La prostitución. Claves básicas para reflexionar sobre un problema

en Prostitución y Trata

El texto está redactado por APRAMP (Asociación para la Prevención y la Reinserción de la Mujer Prostituida), una asociación española que lucha contra todo tipo de explotación hacia las personas prostituidas. APRAMP considera fundamental la concientización y participación de la sociedad en la lucha contra la prostitución, la atención personalizada de personas prostituidas y la transformación de las estructuras sociales que facilitan la exclusión y la explotación. Se elabora así una guía para entender a la prostitución es esta clave.

La prostitución es una institución masculina patriarcal; de ahí que el problema de la prostitución no pueda pensarse como un problema individual sino un problema estructural, donde casi todos los clientes son hombres y casi toda la mercancía es una mujer. La idea de asociar la libertad sexual a la prostitución es falsa dado que “…tiene que ver casi siempre con la violencia, la marginación, la dificultad económica y la cultura sexista y patriarcal.” (p.12)

Hay todo un sistema que promueve que se asigne a las mujeres el lugar de “objeto erótico” (desde el Estado a la familia y en particular la industria televisiva, turística, de ropa, alcoholera, etc.). Así se imponen estereotipos que enseñan que las mujeres deben ser objetos eróticos para ser reconocidas, admiradas, deseadas.

La idea de que la prostitución es un trabajo que debe ser regulado está promovida por grupos de presión que tienen intereses económicos en la industria del sexo. ¿Existe una edad en la que empiece a ser tolerable? Denominar “trabajo sexual” a la prostitución no dignifica a las mujeres sino a los chulos, proxenetas y traficantes. Legalizar la prostitución supone enviar el mensaje, a las futuras generaciones de hombres, de que las mujeres son productos sexuales.

Si los hombres no considerasen como un derecho evidente la compra y explotación sexual de mujeres y menores, la prostitución y el tráfico no existirían. Los países donde el progreso ha significado una mejora del estatus de la mujer y de las condiciones en que viven, es decir, en sociedades donde las mujeres y las niñas, tienen garantizados derechos políticos básicos, acceso a trabajos, educación y un nivel de vida aceptable, esto es, donde tienen más alternativas son mucho menos vulnerables. Los traficantes de seres humanos y proxenetas se aprovechan de la subordinación económica, social y legal de mujeres y menores.

“¿Qué persona en sus cabales animaría a una mujer joven a “formarse” en esa actividad comercial? ¿Por qué se presta tanta atención a fomentar el “comercio” y no se hace nada para ayudar a las mujeres a salir de él? Porque es mucho más fácil creer que esas mujeres son prostitutas por elección… Pero si se ha de plantear la cuestión de la elección, planteémosla a los clientes: ¿por qué hay hombres que eligen comprar los cuerpos de millones de mujeres, llamar sexo a esa operación y, aparentemente, disfrutar con ello?”

La compra y explotación sexual de mujeres y niñas ha sido tradicionalmente asociada a la existencia hombres con una necesidad masculina “natural”, por lo que surge la pregunta de quiénes son esos hombres consumidores de la industria del sexo.

“El comprador de sexo no difiere de la media de los hombres en cuanto a edad, a profesión, economía o estado civil” (p. 22) Según un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública de Suecia el perfil es el siguiente: “bien vestido, bien remunerado, padre de familia (…) Personas que tienen dinero, estabilidad, educación y poder; en contraste total con las mujeres y menores que utilizan.” (p. 22). Entre las causas de la compra de sexo se identifican: diversión sexual sin necesidad de contrapartida, obtener deseos y fantasías sexuales que no pueden o no se atreven a pedir a sus parejas, problemas para relacionarse con mujeres (no pueden conseguir sexo de otra manera), timidez, miedo, edad madura, disfunciones físicas o mentales, falta de personalidad.

Los sociólogos noruegos Prieur y Taksdal realizan también una clasificación:

Perdedores: ”hombres convencionales que se encuentran frustrados por el hecho de que las relaciones convencionales entre hombres y mujeres están cambiando y se aferran al modelo tradicional de dominación y subordinación.

Fiddlers: “habitualmente hombres jóvenes incapaces de mantener una relación estable y que contemplan el sexo como otra forma de consumo, una especie de Mc-sex sin mayor contenido. Su visión de la sexualidad está dominada por la pornografía y la violencia”.

Estrategias de captación

La autora de “Esclavitud sexual de la Mujer”, Kathlenn Barry, maneja dos grandes categorías para catalogar los modos y maniobras que se emplean para introducir y mantener a las mujeres en el ejercicio de la prostitución:

1 – La captación, que la define como la estrategia y táctica para adquirir mujeres y convertirlas en prostitutas.

2 – El proxenetismo que las retiene en la prostitución. Kathlenn Barry, indica que la captación implica «convencer» a la mujer para que se prostituya, recurriendo para ello a la astucia, el engaño o la fuerza física. En su trabajo, Barry define cinco estrategias.

Estrategia de amistad y amor

“tiene por finalidad explotar las vulnerabilidades de la víctima potencial. El objetivo del captador consiste en encontrar adolescentes ingenuas y necesitadas, llevarlas a una relación de dependencia, imbuirles miedo y sumisión, y convertirlas en prostitutas. (…) los proxenetas también explotan el aburrimiento de la socialización femenina, que lleva a muchas jóvenes a buscar aventuras”.

Actuaciones de bandas, sindicatos y organizaciones criminales

“El «proxenetismo» y la captación que aparecen como actividades puramente autónomas no podrían funcionar sin una red social de vínculos masculinos que apoya y facilita esa práctica y es, en sí misma, una actividad criminal «organizada».” Proxenetas, captadores, administradores de hoteles y moteles, policías, fiadores, médicos, abogados, etc., los cuales forman una red protectora que facilita el tráfico de las mujeres hasta los clientes.

Compra/venta

“La venta de mujeres a cambio de dinero todavía se practica en todo el mundo en diversas circunstancias. En las zonas rurales miserables de algunos países sudamericanos es posible comprar adolescentes a sus padres. En las zonas metropolitanas, los proxenetas venden sus prostitutas a otros proxenetas.”

Secuestro

“El secuestro, como otras prácticas de esclavización sexual, sigue pareciendo inexistente. Algunos de quienes luchan contra la esclavitud sexual, consideran que ahora las jóvenes son captadas más fácilmente mediante anuncios de empleos en el extranjero, sin embargo, si se examina la esclavitud sexual en su conjunto (…), la incidencia del rapto sigue siendo muy significativa. Las jóvenes que han huido de sus casas, las que tienen antecedentes delictivos y las mujeres que bailan en los bares son fáciles presas de los captadores de esclavas sexuales, y no son fácilmente reconocidas como víctimas.”

Formas que adopta el ejercicio de la prostitución

  • Prostitución de calle: la que se ejerce en zonas delimitadas de la ciudad como pueden ser los parques y plazas públicas, los cascos antiguos, «barrios chinos» o zonas portuarias, efectuándose el contacto sexual en pensiones modestas de las cercanías, en los parques o en los vehículos de los clientes.
  • Prostitución en locales y clubes de alterne: Estos establecimientos cuentan con instalaciones y servicios que ofrecer a sus clientes, si bien la prostitución de mujeres constituye la base del negocio.
  • Prostitución en domicilios privados.
  • Nuevas formas de prostitución: se incluyen aquí la prostitución en hoteles de lujo, en salones de masaje, los servicios de acompañamiento, el turismo sexual, la prostitución vía Internet.

Violencia y prostitución

La mayoría de las mujeres prostituidas sufren agresiones físicas, amenazas y violaciones, palizas, torturas, embarazos no deseados, infertilidad y daños permanentes del esqueleto y las zonas genital y anal, durante el ejercicio de la actividad. Otro peligro es el riesgo de contraer infecciones y enfermedades sexuales transmitidas por los proxenetas y compradores, entre las que hay que incluir el VIH y SIDA.

La mayoría de las mujeres prostituidas presentan cuadro de estrés postraumático que produce secuelas que pueden durar toda la vida. Estudios internacionales demuestran que las mujeres que ejercen la prostitución sufren los mismos traumas emocionales que los veteranos de guerra y víctimas de tortura. Pueden padecer los mismos síntomas: ‘flashbacks’, fuerte ansiedad, depresión, insomnio y estrés. Los suicidios e intentos de suicidio son frecuentes.

Respecto de la trata se hace la siguiente observación: “El tráfico internacional de seres humanos no podría florecer sin la existencia de un mercado de prostitución local, donde existan hombres dispuestos a comprar y vender mujeres y menores para su explotación sexual. Los traficantes mandan mujeres y niños de países en el sur a países en el norte, del este al oeste – o dondequiera que la demanda exista.”

Los tres sistemas: abolicionista, reglamentarista, prohibicionista

Abolicionista

  • Definición: Bajo este sistema, el ordenamiento jurídico despenaliza el ejercicio de la prostitución y la persona que se prostituye pasa a ser considerada víctima de la propia actividad. Las normas penales tipifican exclusivamente la conducta de quienes se benefician de la prostitución ajena, sin que en la valoración de los hechos se tenga en cuenta la existencia o no de consentimiento por parte de la víctima.
  • Argumentos a favor: Con la implantación de este sistema se pretende evitar el comercio sexual de las personas, aboliendo para ello toda reglamentación relativa a la prostitución, cerrando los espacios donde se practica y suprimiendo la inscripción de prostitutas en registros policiales y sanitarios.
  • Argumentos en contra: Los detractores de este sistema destacan que la abolición de la prostitución favorece el ejercicio clandestino de todas las formas de prostitución, aumenta las ganancias de los explotadores y agrava los riesgos para la salud de las personas que ejercen la prostitución.

Reglamentarista

  • Definición: Se sustenta sobre la base de considerar el fenómeno de la prostitución como un hecho inevitable, cuya existencia ha de ser aceptada por la sociedad. Bajo este sistema, las personas que se prostituyen se someten a controles públicos, especialmente de carácter sanitario, estando prohibida y sancionada la prostitución clandestina. Sin embargo, quedan fuera de cualquier tipo de control quienes demandan este tipo de servicios.
  • Argumentos a favor: La principal ventaja que ofrece este sistema radica en que facilita el control sanitario sobre las mujeres prostituidas, de forma que se pueda combatir de manera más eficaz la propagación de enfermedades de transmisión sexual.
  • Argumentos en contra: Quienes se oponen a la reglamentación de la actividad argumentan que la misma favorece el establecimiento de redes ilegales de prostitución y, consecuentemente, la consolidación de la actividad como oficio profesional a costa de la dignidad de las mujeres, ya que hace de la prostitución un servicio social necesario ejecutado por una clase separada de mujeres e integra ese «trabajo» a una estructura social a través de la imposición de contribuciones, revisiones de salud y otras medidas administrativas, al tiempo que minimiza la violencia real que la mayoría de las mujeres experimentan en la prostitución.

Prohibicionista

  • Definición: Bajo este sistema, el Estado sanciona penalmente a todas y cada una de las tres partes que necesariamente intervienen en el ejercicio de la prostitución, a saber, persona prostituida, proxeneta y cliente. De acuerdo con esta regulación, la persona prostituida es considerada delincuente y no víctima de la prostitución.
  • Argumentos a favor: Se señala la necesidad de que el Estado se implique en la solución de un problema de corrupción y vicio mercantilizado, que puede afectar a mujeres y jóvenes de ambos sexos que estuvieran en círculos próximos a la prostitución.
  • Argumentos en contra: La prohibición, lejos de controlar el problema, favorece el ejercicio clandestino de la actividad y la aparición de organizaciones explotadoras de la prostitución.

La ley sueca

En 1999, tras años de investigación y estudios, Suecia aprobó una ley que, penaliza la compra y despenaliza la venta de los servicios sexuales. El resultado de la ley sueca respecto al tráfico de mujeres para la prostitución ha sido exitoso ya que en estos momentos es mínima la cantidad de mujeres extranjeras que están siendo traficadas en Suecia para el comercio sexual.

La ley sueca considera la prostitución como un aspecto de la violencia masculina contra mujeres, niñas y niños y la reconoce oficialmente como una forma de explotación, identificando la prostitución como un problema social significativo. declara que la igualdad de género es inalcanzable mientras los hombres compren, vendan y exploten a mujeres, niñas y niños prostituyéndoles.

La ley sueca proporciona un mecanismo esencial al destinar fondos específicos para servicios sociales integrales dirigidos a cualquier mujer prostituida que desee dejar esa ocupación, así como fondos adicionales para educar a la ciudadanía y abordar el consumo como problema. En los países en que la prostitución es regulada legalmente, (Australia, Alemania, Holanda), se ha producido un fuerte aumento en todos los aspectos de la industria del sexo:

– un incremento en la asociación con el crimen organizado en la industria del sexo – aumento considerable de la prostitución infantil.

– un aumento de la cantidad de mujeres y niñas extranjeras traficadas – un incremento en la violencia contra las mujeres.

1. La legalización / despenalización de la prostitución es un regalo para los proxenetas, los traficantes y la industria del sexo.

En Holanda, la legalización supone la autorización de todos los aspectos de la industria del sexo: las mujeres mismas, los llamados »clientes» y los proxenetas. Hay personas que creen que defendiendo la legalización o la despenalización de la prostitución están dignificando y profesionalizando a la mujer que está en la prostitución. Pero dignificar la prostitución como un trabajo no supone dignificar a la mujer, ya que simplemente dignifica la industria del sexo.

La gente a menudo no se da cuenta de que la despenalización supone la despenalización de toda la industria del sexo, no sólo la de las mujeres.

La CATW aprueba la despenalización de las mujeres que están en la prostitución. Ninguna mujer debería de ser penalizada por su propia explotación. Pero los estados nunca deberían despenalizar a los proxenetas, a los clientes, a los prostíbulos u otros establecimientos sexuales.

2. La legalización / despenalización de la prostitución y de la industria del sexo promueve el tráfico sexual

La industria de la prostitución legalizada y despenalizada es una de las causas clave del tráfico de mujeres con fines de explotación sexual. Uno de los argumentos para la legalización de la prostitución en Holanda era que la legalización iba a ayudar a terminar con la explotación de las desesperadas mujeres inmigrantes que eran traficadas para entrar en la prostitución. El informe realizado por el grupo gubernamental »Budapest» muestra que el 80 por ciento de las mujeres de los prostíbulos en los Países Bajos son traficadas desde otros países, principalmente del centro y del este de Europa.

En el año 2000 el Ministerio de Justicia holandés abogó por una cuota legal para »trabajadoras sexuales» extranjeras, ya que el mercado de la prostitución holandés demandaba variedad de »cuerpos». También en el año 2000 el Gobierno holandés solicitó y obtuvo una sentencia de la Corte Europea en la que se reconocía que la prostitución era una actividad económica. Esta sentencia permite que las mujeres de la UE y de los países que formaban parte de la antigua Unión Soviética obtengan un permiso de trabajo como »trabajadoras sexuales» en la industria del sexo de Holanda, si prueban que se dedican al auto empleo. Las ONG de los Países Bajos han declarado que los traficantes están sacando provecho de esta ley y la están utilizando para introducir a mujeres en la industria de la prostitución holandesa, enmascarando el hecho de que estas mujeres han sido traficadas y enseñándoles cómo probar que son »inmigrantes trabajadoras del sexo» autoempleadas.

En enero de 2002 se estableció la prostitución en Alemania como un trabajo legítimo. El elevado número de mujeres extranjeras que están dentro de la industria del sexo en Alemania -algunas ONG estiman que se eleva a un 85 por ciento- pone en duda el hecho de que tal porcentaje de mujeres haya podido entrar en Alemania sin ningún tipo de ayuda. Al igual que en Holanda, las ONG alemanas señalan que la mayoría de las mujeres extranjeras han sido traficadas. Hay que tener en cuenta que es casi imposible para las mujeres pobres hacer frente al proceso migratorio, a los costes del viaje y a la tramitación de los documentos. También es muy difícil que puedan establecerse dentro del »negocio» sin ninguna ayuda externa.

También se encontró que existe un vínculo entre la legalización y el tráfico en Australia. En el informe sobre Australia, se puso de manifiesto que, en el Estado de Victoria, en el cual se había legalizado la prostitución en la década de 1980, »el tráfico de mujeres procedentes del este asiático y dirigido al mercado del sexo es un problema que va en aumento.»

3. La legalización / despenalización de la prostitución no supone un control de la industria del sexo. La expande

En contra de lo que afirmaban las reivindicaciones que señalaban que la legalización y la despenalización de la prostitución iban a regular la expansión de la industria del sexo e iban a suponer un control de dicha industria, la industria del sexo representa ahora un 5 por ciento de la economía de Holanda y se ha expandido un 25 por ciento en la última década.

Actualmente existen en Holanda asociaciones, oficialmente reconocidas, de empresarios del sexo y de clientes de la prostitución que son consultadas por el Gobierno, con el que colaboran, para fomentar sus intereses y promover la prostitución. Entre sus objetivos específicos, destacan »conseguir que la prostitución y su uso sean más aceptados y abiertamente discutidos» y »proteger los intereses de los clientes».

Frente al hecho de que hay muy pocas mujeres que quieran »trabajar» en el sector legal de la industria del sexo, el Reportero Nacional de Holanda en temas de tráfico afirmó que una solución para el futuro podría ser fomentar la entrada de mujeres que no pertenezcan a la UE. Como la prostitución se ha convertido en »trabajo» y los proxenetas en »empresarios», esta posible »solución» convierte al tráfico en »una inmigración voluntaria para trabajar en la industria del sexo». Holanda está mirando al futuro, destinando a las mujeres inmigrantes pobres al mercado internacional del sexo con el fin de remediar las insuficiencias del libre mercado de los »servicios sexuales». A través de este proceso, se refuerza la normalización de la prostitución como una »opción para las pobres».

La legalización de la prostitución en el Estado australiano de Victoria también ha supuesto una expansión de la industria del sexo.Los prostíbulos en Suiza se han duplicado después de la legalización parcial de la prostitución. La mayoría de estos prostíbulos están libres de impuestos y muchos son ilegales.

4. La legalización / despenalización de la prostitución aumenta la prostitución clandestina, ilegal y la prostitución de la calle

La legalización, supuestamente, iba a sacar a las mujeres prostituidas de la calle. Muchas mujeres no quieren registrarse ni someterse a revisiones médicas, tal y como lo requiere la ley en ciertos países en los que se ha legalizado la prostitución. Por lo tanto, la legalización a menudo las conduce a la prostitución de la calle. Además, muchas mujeres eligen la prostitución de calle porque quieren evitar ser controladas y explotadas por los nuevos »hombres de negocios» de la industria del sexo.

En Holanda, las mujeres que están en la prostitución señalan que la legalización y despenalización de la industria del sexo no acaba con el estigma sino que, al contrario, hace a las mujeres más vulnerables frente al abuso ya que, al tener que registrarse, pierden el anonimato. Así que la mayoría de las mujeres que están en la prostitución, a pesar de todo, eligen proceder de manera ilegal y clandestina. En el mismo Parlamento se está discutiendo que la legalización refuerza la opresión de las mujeres.

Los argumentos que defendían que la legalización iba a terminar con los elementos criminales de la industria del sexo han fracasado. El aumento de la prostitución en Australia desde la legalización se ha dado en el sector ilegal. Desde la llegada de la legalización en Victoria, los prostíbulos se han triplicado y se han expandido, y la mayoría de ellos no tiene licencia aunque se anuncien y operen con total impunidad. Para terminar con la endémica corrupción policial, el control de la prostitución ilegal pasó de estar en manos de los policías a estar en manos de los ayuntamientos locales. Pero los ayuntamientos no tienen ni el dinero ni el personal para poner investigadores en los prostíbulos y acabar con los empresarios ilegales y procesarlos.

5. La legalización de la prostitución y la despenalización de la industria del sexo promueve la prostitución infantil

La realidad, ha mostrado que la prostitución infantil en Holanda ha aumentado dramáticamente durante la década de 1990. La Asociación de Ámsterdam ChildRight estima que la cifra ha aumentado de 4.000 niños en 1996 a 15.000 en 2001. Esta asociación estima que al menos 5.000 de los niños que están en la prostitución provienen de otros países, de los cuales un número importante son niñas nigerianas.

La prostitución infantil ha aumentado dramáticamente en Victoria en comparación con los otros estados de Australia donde la prostitución no ha sido legalizada

6. La legalización / despenalización de la prostitución no protege a las mujeres que están en la prostitución

La Coalición Internacional contra el Tráfico de Mujeres (CATW) ha realizado dos estudios importantes sobre el tráfico sexual y la prostitución, entrevistando a casi 200 víctimas de la explotación del comercio sexual. En este estudio, las mujeres que estaban en la prostitución indicaban que, tanto si se encontraban en establecimientos de prostitución legales como si estaban en ilegales, éstos hacían muy poco para protegerlas a ellas. »En caso de proteger a alguien, protegen a los clientes».

Un estudio de la CATW realizado en 5 países, en los cuales se entrevistó a 146 víctimas de tráfico internacional y de la prostitución local, muestra que el 80 por ciento de las mujeres entrevistadas sufrieron violencia física por parte de los proxenetas. También muestra que todas ellas sufrían similares y múltiples consecuencias de salud derivadas de la violencia y de la explotación sexual.

La violencia que sufrían las mujeres era una parte intrínseca de la prostitución y de la explotación sexual. Los proxenetas utilizaban la violencia por diferentes motivos y con diferentes propósitos. La violencia era utilizada para iniciar a algunas mujeres en la prostitución y para derrumbarlas y vencerlas con el objetivo de que realizaran los actos sexuales. Después de la iniciación, en cualquier momento, la violencia era utilizada con el fin de gratificar a los proxenetas, como una forma de castigo, para amenazarlas e intimidarlas, para ejercer la dominación de los proxenetas, para exigir conformidad, para castigar a las mujeres por presuntas »infracciones», para humillar a las mujeres y para aislarlas y recluirlas.

7. La legalización / despenalización de la prostitución aumenta la demanda de esta práctica. Incentiva a los hombres a comprar a las mujeres por sexo en un entorno social más permisible y de mayor aceptabilidad

Cuando las barreras legales desaparecen, también desaparecen las sociales y éticas con respecto al hecho de tratar a las mujeres como productos. La legalización de la prostitución supone enviar el mensaje a las nuevas generaciones de hombres de que las mujeres son productos sexuales, y de que la prostitución es una forma de diversión sin riesgo.

Como los hombres tienen un exceso de oferta de »servicios sexuales», las mujeres tienen que competir en la oferta de servicios dedicándose al sexo anal, sexo sin condón, relaciones de esclavitud y dominación y otras tendencias demandadas por los clientes. Existen prostíbulos que ofertan servicios a hombres discapacitados y los cuidadores contratados por el Estado, que en su mayoría son mujeres, están obligadas a llevar a estos hombres a los prostíbulos si ellos lo desean.

Las mujeres que desean relaciones más igualitarias con los hombres se encuentran con que, a menudo, sus compañeros visitan los prostíbulos y los clubes sexuales. Tienen la opción de aceptar que sus parejas masculinas están comprando mujeres a través transacciones sexuales comerciales, pueden negarse a reconocer lo que sus parejas están haciendo, o pueden romper con la relación.

8. La legalización / despenalización de la prostitución no promueve una mejora de la salud de las mujeres

Un sistema basado en la legalización de la prostitución en el que se obligue a las mujeres, y no a los clientes, a chequeos y certificados de salud es descaradamente discriminatorio para las mujeres. Los chequeos de salud que son »sólo para mujeres» no tienen ningún sentido a nivel de salud pública porque controlar a las mujeres prostituidas no las protege del SIDA o de las ETS, ya que los hombres pueden transmitir, y en un principio son los que transmiten, las enfermedades a las mujeres.

Se argumenta que los prostíbulos legalizados u otros establecimientos de prostitución »controlados» »protegen» a las mujeres a través de políticas dirigidas a imponer la obligación de usar condón. En un estudio de la CATW que se realizó en Estados Unidos, algunas mujeres dijeron que ciertos establecimientos puede que tengan normas que establezcan que los hombres tienen que usar condón, pero que, en la realidad, los hombres siguen intentando tener sexo sin condón. Una mujer afirmó: »La regla dice que hay que utilizar condón en la sauna, pero es negociable entre las partes». En la realidad, la imposición de las políticas en torno a la utilización del condón se deja en manos de las mujeres que están en la prostitución, y la oferta de dinero extra es una presión insistente. Muchos factores juegan en contra del uso del condón: la necesidad de las mujeres de ganar dinero; la disminución del atractivo de las mujeres mayores para los hombres; hacer frente a la competencia de los lugares donde no exigen condón; la presión de los proxenetas para que las mujeres tengan sexo sin condón y ganen más dinero; la necesidad de tener dinero por ser adictas a alguna droga o para pagar al proxeneta y la falta de control que en general tienen las mujeres que están en la prostitución sobre sus propios cuerpos.

Las denominadas »políticas de seguridad» en los prostíbulos no protegieron a las mujeres de los abusos. Incluso cuando los prostíbulos supuestamente controlaban a los »consumidores» y utilizaban »gorilas», las mujeres afirmaron que fueron lesionadas por los compradores y, algunas veces, por los dueños de los prostíbulos y por sus amigos.

9. La legalización / despenalización de la prostitución no aumenta las posibilidades de elección de las mujeres

En lugar de hablar de una decisión racional habría que llamar a esas »elecciones» »estrategias de supervivencia»; una mujer prostituta accede a la única opción que está a su alcance. La mayoría de las mujeres que fueron entrevistadas por los estudios realizador por la CATW señalaron que la elección de entrar en la industria del sexo sólo puede discutirse dentro de un contexto donde no existen otras posibilidades.

La distinción entre prostitución forzada y voluntaria es precisamente lo que la industria del sexo está promoviendo porque, si se puede utilizar esta distinción para legalizar la prostitución, el proxenetismo y los prostíbulos, la industria del sexo conseguirá más estabilidad y seguridad legal. Las mujeres que presenten cargos contra los proxenetas o contra cualquier persona tendrán que presentar la carga de la prueba y demostrar que fueron »forzadas»; así, muy pocas mujeres que están en la prostitución tendrán recursos legales y muy pocos culpables serán procesados.

Cuando una mujer continúa en una relación abusiva con una pareja que le maltrata, o incluso cuando ella le defiende a él, no decimos que esa mujer está ahí de manera voluntaria. Reconocemos la complejidad de su conformidad. Al igual que las mujeres maltratadas, las mujeres en la prostitución muchas veces niegan los abusos si no se les ofrecen verdaderas alternativas.

10. Las mujeres que están dentro de la prostitución no quieren que se legalice o despenalice la industria del sexo

En un estudio realizado por la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y financiado por la Fundación Ford, la mayoría de las 146 mujeres entrevistadas afirmaron de forma rotunda que la prostitución no debería ser legalizada ni considerada un trabajo legítimo. Estas mujeres opinaban que la legalización supondría aumentar los riesgos y los daños que actualmente ya sufren las mujeres por parte de los proxenetas. »Me niego. No es una profesión. Es humillante y es una forma de violencia masculina». Ninguna de las mujeres entrevistadas quería que sus hijos, familia o amigos tuvieran que ganar dinero a través de la industria del sexo. Una afirmó que »la prostitución despoja de la vida, de la salud, de todo».

Estrategias de APRAMP

Es una asociación que trabaja hace 20 años incorporando la perspectiva de género y evitando intervenciones exclusivamente paliativas. Para ello incluye: acogida (cuenta con 7 centros), apoyo en la búsqueda de recursos, acompañamiento a las personas en los primeros meses, apoyo en la mejora de las capacidades sociales, organizativas, autoestima, etc. El centro de acogida se enfoca en la atención social, psicológica, jurídica y sanitaria. Los talleres de formación buscan reforzar el abandono de la prostitución, con recursos como “becas intermedias”, apoyan la formación especializada como alternativa a la prostitución, incorporan talleres y cursos ocupacionales enfocados a las distintas necesidades individuales. En el área jurídica, acompañan en la denuncia de casos de trata y explotación sexual, brindando apoyo cultural y lingüístico.

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