La mentira tiene patas cortas: el PO difama a Razón y Revolución para encubrir su errada política en AGD

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Por Marina Kabat y Martin Pezzarini

La Asamblea de AGD

Pocos días después de la asamblea general de AGD, el Partido Obrero (Oficial) publicó un balance firmado por Antonio Rosselló y Santiago Gándara. Esta nota es llamativa no solo por sus contradicciones, sino sobre todo por sus mentiras y por el esfuerzo empeñado para ocultar los verdaderos problemas que se debatieron en la asamblea.

La nota del PO hace creer que la discusión de la Asamblea giró en torno a educación virtual sí o no, cuando lo que la Asamblea debatió fue qué hacer con la educación virtual y las condiciones hoy vigentes en ella. Nosotros, como venimos haciendo hace tiempo, impulsamos una reglamentación del trabajo a distancia en la emergencia y el pedido de provisión de equipos y un complemento salarial para cubrir los gastos de la conexión. En la Asamblea la mayoría de los docentes apoyaban e incluso proponían medidas de este tipo, por ejemplo, el reclamo de pausa virtual provino de los docentes del Colegio Nacional Buenos Aires que ya la habían implementado allí. Ningún docente planteó no dar clases virtuales. Todo el asunto era cómo.[i]

El PO tuvo una estrategia defensiva. Es claro que se encuentran a la retirada: están abandonando posiciones anteriores y adoptando parcialmente una orientación nueva, propuesta por la oposición en el gremio, o sea nosotros. En este sentido, el PO esta vez votó a favor de  mociones nuestras como el derecho a la desconexión o que durante la emergencia, se suspenda toda otra obligación docente por fuera del dictado de clases y consecuente prórroga de entrega de informes de proyectos de extensión, investigación, etc. (puntos 7 y 8 de las resoluciones votadas en asamblea, según página de AGD).[ii] Estas mismas mociones las habíamos presentado en la Asamblea de Sociales y el PO las había votado en contra.[iii]   Antonio Rosselló y Santiago Gándara que escribieron la nota de Prensa Obrera no pueden hacerse los desentendidos en el asunto. Ellos estuvieron en ambas asambleas. En Sociales llevaron la voz cantante y tuvieron una actitud muy beligerante contra las mismas mociones que en la Asamblea General de AGD votaron mansamente (y sin explicar por qué el cambio de su posición). Otra moción incorporada por nuestra iniciativa fue: Plan de emergencia en el CBC de nombramiento con renta de todos los docentes que sean necesarios para cubrir la enseñanza en estas circunstancias (punto 15 del pliego votado).

En la Asamblea el PO no hizo un cuestionamiento de fondo a nuestro planteo (se limitó a decir que el convenio vigente ya resolvía todas las cuestiones, aunque en ese caso no se entiende porque votaron a favor de nuevas reglamentaciones, como lo que hace a la desconexión digital). Tampoco argumentaron realmente a favor de sus mociones más controvertidas: “no abogaron por el acompañamiento virtual optativo”, es más hasta lo escondieron. Por ejemplo, Celotto afirmó que ellos nunca se opusieron a dar clases: cuando su propuesta de “rechazo de la virtualización forzosa” más “acompañamiento virtual optativo” es un rechazo de las clases. Ellos definen que el acompañamiento no son clases y que además es optativo –es decir, si quiere el docente lo hace, sino quiere no.  Eludieron el tema que simplemente apareció en las mociones presentadas por escrito para votar y que fueron votadas por el aparato del FIT resultando aprobadas.

La mentira como vía para discutir en su prensa lo que no se animaron a debatir en la asamblea

El debate que eludieron en la Asamblea, lo llevaron a su prensa y de la peor manera posible: usando la difamación como método. El Partido Obrero nos acusa de sostener el mismo plan que los organismos internacionales, el capital financiero y todas esas fantasías contra los cuales creen luchar. Nos acusa también de sostener una furiosa defensa de la virtualización, peor que la que realiza Trotta. Obviamente, no dijeron esto en la asamblea porque tal falsificación hubiera indignado a todos los presentes. Para despejar toda duda, comparemos sus acusaciones con nuestras intervenciones:

“Sin sorpresas para los docentes presentes en la Asamblea, Razón y Revolución y el grupo de Altamira cuestionaron la política de AGD contraria a la virtualización forzada y a la regularidad de los estudiantes. Sobre una furiosa defensa de la virtualización que no hace públicamente ni el propio ministro Trotta, planteaban la necesidad de un reglamento paralelo o sustituto del convenio colectivo sobre el trabajo virtual al tiempo que rechazaban la regularidad de los estudiantes y proponían la toma de exámenes virtuales. Con este planteo patronal –es el que imponen el CIN, el Rectorado y la mayoría de los decanos-, estos agrupamientos pretenden normalizar un cuatrimestre que es una farsa educativa. El planteo expulsa a la mitad de los estudiantes inscriptos en las materias que no pueden cursar por falta de equipamiento y problemas de conectividad. Agrava todavía más las condiciones de los docentes que denuncian masivamente el incremento de las horas de trabajo y las enormes complicaciones de la vida familiar. Ahora también tendrían que tomar obligadamente exámenes por zoom. Desconoce, además, hasta el hecho más elemental que denunciaron los secretarios generales de cada unidad académica: los campus con los que contamos… están colapsados”

“Responden a la misma lógica con la que el Frente de Todos y Cambiemos votaron la reforma de la Ley de educación para dejar “para siempre y legalmente” la destrucción de la educación presencial. Es la misma lógica con que las burocracias sindicales de Conadu y Fedun llaman incluir el trabajo virtual en el convenio colectivo. En suma, es lo que exigen la Unesco y los gobiernos de 90 países: devaluar la educación, el trabajo docente y los presupuestos. Coinciden, en consecuencia, con las imposiciones de las patronales desde el CIN, el rectorado y la mayoría de los decanatos. Un planteo patronal y de devaluación de la educación”.[iv]

Las mentiras salen a la luz cuando vemos qué fue lo que realmente propusimos los compañeros de RyR. En nuestra primera intervención, Marina Kabat dejó en claro:

“Sabemos que la educación virtual no reemplaza la educación presencial, que las interacciones que se dan en forma simultánea en la educación presencial no se pueden reproducir virtualmente, y llevan a una prolongación de los tiempos de trabajo para el mismo o menor resultado. Eso redunda en la recarga de trabajo que todos hemos experimentado. Por eso, necesitamos una reglamentación que nos proteja de esto, que haga que el costo de la menor productividad del trabajo a distancia no caiga sobre nuestras espaldas. Y estos no son elementos que estén contemplados en nuestros convenios, precisamente porque estamos frente a una situación excepcional que debemos reglamentar para esa excepción. En esta situación excepcional, el número de estudiantes por comisión, no puede ser el mismo que en el de las clases presenciales. Por eso (y esto no está en el convenio, disiento con Santiago Gándara) hay que pedir la reducción del número máximo de estudiantes en cada comisión, depende del tipo de trabajo que realice la cátedra, y el nombramiento de los docentes que sean necesarios para cubrir esa enseñanza (…) este camino de la reglamentación del trabajo a distancia es el que nos permite mantener la alianza histórica que tenemos con los estudiantes y, al mismo tiempo, evitar la sobreexplotación nuestra. (…) En ese sentido, hay que defender las evaluaciones, porque si no el trabajo que estamos haciendo es en vano, es como si no enseñásemos nada, no puedo evaluar. Hay que defender las evaluaciones y las promociones directas donde hay promociones directas, y hay que generar todas las reglamentaciones necesarias como que se interrumpan todas las otras tareas accesorias que teníamos los docentes y que no podemos cumplir en forma simultánea que estamos dando clases a distancia y adaptándonos a este sistema. De la misma manera, el derecho a la desconexión digital. Todas estas cuestiones no estaban en nuestro convenio y conviene pedirlos ahora junto con salarios y otras cuestiones. (…) Pero para eso, tenemos que organizarnos, organizar la cursada a distancia, organizar nuestros derechos laborales específicos en esta modalidad de trabajo y salir a luchar por todas nuestras reivindicaciones: salario, renta ad-honorem, cumplimiento del convenio para el nombramiento efectivo de todos los que estamos con designaciones precarias.”

Como vemos, las propuestas de RyR se diferencian claramente de las consignas que impuso el Partido Obrero. Como Gándara y Roselló no pueden hacer un critica real de esas propuestas, acompañan sus relatos imaginarios con una serie de mentiras descaradas. Un comportamiento completamente miserable. Y como si ello fuera poco, les ocultan a sus propias bases estudiantiles la posición que defienden dentro del sindicato. Ellos, junto al PTS e Izquierda Socialista votaron contra nuestra propuesta de respeto de las promociones directas. No sabemos si los estudiantes del FIT desconocían el hecho o simplemente mintieron al aducir lo contrario esta semana en las redes sociales.

Esta oposición persistente a la virtualización encuentra su explicación en la línea política que viene sosteniendo el Partido Obrero. Según el PO, la educación virtual es el objetivo que persiguen los países imperialistas, el capital financiero, la UNESCO, las empresas multinacionales de las telecomunicaciones y, a nivel local, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y la burocracia sindical. Todos estos actores estarían confabulando para que avance el proceso de privatización y degradación de la educación. En consecuencia, para evitar la concreción de este plan macabro, nuestros inteligentes compañeros llegan a la conclusión de que es preciso oponerse a la virtualización a cualquier precio. Es decir, en todo este relato, la situación excepcional que impuso la pandemia tiene un lugar secundario. Lo importante es rechazar la virtualización sea como sea, incluso si ese es el único medio que podríamos emplear para sostener la relación con los estudiantes. La educación puede esperar, ahora tenemos que luchar contra el imperialismo. Gándara y Roselló son muy claros al respecto: “El programa de rechazo a la virtualización impulsada por la Unesco y el CIN se justifica por la situación inmediata pero más estratégicamente por los intereses corporativos y del capital financiero en torno a la educación en línea”.  

En lugar de defender este tipo de teorías descabelladas, una costumbre recurrente entre los dirigentes trotskistas, los compañeros de Razón y Revolución elaboramos una serie propuestas que contempla la situación de excepcionalidad que estamos atravesando. Dado que la cuarentena es la medida más efectiva para prevenir los contagios, es necesario aprovechar los medios disponibles para sostener el proceso de educación. Ello significa que excepcionalmente debemos desarrollar nuestro trabajo de manera virtual. Sin embargo, como las condiciones materiales no están dadas, tenemos que exigirle al Estado dos cosas. Por un lado, que garantice a todos los alumnos y trabajadores (docentes y no docentes) el acceso a los medios que se necesitan para sostener las actividades en línea (computadoras, conectividad, etc.) Por otro lado, que mientras dure la emergencia, nuestra labor docente sea regulada según una reglamentación ampliatoria del convenio que contemple esta situación de excepcionalidad. En términos generales, esa fue la propuesta que defendimos los compañeros de RyR, pero Gándara y Roselló prefieren difamar y mentir para seguir sosteniendo una posición que, ya vimos, es ridícula.

La solución a estas dos posiciones es muy sencilla, basta partir del problema concreto que estamos enfrentando ¿A quiénes realmente perjudica que no se desarrolle la educación virtual en un contexto de aislamiento preventivo? ¿A nuestros compañeros estudiantes o a los organismos internacionales, el capital financiero y los países imperialistas? La respuesta es evidente, pero se las vamos a decir porque nuestros “inteligentes” compañeros, Gándara y Roselló, parecen no advertirlo: oponernos a la educación virtual solo perjudica a nuestros históricos compañeros de lucha, los estudiantes.  Y como si ello fuera poco, tampoco nos conviene a los docentes, porque no podemos exigir mejores condiciones laborales ¿Qué le vamos a reclamar al Estado si no estamos dispuestos a trabajar? Por otro lado, considerando que la abrumadora mayoría de los docentes venimos sosteniendo la educación virtual ¿A quién conviene que no se reglamente el trabajo a distancia que estamos realizando? En la última asamblea, todos escuchamos que los compañeros están soportando una enorme cantidad de tareas, al tiempo que afrontan los extraordinarios costos de los equipamientos y servicios. ¿A quiénes perjudican Gándara, Roselló, la dirección de AGD y el Partido Obrero cuando se oponen a dicha reglamentación? Una vez más, pese a que sea evidente, vamos a decir la respuesta: los únicos perjudicados somos los trabajadores. Oponernos a la reglamentación es avalar las pésimas condiciones en las que ya se desarrolla el trabajo docente. 

Epílogo: de inconsecuentes y plagiadores

Como ya hemos señalado antes, el PO tendencia se apropia de una línea que no es suya, que no ha construido y que ahora que la ha adoptado defiende en forma inconsecuente y contradictoria. En su artículo, se presenta como el principal exponente de una corriente docente que busca reglamentar las condiciones en que se realiza la enseñanza a distancia bajo la emergencia.[v] En otro artículo ya hablamos del modo tardío y contradictorio en que asumieron esta posición.[vi] Estas contradicciones se mantuvieron en la Asamblea de AGD donde Luisina Montenegro inició su intervención hablando contra la virtualización forzada, para después pasar a defender como propias propuestas de RyR (muchas de las cuales su Partido había votado en contra o se había abstenido unas semanas antes en la Asamblea de Sociales). Ahora, olvidemos por unos minutos esos pequeños detalles de las contradicciones y las anteriores votaciones de la Tendencia para preguntarnos algo básico ¿Si fuera la tendencia el principal exponente de la oposición al PO oficial en AGD, por qué el PO dirige sus dardos contra RyR?

Como dijimos en un artículo anterior aquí no se trata de una cuestión de copyright. Si la Tendencia tiene las mismas posiciones que RyR correspondería una acción común. No es lo que ha ocurrido hasta ahora, porque la Tendencia asume las posiciones de RyR solo de un modo parcial e inconsecuente y sigue haciendo concesiones al PO oficial en cuestiones claves, de ahí que el PO oficial ataque a RyR y no a la tendencia.

Patria Grande no quería ser menos que el PO tendencia y también decidió adjudicarse la paternidad de una moción que fue nuestra. Nuestro compañero Gonzalo Sanz Cerbino mocionó la creación de una comisión abierta que elaborase una propuesta de reglamento del trabajo a distancia durante la emergencia y que la sometiera a votación en una próxima asamblea a convocarse a la brevedad. Claro, como nuestra moción obtuvo un tercio de los votos de la asamblea (básicamente de todos los docentes que no pertenecen al aparto del FIT) ahora la difunden como propia.[vii] ¿Se olvidan también que 15 días antes cuando presentamos mociones similares en la asamblea de la Facultad de Sociales ellos se abstuvieron? Como minoría de AGD Sociales ellos convalidaron a espaldas de los afiliados la política del «rechazo de la virtualización forzosa» apoyaron el acompañamiento pedagógico optativo (los docentes en cuarentena solo trabajan si quieren y cómo quieren) y apoyaron la reprogramación de clases a partir del 1° de junio (en Sociales esa reprogramación era prácticamente un hecho antes de que llegara la decisión de rectorado). En esa Asamblea de Sociales, cuando vieron la oposición de los docentes a la política de la conducción de AGD se diferenciaron tibiamente y se abstuvieron en nuestras mociones (en función de no romper sus acuerdos con el PO ni con la gestión), pero advirtieron que en algún momento se iban a tener que discutir los puntos que nosotros pusimos sobre la mesa. En la Asamblea General de AGD mantuvieron su posición contradictoria, pero esta vez no se abstuvieron y votaron a favor de nuestras propuestas. Lo que es una sorpresa es que ahora las consideren propias. Eso sí, sin nunca mirar atrás, ni hacer un balance de su actuación hasta ahora.  Hay gente que carece de la valentía y honestidad suficiente tanto para reconocer sus errores como los aciertos de otros.


[i] Un análisis detallado de la Asamblea puede verse en: https://bit.ly/3dtTEDz

[ii] http://agduba.org.ar/pliego-resuelto-por-la-asamblea-de-agd-uba-265/

[iii] https://bit.ly/2Avv9r1

[iv] https://bit.ly/3gGEaOJ

[v] https://bit.ly/2XSantL

[vi] https://bit.ly/3ctBAIt

[vii] https://www.facebook.com/notes/movimiento-docente/nuestras-posiciones-en-la-asamblea-de-agd-uba-del-2605/910713272724649/ Dicen que defendieron la moción (no mencionan quién la mocionó ) y remiten a “Publicaciones anteriores en que nos referimos a este asunto”, sin embargo, al seguir el link indicado y leer el texto citado no hay ninguna referencia a dicha comisión y apenas algunos planteos bastantes genéricos.

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