Como ya explicamos, el Coronavirus vino a acelerar una crisis económica general, porque hace rato que la Argentina está en bancarrota. Con los días, la crisis avanza y las finanzas estatales están en rojo. Un ejemplo muy claro de esto es la Ciudad de Buenos Aires. No solo por el escenario de quiebra, sino por la salida que le buscan dar quienes nos gobiernan. Horario se prepara a meterle la mano en el bolsillo al conjunto de los trabajadores estatales y docentes, apelando a la solidaridad.
La caja de la ciudad más rica del país, está en rojo. Se calcula que la recaudación de CABA va a caer $ 40.000 millones. Frente a ello, Larreta ideo un plan: la Ley de Emergencia Económica, que piensa hacer votar el jueves 7/05. ¿En qué consiste la cosa?
El pelado decreta la emergencia económica y financiera de la ciudad hasta fin de año. Eso lo habilita a hacer uso a discreción de la caja del gobierno municipal. Dice, entonces, que tomará dinero inicialmente dedicado a “cultura” (sector que va a estar parado mucho tiempo por la cuarentena, vaya uno a saber de qué van a vivir los compañeros artistas este año…), para destinarlo a otras cosas prioritarias, como salud. Además, dice, recortará el sueldo de sus funcionarios un 25%. Un gesto para la tribuna. Esa gente no vive de su sueldo, vive de sus empresas y de chanchullos con el Estado.
Pero la cosa se pone más negra cuando se ven en detalle los artículos de la ley. El nº 7 le permite al pelado cerrar todos los programas creados por leyes específicas, de modo de poder usar esa plata para otra cosa. Lo que esto trae son despidos, porque los programas tienen trabajadores, y si se los cierra…
El nº 14 dice que no se podrán hacer nuevas designaciones, es decir, que no se va a contratar a nuevos trabajadores. ¿Qué significa esto? Que en un contexto de emergencia sanitaria, al que se suma un aumento de las tareas docentes para continuar con la modalidad virtual de la educación (tema que explicamos aquí, aquí, aquí, aquí y aquí), docentes y estatales porteños se van a tener que seguir arreglando como pueden. No va a haber más personal. Y los que están con contratos precarios, van a seguir así porque se cortan los pase a planta este año.
El nº 17 fija el congelamiento salarial de estatales y docentes porteños. No va a haber ni aumentos, ni montos extraordinarios ni beneficios ni premios ni incentivos. Esto en un contexto de aumentos bestiales de precios, como cualquiera puede comprobar en las góndolas y almacenes de barrio. Y está por verse si el pelado considera al aguinaldo como un “premio”… Señalemos, además, que tanto estatales como docentes vienen de varios años de paritarias por debajo de la inflación.
¿Algo más? Sí claro. El artículo nº 19 dice que la ciudad puede pagar sueldos en cómodas cuotas. Aclara que esto solo afectaría a los “privilegiados” que cobran por arriba de tres sueldos mínimos. Pero eso equivale a $50.000 y monedas, cuando la canasta de pobreza de la Ciudad está arriba de los $65.000. O sea, los laburantes pobres van a recibir su sueldo en cuotas y así van a tener que comer, en cuotas.
A todo esto, el kirchnerismo sigue vendiendo humo, como si fuera oposición al macrismo. El Frente de Todos (FdT) presentó su propio proyecto, que elimina el pago en cuotas y congela los salarios del personal superior. Eso sí, no cuestionan el cierre de ingresos ni el fin de los pase a planta, quieren que los docentes y trabajadores de la salud sigan desbordados.
Pero en el fondo, no les importa nada realmente. Saben que Larreta tiene los votos necesarios para hacer pasar su proyecto. Además, ellos mismos vienen suspendiendo paritarias en donde gobiernan (por caso, Perotti en Santa Fe o Mellela en Tierra del Fuego).
Como si esto fuera poco, el proyecto del FdT incluye beneficios para las patronales del turismo, gastronomía, hotelería y cultura, con descuento a los impuestos como ABL e Ingresos Brutos. O sea, los laburantes sigamos financiando a las Pymes, esos patrones de los más negreros. Esos sectores patronales, gastronomía y hotelería, vienen de acordar suspensiones al 75%. Nos pagan chaucha y palito y los K, encima, les regalan más plata.
Queda muy clara la etapa que se viene. La pospandemia viene con un salto en el ataque de los patrones y sus gobiernos a los laburantes. Nuestros salarios y condiciones de vida empeoran día a día. Pero se vienen momentos incluso peores. En esto están metidos todos los gobiernos, y la voz cantante la tiene Alberto. No podemos dejarlos pasar. Si la pandemia mostró que nosotros ponemos el mundo andar, el mundo es nuestro.