Entrevista a Yesica Vidal, dirigente sindical del Hospital Central de Maracay y Presidenta del Colegio de Profesionales de Enfermería, despedida por el gobierno.
Nicolás Grimaldi
Grupo de Análisis Internacional
En marzo de este año, Yesica Vidal, enfermera del Hospital Central de Maracay y presidenta del Colegio de Profesionales de la Enfermería, fue cesada tanto de su cargo al frente del gremio como en su cargo en el hospital. Ambos hechos se produjeron luego de que el Colegio emitiera dos comunicados señalando las deficiencias en el sistema de salud venezolano de cara a la pandemia del COVID-19. Es decir, se trató de un claro hecho de persecución a los trabajadores y a sus organizaciones por parte del régimen de Maduro. A pesar de haber llevado adelante diferentes reclamos, su situación no ha sido modificada, constituyendo un acto que merece todo el repudio.
Lo que ha sucedido con Yesica, no es un caso aislado ya que la persecución a los trabajadores de la salud es una práctica habitual del régimen, incluyendo el armado de causas y el encarcelamiento de médicos, enfermeros, y enfermeras. Sobre este tema, pero también sobre el estado del sistema de salud y la vida cotidiana de los trabajadores en Venezuela, hablamos con Yesica Vidal. Aquí, lo más importante.
Yesica, ¿podrías empezar la entrevista contando sobre vos?
Mi nombre es Yesica Vidal, profesional de la enfermería. Soy licenciada en enfermería y trabajo en el Hospital Central de Maracaibo N° 4, que es el primer Hospital Central de Aragua. También soy adscripta al Departamento de Ginecoobstetricia, desde el año 2008. En el año 2015, paso a realizar funciones gremiales dentro del Colegio de Enfermeras del estado de Aragua como primer vocal. Luego paso a ser la vicepresidente del Colegio de Profesionales de Enfermería del Estado de Aragua y ya, en mayo del 2017, asumo la presidencia del Colegio. Desde el 2015 estoy ejerciendo funciones fuera del Hospital Central por las actividades sindicales, siendo la voz de casi 10 mil enfermeros en el estado de Aragua, siempre al frente de la lucha, por reivindicaciones salariales, insumos. Hoy, nuestros hospitales están en catástrofe, porque no escapan a la realidad que vive el país.
¿Podés contarnos los ataques que sufriste de parte del gobierno?
Siempre he recibido amenazas. Hace años recibí amenazas de los colectivos, que me amedrentaban en cada sitio que íbamos a protestar pacíficamente. Pero este año, cuando empieza la pandemia y la cuarentena, en marzo, el Colegio realizó unos pronunciamientos donde exigía al Estado de Aragua insumos para los hospitales, equipos de protección personal, y transporte. Luego de esto, en el mes de abril ya no percibí mi sueldo y en mayo tampoco. Acudo al Hospital Central de Maracay, donde la jefa de recursos humanos me dijo que había un problema con la nómina y por eso no me habían pagado. La misma versión me dio la jefa de administración, a quien le sugerí que me pagaran entonces con cheques y me indicó que no tenían cheques y los bancos no estaban trabajando, por lo que no podía solucionar mi problema y el de 16 trabajadores más, según me dijeron. Resulta ser que, en junio, vía correo, recibo una notificación de un procedimiento disciplinario de destitución en mi contra, según el art. 86 del Estatuto de la Función Pública, por una supuesta insubordinación y conducta inmoral, cuando en realidad yo soy la máxima autoridad gremial del Estado Aragua, no estoy subordinada a ningún ente político ni nada. Me debo a los agremiados. Y cuando acudí a CORPOSALUD, con el abogado, primero me negaron el acceso, luego no me dejaban entrar con el abogado (hasta lo llegaron a sacar), y después de una riña legal nos dejaron pasar. Ahí vi el expediente que montaron y lo que tienen es pura falsedad. Pusieron como prueba los pronunciamientos que hizo el Colegio. Yo estoy protegida por fuero gremial, por ser la presidenta del Colegio, y a parte de todo en este país hay una inamovilidad laboral desde marzo, que suspende los lazos procesales hasta octubre.
O sea que, en los hechos, te estaban despidiendo por razones sindicales…
Sí. El 13 de noviembre del año en curso recibo la notificación donde CORPOSALUD Aragua decide destituirme de mi cargo por insubordinación y acción inmoral, algo ilógico, porque yo no estoy ejerciendo funciones en los hospitales como enfermera. Y me destituyeron de mi cargo sin pagarme el salario y hoy soy victima de un régimen a quien no le gusta que le digan sus verdades, de lo que vive el país, el pueblo que accede a un centro de salud público, donde los familiares de los pacientes tienen que salir a pedir ayuda en la calle o en el transporte público porque no tienen como costear los exámenes, el tratamiento, porque en los hospitales públicos no los hay. Eso no se puede ocultar. Ir a un hospital es un vía crucis en Venezuela. No hay cómo brindarte la atención que requieres en un hospital. Estamos viviendo una catástrofe de salud en nuestro país. Aquí la situación es grave. Grave porque también, además de los problemas fisiológicos también hay psicológico, vivimos en un estrés constantes. Todo el tiempo es “¿Qué vamos a comer? ¿Cómo vamos a llegar a fin de mes? ¿Cómo nos va a alcanzar el sueldo?”. Acá el sueldo es de 1 millón 200 mil bolívares y el dólar está llegando a ese monto. Aquí la arremetida ha sido dura en contra del pueblo, con un dólar que sube todo el día y un gobierno que no quiere escuchar a un pueblo que se está muriendo de hambre. Es muy duro que uno como personal de la salud se tenga que cruzar de brazos a ver morir a un paciente porque no tenemos cómo atenderlo. Que los pacientes con cáncer han recaído, porque el seguro social de aquí no cumple con darle el tratamiento requerido y las personas tienen que comprarla y valen 700 u 800 dólares una quimioterapia. ¿Quién, con un sueldo de menos de un dólar mensual, puede cubrir eso? Un holter de arritmia cuesta 40 dólares, una consulta cuesta 40 o 50 dólares. Nos están matando poco a poco.
Hubo muchas denuncias de persecución al personal de salud por parte del gobierno de Maduro…
Claro, es común. No solamente con la pandemia, sino desde antes. De hecho, en el Hospital Central de Maracay, hubo casos con residentes de posgrado que fueron separados de su cargo por denunciar la situación, por recibir donaciones de insumos. La gente protestó y fueron restituidos a sus puestos. La señal que el régimen está lanzando al personal de salud de Aragua es que si hablan, si denuncian lo que está sucediendo, les va a pasar lo que me pasó a mí.
En Aragua también tuvimos varios casos de colegas detenidos, a los que se acusó de “robar insumos” y luego se demostró que no era así y salieron en libertad. Acá hubo dos casos emblemáticos. Uno en 2019 y ahora, este año, otro. En ambos casos fueron liberados, pero pasaron meses detenidos con todo lo que ahí sucede. Lamentablemente, aquí cuando peleas por tus derechos de cualquier forma te sacan del camino.
¿Cómo es vivir en Venezuela con un salario de un dólar mensual?
La vida cotidiana acá es una agonía. Porque el sueldo acá es de 1 millón 200 mil bolívares que equivale a un dólar, que ahora desató su furia y cerró en un millón 33 mil bolívares. Para que te des una idea, una harina de maíz cuesta un dólar. Acá todo está dolarizado. La carne de res cuesta 5 millones, casi 5 dólares. Un kilo de azúcar cuesta un dólar. O sea, todos los productos básicos no bajan de un dólar. Acá hay que hacer magia para poder “medioalimentarse”. Y la alimentación es basada en tubérculos, plátanos o yucas, sobre todo la yuca porque es más barata. De repente no tenes para desayunar ni para almorzar o cenar. Muchas veces uno se acuesta sin comer. Muchas veces nuestros hijos se acuestan sin comer. La leche en polvo cuesta más de 6 millones de bolívares. Nosotros que tenemos niños, no podemos darle alimentos con leche, no se puede comprar. Hay que rebuscársela.
¿De qué manera se la rebuscan para poder sobrevivir?
Bueno, vendiendo cosas. En las casas la mayoría de la gente vende cosas para ayudarse, como café, hay que ingeniársela. No está fácil. Aquí el régimen dice que le da una caja de comida toda la semana a la población, pero es mentira. Aquí la caja llega cada 6 meses y es una burla total. Una bolsa con harina de maíz, arroz, y pasta. Eso es lo que trae. 4 o 2 de cada cosa, para tres o seis meses. Todo es una mentira. Aquí los hospitales, un blíster de cualquier medicina, un calmante, vale 1 dólar y eso sube todo el tiempo. Si alguien va al hospital con un dolor, no hay cómo quitarlo. Si te enfermas de otra cosa tienes que tú mismo correr con los gastos de exámenes de laboratorio. Por ejemplo, si te enfermas de algo cerebrovascular y vas a un hospital de aquí, lo primero es realizar una tomografía que cuesta 25 dólares, si es que haya tomógrafo. Lo sé porque le estuve averiguando a una amiga. Con un sueldo de un dólar mensual uno no puede hacer eso.
¿Y qué hacen en esos casos para afrontar la situación?
Muchas veces toca pedir en la calle. Las redes se llenaron de personal de salud pidiendo dinero para el tratamiento, porque no les daban a los colegas que se contagiaban de covid el tratamiento contra el virus que contrajeron en los hospitales. Es muy delicado todo. Nosotros vivimos el tema clave que es psicológico. Nosotros estamos en depresión y muchas personas jóvenes en depresión, ansiedad, por todo esto ¿Cómo uno costea un tratamiento psiquiátrico si es los más costoso junto con el oncológico? Antes les entregaban los medicamentos oncológicos, ahora ya no. Los pacientes con cáncer tienen que pedir un milagro para conseguir el tratamiento. No hay mortal acá en Venezuela que pueda cubrir eso, ni siquiera un tratamiento de un dolor leve. Siempre y cuando tengas trabajo.
¿En qué situación quedó tu cargo?
No me restituyeron ni mi sueldo ni mi cargo y aquí estoy: sin mi cargo en el Colegio ni mi cargo en el Hospital de Maracay, por el cual luché para tenerlo, porque no me lo regaló ningún político.
Yesica, te agrademos por la entrevista, vamos a difundir tu caso hasta que se solucione. Por último, podes cerrar con el mensaje que quieras para todos los trabajadores que te están leyendo. Muchas gracias por el apoyo. Quiero hacer un llamao al pueblo venezolano a seguir luchando para salir de esta situación en la que estamos, por este régimen que se olvidó del pueblo. La catástrofe de salud afecta a ese pueblo de a pie. Hago un llamado a las autoridades internacionales a que nos apoyen en esta lucha, porque aquí se violentan todos los derechos humanos, civiles, y laborales. Llamo al gremio de enfermería a que no tenga miedo, que esto que me pasó a mi nos sirva para hacernos avanzar más. Yo voy a seguir luchando para que nuestros niños tengan un futuro certero, y no esto que estamos viviendo hoy.