En estos días se dio a conocer una carta redactada por un amplio grupo de profesionales de la salud mental en la que relatan la escandalosa situación en la que se encuentra Ioma. En plena pandemia y con un ajuste brutal en marcha los trabajadores no pueden usar la obra social ni cobrar las prestaciones que brindan. Dos caras de una misma moneda, los afiliados perciben el descuento, pero no pueden usar los servicios. Los profesionales trabajan, pero no perciben su salario. A todas luces un doble robo que la obra social realiza desde hace años y que se tiene que terminar.
Más de cien trabajadores de la salud mental, entre los que se cuentan psicopedagogas, acompañantes terapéuticos y trabajadoras social, hicieron pública su crítica situación económica. Ioma les adeuda el salario de 2019, les paga por debajo de lo estipulado, y les exige una cantidad bochornosa de trabajo administrativo. Quienes prestan servicio a su vez deben rendir cuentas con el estado, pagando impuestos por lo que facturan, pero no cobran. Es decir, un amplio grupo de profesionales, dedicados a la salud mental que se la están jugando en plena pandemia para que Ioma les robe por un lado y el estado por el otro.
Esta situación se agrava si analizamos el problema desde el lugar de los pacientes. Los trabajadores que perciben descuentos altísimos por el servicio de Ioma todos los meses, hoy tienen que esperar hasta ocho meses para recibir atención. Solamente porque la obra social no responde a la demanda como corresponde. Cobra por no brindar servicio, explota trabajo de profesionales sin pagar. Escandaloso.
La situación concreta del covid-19 es usada por los voceros de la obra social como excusa. Sabemos que esta situación no es nueva, que la pandemia no hizo más que exponer más claramente el desastre estructural. Incluso, cabe pensar que Ioma, en una situación como la de la coyuntura actual debería doblar la apuesta, incrementando la inversión en servicios médicos. Pero no, con plena connivencia estatal se roban nuestro trabajo, nos estafan a plena luz del día y se victimizan para seguir en su juego.
El conjunto de los trabajadores debe tomar cartas en el asunto. Los profesionales de la salud, sin importar la rama en que se desempeñan, pero también el resto de los trabajadores afiliados a esta obra social. La lucha debe ser de conjunto porque el robo y la estafa es al conjunto de los trabajadores.
Por el pago inmediato de lo adeudado al personal de salud.
Por una obra social de y para los trabajadores, gestionada y organizada por los trabajadores.
Razón y Revolución Junín