Abonado al dólar: China y su aparente recuperación económica

en El Aromo nº 56

omebrunoBruno S. Magro
OME-CEICS

China se ha convertido en la segunda economía del mundo(1). Tras haber sufrido los coletazos de la crisis mundial, finalizó el 2009 con tasas de crecimiento del PBI y de las exportaciones similares a los niveles previos a septiembre de 2008, cuando la crisis mundial puso al desnudo las contradicciones inherentes a su relación con EE.UU.. En los papeles, la economía china pareciera haber resuelto la crisis y se perfila como el motor capaz de restaurar el ritmo de acumulación de capital a nivel mundial. Sin embargo, y como veremos a continuación, la recuperación de la economía china mantuvo intactas las raíces que la atan a las condiciones de acumulación previas a la crisis: el financiamiento del déficit fiscal y de las importaciones de EE.UU. mediante la compra de bonos del Tesoro.

Días de gloria

Atrás parecen haber quedado los cimbronazos de la crisis, cuando las exportaciones chinas cayeron ininterrumpidamente entre diciembre de 2008 y noviembre de 2009 (2). Atrás, también, parecieran haber quedado los intentos del gobierno chino por suavizar la caída mediante la implementación de un plan de “corte keynesiano” por 586 mil millones de dólares. Ya desde finales de 2009, el crecimiento de la economía china volvería a los niveles previos de la crisis. En los primeros tres meses de 2010, el PBI creció un 11,9%, y en el segundo trimestre lo hizo en 10,3%, ambos en relación con igual período de 2009. Las exportaciones mostraron un crecimiento de 35% entre enero y junio de 2010 en relación a igual período de 2009(3). En cuanto a las exportaciones chinas a EE.UU., las mismas crecieron en un 20% durante los primeros seis mese de 2010, tras haber caído en 11,90% durante el 2009.

Volver al pasado II

En apariencia, la economía china parece haber dejado atrás la crisis. Sin embargo, al observar el sustrato de dicha recuperación, vemos que la misma se dio sobre la base de creación de un capital que sólo queda en promesas de realización de ganancias futuras. Tal como explicamos en ediciones anteriores, la relación comercial de China con EE.UU. se encuentra mediada por la creación de “capital ficticio”. En épocas de expansión, a fin de poder colocar sus exportaciones, China debe financiar el creciente déficit comercial de EE.UU. mediante la compra de bonos del tesoro. En épocas de recesión, debe financiar el déficit fiscal y comercial a fin de evitar que el valor del dólar y de los bonos caiga y con el ello el poder de compra de sus reservas. En plena crisis mundial, el gobierno chino siguió financiando las importaciones y los planes de rescate norteamericano, mediante la compra de bonos del Tesoro, para poder resguardar el valor de sus reservas (4).
A lo largo de casi 9 años, China ha acumulado una importante cantidad de bonos del Tesoro norteamericano, convirtiéndose en el principal acreedor. En diciembre de 2001, su stock de bonos del Tesoro apenas ascendía a 78,60 mil millones de dólares. Sin embargo, llegados a junio de 2007, su stock era de 477 mil millones de dólares. Desde entonces y hasta junio de 2010 el stock de bonos creció en un 76,77%, alcanzando los 843,70 mil millones de dólares, tras haber llegado a 938 mil millones en agosto de 2009(5). La acumulación de bonos en sus arcas pone en evidencia su dependencia de la turbulenta economía norteamericana. China debe financiar el déficit comercial y fiscal norteamericano a fin de preservar el valor de sus reservas. En junio de 2010, el valor de las reservas internacionales chinas alcanzó los 2.450 mil millones de dólares(6). Aproximadamente un cuarto de las mismas se encuentran en bonos del Tesoro y el 50% en dólares(7). Es decir, que tres cuartas partes se encuentran en activos denominados en dólares.
En conclusión, a pesar de reestablecer los niveles de crecimiento previo a la crisis, la economía china se encuentra lejos de haber resuelto la crisis. Detrás de esta aparente recuperación, se asoman las contradicciones inherentes a sus principales lazos comerciales. La expansión de la economía china desde comienzos de 2010, se sostuvo sobre las bases de la acumulación de un capital incapaz de hacer efectivas aquellas promesas de ganancias escritas en papeles. La dependencia de la China del mercado norteamericano la “obliga” a financiar el gasto y el consumo norteamericano, utilizando el superávit comercial mediante la acumulación de bonos del Tesoro.
La recuperación de la economía china es la muestra más clara de que la crisis capitalista no ha sido resuelta. Tarde o temprano, la incapacidad de hacer efectivas todas aquellas promesas de pago futura acumuladas mediante sus exportaciones hacia “occidente”, y más precisamente, hacia EE.UU., terminarán por detonar y hacer estallar la crisis capitalista con “rostro chino”.

NOTAS:

(1) CNNMoney: “China marches towards world´s nº 2 economy”, 16/08/2010, enhttp://money.cnn.com/2010/08/16/news/international/japan_china/index.htm
(2) Magro, Bruno: “Nada nuevo bajo el sol. El supuesto giro mercadointernista de China”, en El Aromo nº 51, noviembre-diciembre 2009.
(3)China Daily: “China seeks trade balance, not surplus”, 17/07/2010, en http://www.china.org.cn/business/2010-07/17/content_20516251.htm
(4) Magro, Bruno: “China y sus dólares. Los intentos infructuosos del gigante asiático para evitar la devaluación y perder sus reservas”, El Aromo, nº 49, julio-agosto 2009.
(5) Datos publicados por el Departamento del Tesoro de EE.UU., en http://www.treas.gov/tic/mfh.txt
(6) Idem 4.
(7)Idem 4.

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