«Las veces que lo intenté no tuve suerte». Entrevista a Encarnación Azpeytía, subsecretaria administrativa del Sindicato de Obreros de la Industria del Vestido y Afines (SOIVA)

en El Aromo n° 46

Por Silvina Pascucci – Los trabajadores de los talleres y fábricas de confección de indumentaria forman parte de una de las fracciones más precarizadas del proletariado argentino. Sin embargo, el sindicato que los agrupa no ha sido protagonista de ninguna experiencia de lucha en los últimos años. El Aromo entrevistó a una integrante de la Comisión Directiva del SOIVA, que se desempeñó como trabajadora a domicilio desde 1977, para discutir sobre los problemas y posibles soluciones en este gremio.

¿Cuál es el principal problema que debe atender el sindicato actualmente?

Ehh… ninguno, el mismo que tienen todos… suspensiones, categorías. Porque según la categoría, cobran un sueldo distinto. Últimamente las empresas tienen la costumbre de ponerles a todos “medio oficial”, que es el salario menor. Y bueno, la gente viene acá a reclamar que son otra categoría, entonces se va, se ve qué tareas hacen y se le adjudica la categoría correspondiente: medio oficial, oficial, oficial calificado, oficial calificado múltiple.

¿Y el problema del trabajo a domicilio? La mayoría del gremio trabaja en sus casas o en pequeños talleres, sin protección, sin registro, en negro, sin afiliación sindical…

Si, bueno, se va a las empresas y ahí se afilia. El obrero a domicilio tiene obligación de ir a cobrar un día determinado. Entonces se pone un día de acuerdo con la empresa y se va ese día y se afilia ahí a los obreros a domicilio que quieren afiliarse.

¿Organizan campañas de afiliación o trabajan junto al gobierno u otras organizaciones para promover la habilitación y la afiliación de obreros y talleristas?

No, nada.

¿Qué opinión tienen del nuevo proyecto de ley de trabajo a domicilio que propuso el gobierno?

Es una porquería, estoy completamente en desacuerdo. Porque yo tengo como obrera a domicilio, 35 días de vacaciones y Cristina, con este proyecto, me los quiere bajar a 12, con la posibilidad de tener 6. No tiene vergüenza el que hizo esta ley. Me sacan los feriados, me saca el aguinaldo. ¿Entonces cómo puedo estar de acuerdo?

¿Y el tema de la cláusula de responsabilidad solidaria, que quieren sacar?

Bueno, es una ley para perjudicar al obrero, nada más.

Pero, cuando se notificó de la ley, se dijo que estaba realizada con el acuerdo de la cámara y del Soiva…

Yo te doy mi opinión, la opinión del secretario general no la se. La mía es que es vergonzoso. La de la cámara por supuesto que van a estar de acuerdo. Esta ley la hizo la cámara, el señor De Mendiguren. ¿Por qué? Porque ellos tienen el gran problema de que por ejemplo la Princesa de Holanda dijo que no quería hacerse la ropa con alguien que tiene talleres clandestinos, entonces si yo hago desaparecer el taller yo hago desaparecer el clandestino, porque yo le voy a dar la ropa para coser a un propietario, que después el propietario tenga en blanco o en negro ya no es mi problema, pero si yo se lo doy a un taller clandestino, entonces sí es mi problema.

La ley ya está presentada en el Congreso, ¿piensan tomar alguna medida, van a movilizar al gremio, hacer huelga, algo para evitar que se apruebe?

Por ahora está cajoneada.

¿Bueno, pero si se empieza a discutir?

Yo ya dije que yo aunque sea sola voy a ir con una bandera y le voy a decir “no me joda señora presidenta”. Porque no se qué es este gobierno, no es el peronismo en el que yo me crié. Perón jamás hubiera hecho una cosa así, entonces recurriré a otros partidos y les explicaré lo que yo sé del trabajo a domicilio para que rechacen esta porquería.

Por eso yo le preguntaba si no pensaban tomar medidas de lucha…

Lo que sí, yo tengo un proyecto que hizo otra persona, del Sindicato de Talleristas y al cual sí yo aceptaría.

¿Y qué propondría ese proyecto?

Por ejemplo, quiere eliminar a los intermediarios que no hacen nada y se llevan la mayor parte del dinero. Ahí ya esta cambiando algo y para bien. Porque el proyecto que presentó la presidenta está lleno de mentiras. Dice, por ejemplo, “el trabajo a domicilio es una nueva forma de inserción laboral”, yo digo, falso, si nosotros ya tenemos esa forma, fue la forma de trabajo de la industria del vestido siempre, por qué me dice que es una nueva forma si ya estaba de antes. Después dice “esta forma nueva de inserción laboral que ve una tendencia a la precarización e informalidad”, esto no se da en el trabajo a domicilio…

Pero en realidad sí se da, no es una tendencia nueva, siempre fue así, pero efectivamente el trabajo a domicilio es más precario, informal, en negro y tiene menos beneficios…

El proyecto dice también, “principalmente de obreros no calificados” pero para ser obrero a domicilio se necesita ser oficial calificado múltiple pues de lo contrario no se puede trabajar. Me dice que me van a crear un régimen especial de seguridad. Si yo tengo la jubilación, la 24.241, ¿por qué algo nuevo? Así como me sacan los 35 días de vacaciones, de la misma manera me quieren sacar el mínimo y me van a llevar a los 70 años, dándome 100 pesos.

Sí, por eso es tan extraño que el Soiva apoye esta ley…

Estaría borracho ese día el secretario general.

¿Cuál fue la última comisión de salarios para discutir las tarifas del trabajo a domicilio?

El salario quedó muy relegado. La última fue del 31 de octubre de 2007. El salario fue disminuyendo porque vos calculá que si desde el año pasado no nos sentamos más, y hay un 41 % de aumento para los internos quiere decir que el sueldo de los trabajadores a domicilio está atrasado un 41 %.

¿Y ustedes están presionando que se reúna la comisión para actualizar salarios?

Si, nosotros lo pedimos, pero el que no presta conformidad es la Cámara. El secretario general dijo que él iba a hacer un pedido para que lo haga el Ministerio, de oficio, en vista de que la Cámara no quede negociar. Porque en realidad la Cámara está esperando que salga ese proyecto, así se desentiende.

Y otro problema importante en el gremio es el tema del trabajo en negro y de los talleres clandestinos…

Mirá ahí el problema es que por más de que se hagan inspecciones, esta situación no se puede resolver. Yo avisé en el Ministerio de un taller en Lanús que tenía bolivianos indocumentados trabajando, todo en negro. Entonces fueron, Migraciones, la AFIP, el ministerio de trabajo y Gendarmería. Encontraron el lugar, tomaron los datos, incluso salió en televisión, pero ¿sabes lo que hicieron?, tomaron los datos, revisaron todo, vieron todas las irregularidades, pero lo que hicieron fue clausurar las máquinas, no el taller. Entonces yo me pregunto cómo se clausura una máquina, porque si le ponés un papel donde va la aguja, después se la sacan, y siguen trabajando. Entonces el ministro me dice, “¿pero qué querés que haga con los bolivianos?” Había 60 bolivianos, entonces él dice “no los puedo dejar en la calle” y por eso no podía clausurar el taller porque ellos dormían ahí, no tenían donde ir.

Durante las primeras décadas del siglo XX el reclamo del sindicato del vestido era la abolición del trabajo a domicilio. ¿Ustedes no tendrían que actualizar ese reclamo? Es decir, exigir la centralización de todos los trabajadores en la fábrica, con todos los beneficios, condiciones y salarios que dictamina la ley. Porque convengamos que los que mandan a coser ropa ahí, son las empresas…

Pero claro, las fábricas tenían entre 300 o 400 obreras antes, después fueron despidiendo y ahora todo lo hacen con los talleres. Es más, ahora te lo llevan, antes lo ibas a buscar vos. Ahora la empresa lleva pilones y pilones, cajas y cajas a los obreros a domicilio, porque si no, no lo podrían ir a buscar ellos en colectivo, entonces es más fácil y pueden dar así más trabajo para hacer.

¿Cuáles son las medidas de fuerza que ustedes toman como sindicato para conseguir reivindicaciones o para luchar contra los incumplimientos? ¿Por qué hace tanto que en el gremio no hay huelgas, visto que hay tantos problemas?

No, porque nosotros el problema que tenemos, que parece que no se cura nunca, es que la mujer sigue diciendo “ayudo a mi casa” aunque sea la única que trabaja. Entonces el pretexto sigue siendo siempre el mismo “yo no puedo porque tengo a los chicos”, y yo discuto mucho eso. Yo soy paritaria, tanto de domicilio, como interno y cortadores. Yo no puedo pedir el mismo salario si después la mujer por cualquier cosa que pase en la casa falta, y si le marido, tiene una apendicitis, él se va a trabajar. Entonces el empresario que trabaja con ese señor no pierde días pero el que trabaja con ella sí. Entonces yo le digo que las cosas tenemos que empezar a hacerlas más equitativas. Yo falté hoy para atender a los chicos entonces la próxima faltas vos, porque si ella puede pedir permiso, él también. Porque no se puede recargar todo en la mujer.

Está bien, pero eso significa que ustedes como sindicato tienen una tarea política para hacer ahí, para movilizar más…

Las mujeres no participan porque les es cómodo. Además te dicen no se, porque es más cómodo decir “no se” que aprender. Y estamos hablando de las internas también. Ellas van, trabajan, vuelven a sus casas, no les interesa participar y eso de que no tienen tiempo es mentira, porque después se van a tomar mate con la amiga y se pasan toda la tarde tomando mate.

Pero ustedes no intentan hacer asambleas dentro de la fábrica, por ejemplo…

No les interesa. La mujer sigue en un mundo de nubes, no quiere participar. Eso sí, después viene el marido y se queja y dice “por qué no les avisamos”. Pero yo les digo que nosotros tampoco somos tantos para tantas fábricas. En Lanús, por ejemplo, son 290 talleres para 3 personas que no pueden estar todos los días en esos talleres, entonces que ellas vengan y se acerquen.

¿Y delegados por fábrica no hay?

Sí, sí hay, pero es muy difícil A mí me llama la atención que siendo un gremio que ha crecido tanto, sobre todo después de la devaluación, y donde los trabajadores siguen cobrando poco, trabajando en malas condiciones, con alto porcentaje de trabajo en negro, etc, no haya ninguna medida de fuerza, huelga, movilizaciones. Pero ellas lo que dicen es que son mujeres y que no pueden, cuando uno las convoca, no responden. Pero mire el caso de Brukman, que había muchas mujeres pero se plantaron, tomaron la fábrica y ahí están produciendo y se bancaron las represiones… No, no, de los que están ninguno es obrero de Brukman, son piqueteros nada más. Los obreros de Brukman están trabajando con Brukman en San Martín. Es verdad que les pagaban dos pesos por semana y todo, pero los que están ahí no son obreros de Brukman. Aprovecharon un conflicto y se metieron ahí. Pero no son de Brukman.

No es así, pero más allá de eso, se lo decía porque son mujeres y aunque el problema de género existe y es importante, se puede intentar movilizar y activar y las obreras responden…

Mirá yo las veces que lo intenté no tuve suerte.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

*

Últimas novedades de El Aromo n° 46

Ir a Arriba