esto, no hay que perder de vista que en un país capitalista que se hunde como el Titánic, la función de la escuela pasa a ser la de parchar los problemas de una sociedad que se empobrece y descompone cada vez más. En contrapartida, quienes luchamos por una Argentina socialista, sabemos que una escuela socialista los comedores escolares cumplirían la función de nutrir a los estudiantes para que cursen una educación científica de jornada completa y no para servirles la única comida a nuestros estudiantes que ingerirán al día.

Notas

  1. https://www.primeraedicion.com.ar/nota/100479676/fondos-para-comedores-escolares-registran-un-retraso-de-tres-meses/
  2. https://www.primeraedicion.com.ar/nota/100356081/cocineras-de-comedores-escolares-reclaman-que-no-cobran-desde-julio/
  3. https://salud.misiones.gob.ar/sobrepeso-y-obesidad-en-ninos-ninas-y-adolescentes-se-reunio-la-mesa-intersectorial/

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