El arte, los medios de comunicación y la guerra
Los medios de comunicación, como varios artistas, tuvieron un papel de apoyo a la dictadura en su aventura bélica por la recuperación de las islas Malvinas. A las noticias con hechos inventados (como el hundimiento del portaaviones Invencible), se sumaron campañas de recolecciones para el Fondo Patriótico. Radios (como Rivadavia), diarios (La Nación, Clarín y La Razón), revistas (Gente, Somos, La Semana) y programas de TV (ATC) fueron artífices de una maniobra de encubrimiento.
La única excepción fue el Buenos Aires Herald, que fue boicoteado por sus propios distribuidores. La censura y la prohibición de enviar corresponsales –salvo para Télam y ATC– fue denunciada años después. Paralelamente, las imágenes del conflicto desaparecían o circulaban a través de un mercado negro. Pérez Andrade, periodista de Télam enviado como corresponsal denunció años después que el gobierno filtraba los cables y las imágenes a través del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, que centralizaba toda la información mediática.
Mientras la dictadura militar instalaba la marcha “¡Argentinos a vencer!”, a través de la propaganda, el grueso del mundo artístico argentino colaboró con actividades musicales y shows abocados a acompañar la guerra. Varios de ellos aportaban al Fondo Patriótico Malvinas Argentinas, que el gobierno había creado y que llegó a juntar más de 54 millones de dólares. Varios artistas incluso grabaron casettes con saludos para los combatientes: Raúl Porchetto, Antonio Tarragó Ros, Rubén Rada, Celeste Carballo, entre otros. El primer show a beneficio del Fondo Patriótico tuvo como protagonistas a María Martha Serra Lima y el Grupo Vocal 5.
En el Luna Park tuvo lugar el “Encuentro Artístico Nacional por la Paz y la Soberanía Islas Malvinas”, que reunió a doscientas figuras: Héctor Larrea, María Rosa Gallo, Horacio Guarani, Luis Brandoni, Piero, Palito Ortega, José Larralde, Litto Nebbia, Hugo del Carril, Libertad Lamarque, Osvaldo Pugliese, Víctor Heredia, Eduardo Falú, Antonio Tarragó Ros, Rubén Rada, Estela Raval y Luis Landriscina, entre otros. El mundo del rock se vio involucrado a través del Festival de la Solidaridad Latinoamericana que congregó en Obras Sanitarias con cantantes como León Gieco, Raúl Porchetto, Charly García, el “flaco” Spinetta y David Lebón.
El propio Charly García luego compondría “No bombardeen Buenos Aires”, en la fase final de la guerra, como autocrítica por dicha participación. Otros festivales fueron realizados desde el mundo del rock, el folklore, el tango, la música clásica. Los escenarios incluían el Teatro Coliseo o incluso el Teatro Colón en Buenos Aires, así como teatros municipales y provinciales. El himno, por supuesto, sonaba en varios de los conciertos. En algunos casos, financiados por la burguesía.
Otros artistas folklóricos también expresaron su adhesión. Incluido Atahualpa Yupanqui, que le dedicó desde Madrid su tema de 1971, “La hermanita perdida”. Otros músicos dedicaron y ejecutaron canciones sobre Malvinas, como Jorge Cafrune (que recita “Las Malvinas”, de José Pedroni) u Osvaldo Pugliese (que canta “Son y serán argentinas”, de Sebastián Piana), Argentino Luna (“Décimas para un valiente en honor al capitán Giachino”) o Astor Piazzolla (que dedicó “Los Lagartos” al grupo de Astiz). En fin, como vemos, a la hora de apoyar a la dictadura y su aventura, todo el mundo dijo presente. Y, como sabemos, hasta ahora nadie les recriminó nada…
Pobres soldados eso sí .eran pueblo..
Siempre al tema de malvinas intuitivamente lo rechazo…ahora me voy dando cuenta…la burguesía .
Pero debemos reconocer q al final las burguesias están en el mundo.de una u otra forma como desde el siglo 11..bue como desde los orígenes del ser humano..se encontraron dos y uno ya era burgués q lio
No siempre y no todos tienen tan claro su lugar de clase, con quien colaboran y se dejan llevar por sentimientos tapados. En ese momento yo tenia doce años, la confusión era terrible. Vivía en Resistencia y la amargura era terrible, batallones enteros de jóvenes sin preparación yendo a encontrarse con la muerte y la desolación. Eran mis vecinos, hijos de amigos, conocidos. No era fácil darle la espalda a mi entender, aunque se siguiera el juego a una dictadura fratricida.
Siempre recuerdo con gran dolor, aun a mi corta edad, el festejo de mi padre, que lejos estaba de ser un milico o pro milico. Ahí comencé a entender, que mi visión de las cosas me iba a hacer chocar con casi todos. Buena nota, pero ¿por qué recriminarles a los artistas o a quienes se conmovieron ? Por su falta de entender, muchos fueron exiliados o proscritos. Eso muestra que el mundo no es blanco o negro.
Coincido en que «Las Malvinas» de Pedroni no es precisamente una obra internacionalista proletaria, pero Cafrune no apoyó la aventura del 2 de abril del 82 ,dado que ya llevaba cuatro años muerto.