Tras conocerse los primeros casos correntinos de personas infectadas con Coronavirus, el intendente peronista de Esquina, Hugo Benítez dio una conferencia de prensa el día de ayer. Junto a Leandro Ramírez, director del Hospital San Roque, y Rubén Davicino, Secretario de Salud, anunció el cierre de las fronteras de la ciudad, poniendo a los bomberos, prefectura y gendarmería a controlar el aislamiento completo.
Desde el vamos, el Intendente dio muestras de estar superado por la situación y reconoció que está improvisando. Explícitamente señaló que está haciendo “lo posible para no equivocarse”, y hasta tuvo que admitir que ya cayó en errores que pusieron en riesgo a la población. En efecto, hace unos días atrás llamó a los mayores de 18 años a hacer fila para cobrar el beneficio de $5.000 que otorga Nación. Es decir, Benítez mismo llamó a romper la cuarentena y a exponer al conjunto de la población.
Lo más grave, sin embargo, fueron las declaraciones del Secretario de Salud. Trazando el escenario que esperan para la ciudad, dijo textualmente:
“Tenemos estadísticas que hablan de altos enfermos [sic]. Se estima que la población de Esquina es más o menos 40.000 habitantes. Se estima que más de 25.000 habitantes van a caer enfermos, de los cuales 5.000 van a necesitar ser internados. 1.200 van a necesitar respirador. En Esquina no contamos con eso. Quiere decir que se van a morir, si no los podemos salvar con oxigenoterapia, que es lo único que tenemos. Tenemos 4 respiradores en total en Esquina, que no alcanza para ese número. Por eso les pedimos colaboración y que se queden en su domicilio. Estamos también programando un lugar donde poner esos cuerpos. Lamentablemente el cementerio no va a dar abasto si es real la cifra que estamos dando. Por eso le pedimos colaboración. Estamos buscando lugar porque esos cuerpos no pueden ser velados ni estar en contacto con cualquier ser vivo. Por la alta contagiosidad de esta enfermedad.”[1]
La declaración no requiere mayores explicaciones. Estamos ante un acto de honestidad brutal de los incompetentes que tienen nuestras vidas en sus manos. Reconocen lo que venimos denunciando hace rato y que quedó claro cuando la caída del puente que une la ciudad con Goya, dejó virtualmente la ciudad incomunicada: el sistema sanitario de Esquina está en ruinas. Lo único que tienen para ofrecernos es el aislamiento. Y ni siquiera eso pueden garantizar, porque todos sabemos que lo que abunda en nuestra ciudad es el empleo informal y la desocupación abierta. Los miles de habitantes que viven de changas, o trabajan o se mueren. Cuando salen, son detenidos. Si se quisiera garantizar su subsistencia debieran recibir de forma inmediata un subsidio.
Si no queremos terminar en la catástrofe a la que nos llevan Benítez y su equipo de gobierno, lo primero que tenemos que exigir es que den un paso al costado. Que se vayan. Ya demostraron y reconocieron ellos mismos que no pueden ofrecer soluciones. En lugar de ponerse a la cabeza del municipio para enfrentar la crisis, exigiendo a provincia y a nación que pongan los recursos económicos, tecnológicos y sanitarios necesarios, declaran su impotencia. Si el municipio no cuenta con los fondos suficientes para responder a la emergencia sanitaria del conjunto de la población, deben hacerse cargo provincia y nación. Esto no es un problema local, es un problema nacional. Hay tareas inmediatas que deben encararse. Por un lado, test masivos para toda la población. Eso requiere que todos los laboratorios, públicos y privados, se pongan a producirlos. No puede quedar todo en manos de un único hospital en Buenos Aires. Por otro lado, hay que hacer fumigaciones masivas y periódicas. Benítez ha hecho una sola, hace más de 10 días, y solo limitada a las escuelas. Ya mismo debe comenzar la construcción de hospitales de campaña, con equipamiento en cantidad suficiente para encarar la magnitud de lo que se viene, fundamentalmente respiradores y camas para garantizar el aislamiento. La única solución racional a la pandemia, es la centralización de todo el sistema de salud controlada por los trabajadores, poniendo a disposición de las necesidades humanas toda la industria farmacéutica, la producción de equipamiento sanitario, el sistema de clínicas privadas y toda la red hotelera. La vida de todos nosotros está en juego, y no podemos dejarla en manos de quienes ya se han declarado incompetentes.
Razón y Revolución Corrientes
[1]https://bit.ly/39c8VGj (Las declaraciones del Secretario pueden escucharse a partir del minuto 11.25).