Los trabajadores de la Municipalidad de San Carlos de Bariloche cobraron dos mil pesos menos en la última liquidación. Se trata de una cantidad de dinero que el gobierno de Gustavo Gennusso había otorgado como suma fija hace dos meses y a cuenta de futuros aumentos, ante la imposibilidad de cerrar una paritaria. No es más que la estrategia que vino desplegando desde comienzos de año el gobierno nacional en consonancia con los pedidos de la burguesía: sumas fijas para “ir tirando”. El hecho dejó en evidencia las mentiras del intendente, que estuvo hace unos días diciendo que el salario de los municipales siempre fue su prioridad.
Recién el viernes pasado, los municipales lograron cobrar lo adeudado tras algunos pronunciamientos públicos del Soyem (Sindicato de Obreros y Empleados Municipales). El gremio que posa de combativo, viene entregando el salario hace rato. Hoy en día, el salario mínimo de los municipales ronda los $42.000. Puede parecer alto en relación a la miseria que reciben los municipales de otras puntos del país. Pero debe tenerse en cuenta que según las mediciones que realiza la Junta Interna de ATE-Indec, una familia de la región patagónica necesitó en marzo, para no ser indigente, un ingreso mensual de $ 22.417, y para no ser pobre $ 64.509. El salario municipal es hoy una miseria.
El cobro de los $ 2.000 faltantes, no mejoraron el panorama. Aún queda pendiente el pago de dos adicionales, uno por rotación horaria y otro por trabajar sábados, que les correspondía a algunos trabajadores y no lo percibieron. Estos atrasos son reveladores, si tenemos en cuenta que ya varios municipios del país han empezado a pagar en cuotas, como viene pasando en Jujuy y Entre Ríos, por caso.
Exigimos el inmediato pago de todo lo adeudado.
Por una recomposición histórica del salario.
Corriente Clasista Goyo Flores Río Negro