¡Epa! La Argentina que no enseña. Acerca del programa “Enseña por Argentina” y su propuesta en “escuelas vulnerables”

en El Aromo nº 56

proceso-de-formacion-docenteRomina De Luca
Grupo de investigación de educación argentina-CEICS

El inicio del ciclo lectivo 2011 traerá consigo la puesta en marcha de un nuevo programa piloto en el sistema educativo: “Enseña por Argentina” (EPA). La iniciativa local, llevada adelante por una ONG con el mismo nombre del programa, replica una experiencia originada en los EE.UU. hacia 1990 que, posteriormente, se extendió por el resto del mundo -Teach for America y Teach for all-. Aquí, el programa fue lanzado en abril pasado por la Embajada del país del norte. (1) Orientado hacia la “mejora de la calidad educativa” se funda, curiosamente, en la introducción de graduados universitarios sin ninguna formación docente en escuelas vulnerables o de riesgo. Dos jurisdicciones han sido seleccionadas para la prueba piloto: la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires, es decir, aquellas que concentran más del 40% de la matrícula educativa de todo el país. Actualmente, el programa se encuentra seleccionando a los futuros ¿educadores?, a saber: jóvenes con liderazgo, motivación y excelentes resultados académicos. Se considera que esas características individuales de los universitarios pesan más que cualquier tipo de formación docente específica. Esos atributos personales serían la clave para revertir los penosos resultados educativos que nuestros jóvenes obtienen en las distintas pruebas de rendimiento académico tanto internacionales -PISA- como nacionales -ONE-.(2) Veamos, en primer término, en qué consiste la iniciativa para luego develar su trasfondo más oculto.

De líderes emprendedores y utopías robinsonianas

“Enseña por Argentina”(3) busca renovar el sistema educativo. La necesidad de dicha modernización partiría de un diagnóstico previo: los malos resultados de las pruebas de medición de la calidad educativa pondrían sobre el tapete la existencia de algún tipo de falla en el sistema vigente. Recordemos que el mismo Sileoni, con motivo del lanzamiento del Operativo Nacional de Evaluación 2010, ha asumido los magros rendimientos de los estudiantes. Sin embargo, distinguiría, tal como hizo Cristina en su momento, entre el resultado virtual y el real. A decir del Ministro: “la calidad está mejorando a pesar de que aún no se note en los resultados”. Por su parte, la ONG que encara el nuevo proyecto propone revertir dichos déficits a partir de la introducción de medidas concretas.

De hecho, una de las puntas de lanza del proyecto de “reforma educativa” encarado se concentra sobre quienes en la cotidianeidad escolar serían los responsables últimos del proceso de enseñanza-aprendizaje y, por ende, de los buenos o malos resultados: los docentes. Por ello, el programa consiste en la inserción de graduados universitarios jóvenes, como docentes en distintas escuelas, preparados con un curso de capacitación ad hoc. Y no se trata de cualquier tipo de colegios: deben encontrarse en “zonas vulnerables”, pueden ser tanto públicos como privados con subvención estatal, disponer de vacantes docentes en el nivel medio y contar con una dirección comprometida con el espíritu del proyecto. La apuesta de “Enseña por Argentina” es que los novatos, a diferencia de nuestros viejos docentes, podrán “liderar la sala de clases”. En esencia, se trata de aplicar la teoría del management al sistema educativo. En este punto, consideran que estos paladines imprimirán en sus alumnos algunos de sus rasgos personales. Puntualmente, uno de cabal importancia sería la transmisión del deseo de aprender en tanto el conocimiento permitiría acceder a mejores oportunidades. Hay que destacar que la filosofía del programa tiene el principio que el deseo se impone por encima de cualquier límite material. Así las cosas, pareciera ser que el universo se rige a través de la Ley de la Atracción y quienes lo transmiten son los docentes EPA. Porque sólo la correcta motivación conllevaría a que los alumnos aspiraran “a mejores oportunidades, independientemente del lugar donde hayan nacido, la familia y el contexto socioeconómico”. En suma, todo es una cuestión de actitud.

La propuesta, a priori, no se apoya sobre trabajo voluntario. Más bien se propone que sean los establecimientos educativos los que se hagan cargo de costear el sueldo del “docente”. Lo que sí elude el sistema es la obtención del puesto a través de concurso o acto público. La ONG se encargará de seleccionar al personal, de acuerdo a su ideario, y de asignarle una escuela de turno completo. También, claro está, de capacitarlo. El adiestramiento se desarrollará durante el mes de febrero próximo en un Instituto de Verano. Bien le vale lo de intensivo, si consideramos que durante 160 horas se preparará a jóvenes recién graduados de entre 22 y 26 años preferentemente -tal como reza el programa- para ejercer no en cualquier tipo de escuelas sino en aquellas que, por sus mismas características, los viejos docentes eluden. Dentro del rótulo de vulnerables o en situación de riesgo podemos suponer que se encuentran escuelas en villas o atravesadas por la violencia escolar, o con servicio de comedor como principal atracción de una población estudiantil que a menudo allí realiza su única comida al día, etc. Cómo lograrán estos jóvenes ignotos lo que un docente con años de experiencia no consigue, poco nos dice el programa.

Partners are Partners

Actualmente, “Enseña por Argentina” se encuentra seleccionando a su futuro personal docente que iniciará sus tareas en marzo próximo. Todavía no se han difundido convenios entre el Ministerio de Educación de la Nación o bien de los ministerios jurisdiccionales donde la experiencia se pondrá en marcha -Capital y provincia de Buenos Aires- con la ONG en cuestión que permitan ver detalles de cómo se llevará adelante la prueba, qué diseños curriculares o actividades impulsarán para generar un cambio de actitud, el encuadre sindical de los docentes entre otros. Lo que sí le aseguran a sus futuros profesionales es que el programa les “permitirá desarrollar habilidades profesionales y personales valoradas por las empresas nacionales e internacionales más reconocidas”. Tal vez por ello, no llama la atención que podamos dar cuenta de quienes, hasta el momento, avalan el proyecto. Entre otros, suscriben la iniciativa Fundación Loma Negra, Equity Trust, Intel, El octavo ideas, Pegasus, BID, AMCHAN Argentina, Banco Galicia, Main Proccess, Ratagan-Macchiavello y Help Argentina. Y, en tanto socios, apoyan económica y estratégicamente dicho programa. En la cuenta también se registran a numerosas universidades nacionales tanto privadas como públicas -desde la Universidad de Belgrano y la UCES a la UBA pasando por la UNLu. La red se extiende si contamos las empresas “socias” en los doce países en los que se aplica un proyecto similar. Sólo por mencionar los contribuyentes yanquis tenemos a Dell, Fisher, Fundación Bill y Melinda Gates, Fedex, Visa, Symantec, GAP y JP Morgan entre otros.(4) Podemos sospechar que las empresas utilizarán el programa para la selección y generación de un cierto perfil en su fuerza de trabajo. Buena parte de los referentes del programa local ya cumplen servicios específicos para ellas. Entre sus huestes encontramos a quienes realizaron tareas para International Brand Manager Henkel Cosmetics (Mariela Zoppi), desarrollo de Management en sector lácteo de Adecoagro (Rosario Mateo Carrió), Intermon Oxfam de España (Pía Zorraquín), tareas de manager para Shawmut Design and Construction (Hernán Patrich Cohen) por mencionar sólo a algunos.

En otro nivel, y tal vez también explique el apoyo del capital, la experiencia parece realizar un viejo anhelo: abaratar y reducir la formación docente. En el suplemento pasado ofrecimos al lector un documento de 1974 que sugería como forma de reducir los costos educativos eliminar la formación docente en tanto ésta podía brindarse una vez en servicio. A su vez, se sugería también reducir el ítem antigüedad. Como podemos ver, el proyecto que se busca poner en marcha reemplaza de hecho la formación docente por un cursillo estival. Asimismo, en tanto personal sin experiencia, implica para las arcas estatales antigüedad cero. Todo esto sin mencionar que en tanto la ONG se hace cargo de cubrir vacancias en el nivel medio en “escuelas de riesgo” contribuye a garantizar una de las metas de la política educativa oficial: la inclusión educativa con un discurso Pro-calidad.

Los límites de un mundo descompuesto

El proyecto se basa sobre una ideología hiper individualista que supone la existencia de una sociedad atomizada carente de determinaciones. Todo sería una cuestión de actitud, de desear el progreso para obtenerlo. Ese espíritu permitiría trascender cualquier frontera de clase. Por ello, “Enseña por Argentina” se inserta allí en contextos de vulnerabilidad socio-económica para demostrar que esos mismos niños con una actitud correcta le ganarán de mano a su destino. Para generar ese talante, la educación sería un factor crucial. Linda utopía, lástima que elude lo elemental. En un plano más general, desconoce que el individuo existe como ser social inserto dentro de determinadas relaciones sociales específicas y en momentos históricos específicos. Ninguna iniciativa puede hacer abstracción de este punto. En otro más específico, buena parte del rendimiento de un niño en el sistema educativo se encuentra determinado por lo que en su vida ocurra en sus primeros años de existencia. En ese sentido, su contexto emocional así como los llamados estímulos ambientales que reciba jugarán un rol clave. En este punto, se pueden enumerar decenas de estudios que han explorado la relación entre cocientes de desarrollo y rendimiento académico bajo, como efectos de la pobreza transitoria, en los primeros años, o como factor persistente. En términos sencillos, Einstein no sería tal de haber nacido en el seno de una familia obrera en Mozambique. La ideología del liderazgo que busca inculcar el programa en alumnos del nivel medio abstraídos de su trayectoria social está condenada al fracaso.

Por otra parte, las pruebas de la calidad educativa ponen sobre la palestra un fenómeno real: la educación se degrada cada vez más respondiendo a la descalificación de la fuerza de trabajo y a la emergencia de una creciente población sobrante. Es decir, no es un problema de la escuela, sino de la sociedad y del momento específico en el cual ella cumple su función. Una sociedad que se degrada produce una educación degradada. “Enseña por Argentina”, a pesar de que sostenga lo contrario, aporta en esa dirección un punto específico: la formación docente. Advierta el docente lo que puede ocurrir con él de generalizarse el programa.

NOTAS:
(1) Evento de la Embajada 20/4/2010, en http://spanish.argentina.usembassy.gov/evento_epa.html.
(2) Programme International for Student Education y Operativo Nacional de Evaluación respectivamente. 
(3) La información del programa puede consultarse en www.enseñaporargentina.org. 
(4) Puede consultarse el listado en www.teachforamerica.org/about/our_donors.htm#national_corporate_partners

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2 Comentarios

  1. El proyecto da formación continua a los profesionales durante los dos años, de modo que no es tan solo un curso de verano y por otro lado busca q estos jovenes profesionales desde los lugares q ocupen en un futuro sigan haciendo una contribución en pos de una mejora educativa. Como lector y futuro participante del programa te sugiero que te acerques al mismo para interiorizarte mejor!

  2. Entiendo tu punto. Los determinantes sociales son fundamentales. Pero también considero que, sí dejamos todo como está, bajo la mirada de que existe un «destino» para las y los jóvenes de menores recursos económicos que es ineludible, ya damos todo por perdido y no hacemos nada para poder mejorar el acceso de éstos/as jóvenes a mejores condiciones y posibilidades. Esto mantiene el «statuo quo».
    No digo que sea una tarea sencilla, pero considero que la educación debería tener el motor de ayudar a las y los actores a mejorar sus condiciones de vida, a poder soñar con otro futuro y no a resignarse a que su vida deba ser siempre igual. Esa me parece una visión bastante pesimista de la vida y del futuro, en donde todo estaría determinado por los condicionantes sociales y donde, entonces, no habría posibilidad de cambio. No creo que esa sea exactamente la concepción de la autora, pero es lo que se desprende de su artículo.

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