Hospital Penna: ¡Ninguna sanción al personal!Que se hagan cargo Ginés, Fernández y Larreta

en Goyo Flores/Novedades

La semana pasada, el Hospital Penna registró dos nuevos casos de coronavirus entre el personal médico. De este modo, Argentina sigue contando con la mayor cantidad de infectados que son trabajadores de la salud. Pero, como advertimos, lejos de atender a los reclamos del personal, el Gobierno Nacional de Alberto Fernández –a través de Ginés González García, el ministro de Salud- como los Gobiernos provinciales y de todos los distritos, apuntan a culpar a los propios trabajadores. Esta vez, las autoridades del Penna dieron un paso más lejos: el lunes emitieron un comunicado que advertía que iba aplicar las “sanciones correspondientes” a los trabajadores que “incumplieran” con la normativa sanitaria. El repudio de buena parte del personal –en particular, de residentes y concurrentes- obligó a la Dirección a retroceder sobre sus pasos. Pero el problema se encuentra sobre la mesa.

¿Por qué se contagia el personal de salud?

La situación del Penna no escapa a la situación más general. Lo primero que hay que plantear al respecto es la oposición entre la política oficial y la realidad cotidiana en la que cada trabajador de salud lleva a cabo su actividad. El gobierno viene planteando que todo se reduce a contagio horizontal explicado por la “irresponsabilidad” de un par de enfermeros/médicos que se creen “omnipotentes”, según palabras de Ginés. Pero, ¿cuál es la realidad?

Según testimonios del personal del Penna, el personal que trabaja en los hospitales se encuentra todos los días con un material de baja calidad y suministrado a cuenta gotas y con lo justo. Respecto a la baja calidad, una trabajadora hizo hincapié en el tipo de material que el Gobierno nacional y de la Ciudad viene entregando a los hospitales:

“Bajó la calidad del material y a la vez aumentó la inseguridad del personal para poder trabajar. Los camisolines son ultradelgados y te dan ganas de llorar.Y eso genera una psicosis, pero no una psicosis histérica, sino una psicosis dada por la inseguridad del producto. Si tenés un equipo perfecto, entrás cancherísimo. Si tenés un equipo malo, vas a entrar dudando. Y esa duda hace que uno cometa errores”.

Pero además, ¿cómo trabajan los compañeros de salud en esta pandemia? Los compañeros del Penna hacen hincapié en el pluriempleo y en la falta de francos:

“El contagio se está dando entre pares por el pluriempleo. Nos suspendieron las licencias, estamos sin francos. Es gente que está de un lado a otro. Y trabajando sin francos también se vuelve más vulnerable a la hora de contraer infecciones (…) El personal además está con miedo, paralizado. A esta situación de alta tasa de ataque que tiene el virus, agregale que no tenés descansos, estás totalmente estresado, muchos de nosotros no podemos dormir hace un mes. Estamos sin dormir porque estamos preocupados porque tenemos que hacer una cosa acá, tal otra allá…”.

Como lo pintan de cuerpo entero los compañeros, el problema no reside en ninguna “irresponsabilidad” de los trabajadores. El problema se encuentra en trabajadores que tienen que atender exhaustos, sin descansos y con un material deficiente. En CABA, el gobierno dio de baja todas las licencias. Particularmente, los enfermeros -que vienen reclamando el pase a carrera profesional al gobierno de Larreta- son un sector muy castigado. Eso se observa en el aspecto salarial, que obliga a los enfermeros a cubrir jornadas extensas para poder sobrevivir.

El Estado, en cambio, en lugar de anticiparse a la pandemia para adquirir y abastecer de elementos de protección personal (EPP) de calidad, confiesa –en palabra de Ginés González- que “esperaban que el coronavirus llegara más tarde”. Del mismo modo, no se orienta ninguna industria para la producción de las necesidades sanitarias más urgentes. Se espera adquirir el material de forma tardía en un mercado cada vez más caro y saturado. De ese modo, el Gobierno viene bajando los estándares de calidad para cubrir una demanda que crece al compás del avanzado levantamiento de la cuarentena.Por eso, buena partedel personal se ve obligado a comprar los equipos de su propio bolsillo, sino a esperar donaciones. ¿Quién es al final el irresponsable?

¿Cómo se preparó al personal?

Las capacitaciones del personal de salud fueron monitoreadas desde el Estado recién cuando el coronavirus había desembarcado en el país. Hasta entonces, el esfuerzo de los trabajadorescubrió buena parte de la tarea. Sin embargo, en una pandemia, las capacitaciones deben ser para todo el personal: desde enfermeros y médicos, hasta camilleros y morgueros que se deben manejar con cuerpos infecto-contagiosos. Para eso, señalan los trabajadores del Penna, se requiere de un tiempo de aprendizaje del que no se dispuso.

Por otro lado, quienes sí fueron capacitados deben lidiar con las condiciones de infraestructura de los hospitales y con el faltante general de insumos de calidad. Si en las capacitaciones se apunta al EPP, a “cómo ponérselo y sacárselo” sin cometer errores, en el terreno concreto se encuentran con otro escenario:

“Lo que se ve es que en esa situación uno lo realiza de la mejor manera posible.La infraestructura no da, entonces se tiene que adaptarestas situaciones de EPP a la infraestructura: dónde me lo quito, qué hago y qué no, qué reutilizo y qué no –porque el qué reutilizar es el problema que está en todos lados-.”

SUTECBA, un clásico

En cuanto la dirección del Hospital Penna atacó a los trabajadores, la respuesta fue un contundente repudio. Residentes y concurrentes del hospital emitieron un comunicado advirtiendo contra la política nefasta de la Dirección. Vale siempre recordar que en el caso de los concurrentes, estamos hablando de compañeros sin ART ni salario.

Sin embargo, el gran ausente del caso fue SUTECBA. Como nos tiene acostumbrados, SUTECBA no mueve un dedo por la situación de los trabajadores, en particular, de los enfermeros. No emitió ningún comunicado ni realizó señalamiento alguno a la Dirección del hospital. A SUTECBA no le importa que se esté poniendo el foco en los trabajadores de la salud, esencialmente, en los enfermeros a los que –se supone- representa.

En su lugar, varios trabajadores salieron el martes pasado al aplausazo impulsado por ATE Capital y FESPROSA.

Una lucha contra la desidia

Lo que observamos en el Penna es el resultado de años de destrucción de la salud pública. Todos los gobiernos nos legaron un sistema sanitario degradado y fragmentado. Para reponerlo necesitamos la unificación del conjunto del sistema bajo control de los trabajadores para atender a las necesidades sociales en el marco de la pandemia.

Pero en lo inmediato, impulsamos el reclamo de más insumos y de calidad y más capacitaciones. El gobierno no puede seguir culpando a los trabajadores de lo que debió haber sido su propia responsabilidad: prepararse para una pandemia con el material necesario. Del mismo modo, exigimos recomposición salarial llevando el mínimo a dos canastas básicas. Un trabajador de la salud no puede trabajar jornadas agotadoras para sostenerse: de su capacidad de atención depende la salud de los pacientes. El pluriempleo es un problema central que debe ser resuelto cuanto antes en el contexto de esta pandemia. El personal faltante debe ser cubierto con más personal. El gobierno debe también tomar y capacitar a estudiantes avanzados. Del mismo modo, debe terminarse con la precarización y exigir el pase a planta permanente para todo el personal. Asimismo, Larreta debe cumplir con las reivindicaciones de enfermería, y de residentes y concurrentes de CABA.

Por último, los trabajadores de la salud necesitan un plan de lucha. El aplausazo, aunque fue una medida útil de visibilización, también fue muy limitada. En primer lugar, por restringirse a CABA, cuando en el resto del país la situación es similar, sino peor. Segundo, porque se necesita una acción más contundente para imponer estos reclamos a un gobierno que amenaza con sancionarlos. Llamamos a movilizar el jueves 7 a la Legislatura contra la ley de Emergencia en CABA y a impulsar una gran marcha nacional por los reclamos de salud para el 12/5. No hay otra manera de plantear estos reclamos que en el centro del poder político nacional.

Corriente Clasista Goyo Flores

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