El invento Milei

En este último tiempo asistimos a la aparición de una figura política que puede llegar a ser una mala jugada de un sector de la comunicación burguesa de derecha. Milei es un invento de La Nación+, medio que hoy puede terminar cocinándose en su propia salsa.

Actualmente, hay establecido un consenso liberal muy claro, a nadie se le ocurre que hay una posibilidad a la izquierda del kirchnerismo. Cualquiera que sea el escenario argentino hoy, el giro se presenta más hacia la derecha. Algo similar a esto ya vivimos…

En su momento, para instalar ese consenso liberal, Milei le fue muy funcional a ese sistema de medios porque decía las barbaridades que nadie más se animaba a expresar. A eso se le sumó cierto histrionismo que parecía pegar en algunos sectores de la población. Pero, el problema que se presenta ahora es: cómo recoger el hilo del barrilete una vez que se lo dejó volar. Porque, claramente, no se va a bajar. Y, si no se baja y saca un porcentaje importante de votos… ¿qué pasa? Ese es el problema que muchos están observando.

Buena parte de la crisis del sistema político va pasando por el absentismo electoral y por el voto nulo. Éste último todavía no se manifiesta de manera masiva, pero en el caso del primero sí. Cuando se desgasta un proceso, una figura y un espacio, después ya no es tan sencillo guiar el voto nuevamente. El daño que le está haciendo a Juntos por el Cambio la figura de Milei va mucho más allá de que les pueda sacar votantes.

El problema es que los coloca en el mismo lugar que a los otros, que los trata de la misma manera y los escenifica como “la casta”. Hay un proceso de destrucción política que, al parecer, es un efecto secundario no deseado del deseo de instalar una agenda al estilo Alsogaray en los años ‘80.

La gran responsabilidad del ascenso de esta figura es de Juntos por el Cambio, de Macri, él lo legitimó, por ejemplo, cuando va y se sienta con Trump o cuando lo invita a participar de ciertos espacios a Milei. Asimismo, la propia existencia del kirchnerismo genera esto porque hay un discurso que están por fuera de la realidad. Los integrantes de esta agrupación política son un enorme efecto de “fachada” debajo de la cual no hay nada.

Y el problema es que hay mucha gente que come ese “efecto” y hay quienes viven de eso porque lo producen. Los que forman parte de la agencia de colocación en La Cámpora, son un ejemplo de ello. Pero, hay una masa de la población que no vive de este imaginario y es eso lo que los empuja hacia personalidades como Milei o coaliciones como Juntos.

La pregunta que tenemos que hacernos es: ¿qué es lo que se viene? La novedad de estos últimos días fue la aparición de Gerardo Morales que obligó a los integrantes de Juntos por el Cambio a decirle “no” a Milei. Le puso un límite a Macri. Este hecho que no estaba en agenda hace que tengamos que pensar qué significa.

Por otro lado, hay que ver qué está pasando con Espert porque es posible que haya una ruptura más grande de la que ya tiene con Javier. En el campo liberal hay un enorme debate. Dentro de este desorden del sistema político no se construye nada, en parte, porque la izquierda tampoco propone nada. Por eso, hoy mismo está más vigente que nunca un proyecto real que saque a este país del pantano. Una Argentina que pueda alcanzar una productividad coreana y un nivel de vida sueco para su población. O lo que es igual, la construcción de una Argentina socialista aquí y ahora.