Jujuy-Morales quiere enfermarnos

en Conti-Santoro/Novedades

El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, anunció que se adelantarán las vacaciones de invierno, del 1 al 15 de junio, con el objetivo de acelerar el regreso a las aulas. De esta forma, la provincia sigue siendo un laboratorio de pruebas para el resto del país. Recordamos que desde el 13 de mayo los directivos y auxiliares volvieron a los establecimientos para cumplir con “servicios críticos”, básicamente, otorgar alimentos a los chicos. En ese marco, los directivos pueden citar al personal docente que consideren necesario para desarrollar dichas tareas. La vuelta a las aulas se hará en fases progresivas, de forma voluntaria e implementando la modalidad dual, es decir, combinando la presencialidad con la virtualidad. Vayamos por partes.

El peligro de las fases

Según el proyecto que circuló, la dualidad se implementará progresivamente en cuatro fases. Durante las primeras dos etapas se abrirán las escuelas rurales. En Jujuy hay alrededor de 300 establecimientos de este tipo que agrupan 14.579 alumnos y 5.588 docentes y no docentes. Así, durante la primera fase se abrirán las escuelas ubicadas en “zonas rurales con albergues dispersas” que cuentan con la presencia de entre 5 y 15 alumnos únicamente. La modalidad de retorno será de 20×10, es decir, 20 días de asistencia y 10 de descanso. La primera fase cuenta con algunas cuestiones. En primer lugar, debemos recordar que estos establecimientos alojan a los alumnos que viven lejos de la escuela. Por lo tanto, en el caso de pernoctar, las instituciones deberán contar con todas las medidas de higiene necesarias. Eso no es todo. Supongamos que alguno de los alumnos y/o personal docente porta el virus ¿Cómo evitaríamos el contagio? Recordemos que en la últimas dos semanas aparecieron casos nuevos. El esquema, además, no permite comprobar si se dieron nuevos contagios. Los infectologos sostienen que el COVID-19 se manifiesta a los 14 días. Por lo tanto, en un esquema de 20×10, no alcanzaríamos los días mínimos y necesarios para corroborarlo. Eso teniendo en cuenta los casos que presenten síntomas. Consideremos que una de las características de este virus es que se presenta de modo asintomático, de ahí la necesidad de testear masivamente con PCR. Mucho peor será con la fase 2 (22 de junio), que incluirá a las zonas rurales dispersas y aglomeradas. Para estas últimas, la modalidad será de 5×2, o sea, contamos con mucho menos tiempo para saber si las personas se infectaron.

Luego de las dos primeras fases, comenzarían las escuelas urbanas a partir del 29 de junio. La fase 3 inicia con las escuelas ubicadas en zonas urbanas de alta vulnerabilidad, mientras durante la fase 4 volverán al ruedo las escuelas ubicadas en zonas urbanas de vulnerabilidad media y baja. Ambas compartirán la misma modalidad 1 día por semana por año/grado. En total, las zonas urbanas cuentan con 720 establecimientos, al que asisten 145.014 alumnos y 23.557 docentes y no docentes. Al igual que sucede con las escuelas rurales, las modalidades no respetan los tiempos mínimos de detección del COVID-19.

Lo presencial no quita lo virtual

Lo primero que debemos aclarar es que la virtualidad no desaparece. Luego del receso invernal, las clases mantendrán un esquema dual, esto es, combinarán la virtualidad con la presencialidad. Según la poca información que se dio a conocer, los alumnos asistirán a las escuelas para obtener apoyo escolar y aspectos relacionados con la conectividad que no se especifican. Además, seguirán recibiendo alimentos. Cabe aclarar que la asistencia será voluntaria para los alumnos. Con lo cual, la decisión de concurrir o no a las escuelas, dependerá de las familias.

En relación a estos puntos, la vuelta a las aulas no resuelve nada porque la virtualidad mantiene centralidad. Por lo tanto, si no se resuelven los problemas materiales de los alumnos para poder garantizar la educación remota, todo seguirá siendo una farsa. Repasemos un poco los números de la provincia. Según el INDEC, el 30% de los hogares jujeños no cuenta con una computadora propia. Estos datos no dan cuenta de la realidad de los departamentos más pobres, ya que solo toma como referencia Palpalá. En el censo del 2010, Palpalá, Manuel Belgrano (que incluye San Salvador de Jujuy) y San Pedro fueron los departamentos con mejores índices generales: empleo, vivienda, etc. Tengamos en cuenta que estos departamentos son principalmente urbanos, por lo tanto, los indicadores en el ámbito rural son peores. Hace poco, se publicó una encuesta en la que se confirmó que casi un 30% de los niños jujeños no posee acceso a internet. Estos datos fueron corroborados por el ENACOM, quien sostuvo que apenas entre 40 y 50 hogares, sobre una base de cien, poseía acceso a internet. Con esta base, garantizar la presencia de los alumnos (en el caso que quieran ir) no es suficiente para garantizar el proceso pedagógico. Si de veras queremos que los alumnos no pierdan el año, necesitamos dotar a todos de computadoras y Wifi gratis.

No menos importante es la decisión de dejar en manos de las familias la decisión de asistir a la escuela o no. El propósito del gobierno es desligarse de la responsabilidad en el cuidado de la población, apelando a la responsabilidad individual. De esta forma, si aparece un contagiado nuevo, el gobierno dirá que no fuimos precavidos. Imaginemos el retorno a las aulas bajo el esquema de la fase 3 y 4. Quienes trabajamos en las escuelas, sabemos que las aulas se encuentran sobrepobladas. En este esquema ¿Cómo es posible garantizar el distanciamiento social? Eso no es todo. En el caso de asistir todos los alumnos a las aulas ¿Cómo se distribuirá el tiempo entre los mismos para poder solucionar todas las dudas? ¿Cómo se distribuirán las y los docentes del nivel primario para brindar apoyo en las cuatro materias?

Siguen sin consultar a los docentes…

El plan fue presentado el miércoles 27 de mayo, entre gallos y medianoches. El martes había trascendido que solo volverían los cursos ingresantes y egresantes de cada nivel. Astutamente, no publicaron en ningún lado el proyecto enviado al Ministerio de Educación. Lo único que publicaron fue el adelantamiento del receso invernal. Así, la estrategia del gobierno fue y es no mostrar todas las cartas con el fin de ir al receso sin oposición alguna. Aunque dijeron que esta decisión fue tomada con los gremios, la Secretaria General de SADOP, Silvia Valverde, dijo que no fueron consultados. Los que sí estuvieron presentes, fueron los dirigentes de ADEP y CEDEMS, gremios mayoritarios de los niveles primario y secundario. Claro que ambos aceptaron, sin realizar ningún tipo de consulta a la docencia. Por eso, las quejas en las redes sociales fueron innumerables.

Tenemos razones para no volver. En primer lugar, al adelantar las vacaciones de invierno, volveremos a las escuelas en pleno invierno, lo cual favorece la propagación del virus. Además, las primeras escuelas en retomar la presencialidad son las rurales, donde el frio es más intenso. Segundo, es mentira que el virus dejó de circular. Hace unos días, reaparecieron dos casos nuevos, en Fraile Pintado y Calilegua, que obligaron a dar marcha atrás con la flexibilización en esas localidades. Tengamos en cuenta que Jujuy es una provincia limítrofe, por lo tanto, está mucho más expuesta a la circulación. Si bien el gobierno sostiene que la vuelta a clases tiene la función de acompañar el proceso pedagógico, así como estamos es imposible. Si el gobierno no garantiza todas las condiciones materiales y culturales para garantizar la educación a distancia, entonces es imposible mantener el esquema dual efectivamente. Nada es casual. Morales quiere obligarnos a asistir a la escuela para darle de comer a las familias. Los docentes queremos enseñar en condiciones seguras. Por eso consideramos innecesaria la vuelta a las escuelas en este contexto. Si realmente le importara la educación podría empezar liberando Wifi de calidad y notebooks para docentes y alumnos. Claro que sabemos que la mayoría de los alumnos no está respondiendo a la virtualidad, pero en vez de obligarnos a ir, necesitamos que todos los docentes sin cargo, esos mismos que se movilizaron esta semana, sean incorporados al circuito formal para cumplir tareas pedagógicas. Por último, necesitamos readecuar las escuelas para garantizar el distanciamiento social. Así como estamos, las aulas espaciosas e insumos de higiene.

Dentro de un mes, el gobierno pretende levantar la cuarentena casi definitivamente utilizando como pretexto la nula circulación comunitaria del Coronavirus. Gerardo Morales nos está usando, una vez más, para mostrarse como el gestor eficiente de la pandemia. De esta forma, pretende crecer políticamente a costa de la salud de los docentes y las familias. Para eso, cuenta con la complicidad de la burocracia sindical docente que hace silencio. Es necesario que nos organicemos para rechazar de lleno esta apresurada vuelta a las escuelas.

La Corriente Nacional Docente Conti-Santoro propone:

  • No a la vuelta a las aulas hasta que estén las condiciones dadas.
  • Wifi gratis y de calidad
  • Incorporación inmediata de todos los docentes desocupados dentro del circuito formal para cumplir tareas pedagógicas.
  • Reapertura del Plan Conectar Igualdad. Los alumnos de todas las modalidades y niveles deben recibir una computadora.
  • Plan de infraestructura para garantizar el distanciamiento social.
  • Bono extra mensual y retroactivo para cubrir los gastos en insumos tecnológicos, internet de calidad y mayores costos de los servicios utilizados.
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