Cuando la política es criminal no se puede andar maquillando. ¿Qué le criticamos a la multicolor?

en Conti-Santoro/Novedades

El viernes 18 de julio se regresó al esquema de “presencialidad cuidada” luego del paro de 48s votada por la Multicolor. La presencialidad nos dejó, hasta el momento, un saldo de 19 docentes muertos en la provincia de Buenos Aires (90 en todo el país) y un aumento de la cantidad de contagios del 245 %, entre la población total, y 241% entre la población escolar desde marzo. En realidad, los DNU presidenciales acatados por la provincia nunca suspendieron la presencialidad plenamente: se mantuvieron guardias pedagógicas y la entrega de viandas. El regreso actual afecta, puntualmente, a 40 distritos del conurbano que pasaron de fase 2 a fase 3, por tener, según el manejo de datos, una incidencia menor a 500 casos cada 100.000 habitantes en los últimos 15 días. Este retorno fue impuesto por Kicillof para el día 16 y el paro multicolor de 48 horas para miércoles y jueves solo dilató la vuelta. Así, Kicillof pasó de tildar de criminal a Larreta a plegarse a la presencialidad sin más. No hay dudas, se trata de una medida electoral: habiendo caído en las encuestas frente a sus contrincantes de Cambiemos, Axel no tuvo reparo en pegar el volantazo. Hoy la aceptación de esta imposición no puede ser vista más que como un accionar criminal pero también lo fue la creencia de un inicio “cuidado” allá por marzo.

¿Cómo llegamos hasta acá? Como ya es costumbre, la burocracia de CTERA en todo el país y la conducción Celeste-Violeta del SUTEBA en la provincia de Buenos Aires avalaron la política oficial desde el inicio. Este sector es absolutamente cómplice de poner la vida docente al servicio de los intereses electorales del Frente de Todos. Mientras la Celeste denunció y sostuvo un paro por varios días contra Larreta del otro lado de la General Paz, se calló la boca con Kicillof, que hace gala hoy de tener a la segunda provincia con más muertos docentes. De Baradel no esperamos nada. Sin embargo, también es necesario hablar de la Multicolor, que prioriza poner su energía en las próximas elecciones legislativas antes que ponerse a la cabeza de la defensa de la educación de la clase que pretende acaudillar. Vayamos a está incómoda pero impostergable tarea.

Antes y después

Que el 2021 sería un año de presencialidad era previsible. El gobierno se reunió con la CTERA en octubre, impulsó un protocolo, a decir suyo, “cumplible” y avanzó. No importó que el virus siguiera circulando y que la población no se encontrara vacunada. A las aulas, nos enviaban. Lo cierto es que sopesar el enorme movimiento de personas que implica el sistema educativo, saber que se concentraría luego a esa población por horas y horas en espacios cerrados a respirar el mismo aire “con ventanas abiertas” permitía anticipar las consecuencias: contagios y más contagios, muertes por doquier. El gobierno utilizó el cansancio de familias abandonadas en el 2020 a su suerte y les prometió “presencialidad cuidada”. La Multicolor que todo el 2020 combatió la “virtualización forzosa”, advirtió sobre el fantasma de la privatización, también salió a defender las bondades de la presencialidad en abstracto y, en el 2021, también cedió ante el clima ambiente. En vez de adelantarse a un problema evidente, que nosotros anticipamos ya en febrero, se pasó medio semestre balbuceando “que las escuelas se abrían con recursos y no con discursos” y durante marzo realizó una jornada de protesta simbólica de 48hs bajo el lema presencialidad “en condiciones”. Dijo que mostrar que las escuelas no tenían infraestructura adecuada colocaba la pelota en el terreno del gobierno y supuso poder sumar al pliego salarial y de siempre un ítem pandemia. Tuvo que verificar en la realidad algo previsible: que la presencialidad, en pandemia, sin vacunación masiva, provocaría esta segunda ola. Así, bien entrado abril, esa posición defensora el “pliego lavandina” viró hacia la suspensión de las clases, pero solo en los distritos con “alto riesgo epidemiológico”, atando la suspensión de la presencialidad a la cantidad o número de camas y la curva de contagios. También pasó de utilizar el criterio de la SAP (Sociedad Argentina de Pediatría) para definir las zonas de riesgo, a discutir con Kicillof la manipulación de las estadísticas en el esquema de fases. Toda la desorientación de la Multicolor se condensa en su última consigna: “la presencialidad en las escuelas ahora es un riesgo para la salud y la vida” debido al colapso del sistema sanitario y las bajas temperaturas. Como dijimos más arriba, el riesgo, que más bien es un crimen, es el retorno a la presencialidad sin vacunación de la población. El colapso del sistema sanitario y la suba de casos, son su consecuencia.

Estamos cansados de escuchar que “no están dadas las condiciones para un plan de acción”. A no ser que se crea que la conciencia de los compañeros se trasforma por arte de magia, a no ser que creamos que los compañeros amanecen combativos de un día para el otro, a las luchas hay que prepararlas, armarlas, agitarlas. ¿Qué victoria de la clase obrera se dio espontáneamente? Ninguna. “Ah, pero vamos a las movilizaciones y somos pocos”, nos responden. ¿Y por qué van a salir los compañeros a apoyar algo que casi no se diferencia con lo que defiende la celeste sin hacernos salir de casa? Además, ¿no correspondería que la Multicolor haga una mea culpa de ayudar a convencer a los compañeros de que los protocolos eran practicables?

Hoy la Multicolor defiende que no se puede volver en distritos donde hay más de 500 casos por habitantes. Ahora bien, esa cifra recién se superó el 3 de abril. ¿Estuvo bien entonces abrir las escuelas hasta entonces? ¿O fue esa apertura de escuelas la que elevó la cifra? Además, ¿en distritos donde hay, por ejemplo, 499 contagios cada 100 mil habitantes sí vamos a volver? La pandemia no es una foto, que permanece estática, sino que es dinámica. Una baja tasa de contagios se dispara si se moviliza y encierra con bajas temperaturas a millones de personas sin vacunar. Por eso, no alcanza con decir “que cumplan los criterios que ellos pusieron” porque resulta un sinsentido sacar porcentajes de ocupación de camas o proyectar los casos por habitantes si se van a movilizar millones en el medio. Que los políticos burgueses que están con encuestas en mano mirando a octubre lo hagan, es esperable, pero no que lo haga una conducción que se proclama socialista. ¿O será que también están mirando las encuestas para octubre?

En definitiva, la lucha y la victoria son terrenos que se deben sembrar. Es tarea de esa vanguardia pertrechar a los compañeros, explicarles, anticipar problemas y sostener una lucha. La Multicolor no organizó la batalla contra la presencialidad y ahora solo puede observar las consecuencias. Los convidados de piedra: 500 mil docentes y 3 millones de alumnos están yendo a la boca del lobo.

“Plenario” de delegados

Hace al menos un año que estas instancias se convirtieron en una vidriera donde quienes no pertenecemos al FITU podemos ver las internas, las alianzas para cerrar los plenarios rápidamente, las censuras y los autobombos. Lamentablemente dejaron de ser lugares de debates y de deliberación. No solo a los compañeros de nuestra corriente se les niega sistemáticamente la palabra con excusas lamentables y falsas, compañeros independientes que plantean diferencia con la conducción también son silenciados recurrentemente. Por poner el caso, ante el conflicto con los docentes precarizados, compañeras que denunciaban la pasividad y el programa de miseria que se estaba levantando en el plenario fueron también acalladas.

Por otro lado, los criterios para dar la palabra no son claros, siendo decididos y hasta cambiados sobre la marcha. En el plenario del día martes 15/6 por ejemplo estaba la decisión de cerrar el plenario en dos horas. La excusa era que había que salir a agitar la medida que se iba a decidir. Lo cierto era que no se quería dar voz a quienes opondríamos críticas: un paro de 48hs enviaba a los docentes a trabajar el día 18 no era más que una vergüenza. Como podemos imaginar, limitar el debate obstruye cualquier posibilidad de avanzar en la discusión, de hacer oír voces que no repitan como loro lo que decidió el CES, o no aplaudan acciones que a todas luces son bochornosas. Eso hizo la multicolor.

Otro manejo que se parece bastante a una gran burocrateada es el de la lista de oradores. Nunca especifican los momentos de anotarse, nunca se da a conocer la lista, nunca se sabe si se va a poder intervenir o no. Acomodan a algún figureti de Matanza para cerrar la lista con una intervención de autobombo y eso es lo único certero respecto de la lista. En tres oportunidades a compañeros de la Corriente Nacional Docente Conti-Santoro se los dejó lisa y llanamente fuera de la lista porque sí. Y no somos los únicos.

El plenario debe ser un plenario. Debe ser un lugar de debate, debe ser convocado con anticipación. Realmente nos preguntamos por qué y en qué momento esta instancia se convirtió en una reunión ampliada consejos ejecutivos de los distritos multicolores. Es obvio que si no se da una participación real a los compañeros estos espacios pierden razón de ser porque, para espacio de propaganda del FITU, que hagan un acto.

Ir por lo necesario

Invitamos a los compañeros a unirse en pos de lo necesario y dejar de avalar la criminalidad del gobierno. No podemos mirar pasivamente cómo nos mandan a enfermarnos. En CABA somos la única fuerza que impulsa hace más de 20 semanas radios abiertas, semaforazos, pegatinas y juntada de firmas por la vacunación masiva con dos dosis para toda la población. Una campaña que aúna a docentes, auxiliares y familiares. Lo mismo debemos hacer en la Provincia de Buenos Aires. Las elecciones pueden esperar. La vida y la salud no. Llamamos a reconfigurar las instancias de debate del sindicalismo de izquierda, organizar asambleas y plantear a los compañeros que podemos y debemos luchar por todo lo que es nuestro. Llamamos también a organizar actividades semanales en todos los distritos, esté en la fase que esté. Si realmente queremos frenar la presencialidad criminal debemos darle continuidad a las medidas de lucha.

Debemos ir a un paro por tiempo indeterminado hasta la suspensión de la presencialidad

– suspensión de la presencialidad ya en todo el país hasta la vacunación masiva de la población con las dos dosis

– hasta que eso suceda, es necesario que se garanticen las condiciones necesarias para el sostenimiento de una educación virtual, a saber:

– dispositivos operativos a todos los docentes y alumnos del país.

– wifi gratuito y de calidad para todos

– designación de mayor personal docente técnico, asistencial y pedagógico necesario para acompañar la trayectoria de todos los alumnos. esto debe ir acompañado del desdoblamiento de cursos.

– licencias pagas para madres y padres al cuidado de menores escolarizados y de mayores.

– subsidio equivalente a dos canastas familiares para familias desocupadas.

– bono extra mensual y retroactivo para cubrir los gastos en insumos tecnológicos.

Corriente Nacional Docente Conti-Santoro – Buenos Aires

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