Junín: Petrecca es Kicillof

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Tras resistirse, amparado en la política provincial bolsonarista, Petrecca anuncia la vuelta a fase 4: tarde y sin plan. Junín vio en las últimas semanas un estallido de casos positivos de Covid-19. El personal político del PRO aprende rápido del frente Fernández-Kicillof: hacer oído sordo, mirar para el costado y que la clase obrera se las arregle. Ya se habla de faltantes de camas y de personal de la salud infectado. Es urgente que quienes estamos expuestos tomemos la dirección del asunto.

La secretaria de Gobierno, Agustina de Miguel afirma que la fase 4 debe ser adaptada por pedido de los trabajadores. Lo que calla es lo que los laburantes sabemos por experiencia propia: en este sistema el que no trabaja no come. Y que frente a esta situación, el Estado debería garantizar la salud. Es más fácil culpar a quienes estamos expuestos. En definitiva, no hace más que sincerar una máxima capitalista: vivimos para trabajar, incluso a riesgo de morir. Y lo hace con el visto bueno de provincia y nación quienes no se hacen cargo económicamente de la situación. El IFE, supuesta garantía para el cumplimiento de la cuarentena, además de ridículo es incobrable: llega con atraso, no abarca la totalidad de los meses de pandemia, no alcanza para nada.

El papel de la burocracia sindical juninense no es distinto. Con el diario del lunes salen a denunciar. Mientras todo este tiempo no hicieron más que aprobar el ajuste de los Fernández y de Kicillof. El estado de la estructura sanitaria de Junín es producto de la política peronista de décadas que Azil, secretario general de ATSA Junín, apoyó. Ahora pide testeos rápidos, cuando la ciudad tiene un par de respiradores para más de cien mil habitantes. ¿Dónde estuvo todo este tiempo? A Saudan, secretario general de Municipales, también lo agarramos en offside. Hace meses denunciamos la catastrófica situación de los municipales, quienes tuvieron que volver a sus funciones en plena pandemia. Contra toda legalidad se empujó a estos trabajadores a exponerse a una enfermedad mortal sin siquiera derecho a las licencias por cuidados de niños. Saudan no hizo más que morisquetas y declaraciones. Esta es la representación que tiene los trabajadores en Junín: burócratas que hacen como si hicieran algo mientras nosotros sufrimos las consecuencias.

En síntesis, Junín es una muestra de lo que la política burguesa hace a nivel provincial y nacional: hambre, miseria y enfermedad. Todo justificado en amagues y gambetas discursivas: “la culpa es de la gente que no toma conciencia” y “hay que cuidarse”, por el lado K; “no se puede vivir en una cuarentena eterna” por el lado PRO. Juntos en el ajustazo y la política criminal culpando a los laburantes.

Los trabajadores no podemos seguir en manos de burócratas y políticos patronales. Necesitamos un plan de salud para todos todos nosotros. Que sea efectivo.

Por un sistema de salud integral y bajo el control obrero.

Por salarios que permitan la cuarentena.

Razón y Revolución Junín

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